Trondheim: La Capital Espiritual de Noruega

Trondheim y el Camino de Santiago son ciudades con historias paralelas. En la cripta de la Catedral de Nidaros (el antiguo nombre de Trondheim) reposan los restos del santo más famoso de Escandinavia, el que fuera Olav II de Noruega. Allí acaba el Camino de San Olaf, la ruta de peregrinación medieval más frecuentada entre los pueblos vikingos y aunque el número de peregrinos en el Camino de San Olaf nunca llegó a ser comparable con el del Camino de Santiago, la historia y popularidad de ambos caminos corren paralelas en el tiempo.

El viejo Camino de San Olaf vuelve a ser hoy una ruta transitada en Noruega. La belleza de los paisajes alpinos el centro del país hace que la vieja ruta de peregrinación haya recobrado su fama entre los aficionados al senderismo. El camino principal se extiende durante 650 km entre Oslo y Trondheim, atravesando montañas, pequeñas poblaciones de madera y caudalosos ríos entre constantes imágenes de postal.

Trondheim ocupa el terreno formado por los últimos meandros del río Nidelva, antes de desembocar en el fiordo. Su estratégica posición, bien protegida por el fiordo y el río, y el hecho de ser la última gran ciudad del país antes de las poblaciones árticas han marcado su desarrollo. Trondheim ofrece todos los ingredientes típicos de Noruega: barrios con coloridas casas de madera, un pequeño centro histórico alrededor de su catedral gótica y los espléndidos paisajes de su fiordo.

Cómo llegar:

El Aeropuerto de Trondheim tiene conexiones diarias con las principales ciudades el país, el resto de las grandes ciudades de Escandinavia, Amsterdam y Londres. Norwegain Airlines y Scandinavian Airlines tienen vuelos regulares a Alicante y Málaga, además de enlaces estacionales a Barcelona, Palma de Mallorca y Gran Canaria. Las conexiones desde España a través de Copenhague son las más sencillas.

La ciudad está bien conectada por ferrocarril con Oslo y el resto de la región de Tronderlag. Sin embargo, el tren no es una buena opción para enlazar con el resto de las ciudades del litoral. Una excepción es el tren del Círculo Polar Ártico, el ferrocarril que une Trondheim a Bodo, mostrando espectaculares paisajes que justifican las 10 horas de recorrido invertidas en los más de 700 km.

Los Vikingos y la Fundación de Trondheim:

Las Últimas Invasiones Bárbaras

Entre el año 800 y el 1100 los vikingos crearon una civilización que se extendió por todo el hemisferio norte, desde Rusia hasta Canadá. Su expansión corresponde a las últimas invasiones de los pueblos bárbaros en Europa y este hecho influyó decisivamente en la formación de la civilización occidental. El nombre procede de la expresión en nórdico antiguo para “fara i viking”, es decir, “ir de expedición”. Claro que la palabra es ambigua puesto que mientras para algunos era sinónimo de piratería, para otros significaba comercio. Si queremos entender bien su civilización tendremos que conceder una parte de verdad a ambas acepciones.

La Expansión de los Vikingos

En Europa, durante la época, se les describía como poderosas naciones de cazadores y pastores “dispuestas a todo”. Quizás fuera ese el origen de las invasiones. A finales del siglo VIII parece que se sucedieron años de frío extremo que impidieron recoger las cosechas a estos pueblos. Este hecho les forzaría a emprender expediciones de rapiña y comenzar a dedicarse al comercio. En cualquier caso, el nombre vikingo designa a tres pueblos que tuvieron objetivos diferentes pero similar evolución. Los daneses, que se expandieron por Inglaterra y la Europa carolingia. Los suecos, que se dirigieron hacia el este por el Báltico, descendieron por los ríos Volga y Dvina hasta llegar al mar Caspio y desde allí alcanzaron incluso Bagdad y Bizancio. Y, por último, los noruegos, que se interesaron por Escocia, el norte de Irlanda, Islandia, Groenlandia y, quizás, la península del Labrador.

El Terror Vikingo y los Nuevos Asentamientos Nórdicos

La primera expedición documentada sucedió en el año 793 en Northumbria, al norte de Inglaterra. El objetivo fue el saqueo de los monasterios de Lindisfarne y Jarrow. Poco a poco las expediciones de saqueo fueron afectando a todas las costas de Europa, incluidas las del Mediterráneo. Las ciudades musulmanas de Córdoba, Sevilla y Murcia sufrieron conocidas expediciones de saqueo.

El terror era un importante elemento disuasorio utilizado por los vikingos. Los reinos de Europa, incluyendo el Imperio Carolingio, entraron en una profunda crisis. Los vikingos crearon colonias permanentes en suelo imperial. Finalmente se instituyeron los reinos vikingos de Normandía y Sicilia.

La Conversión al Cristianismo

Los pactos para formar los nuevos reinos exigían la conversión al cristianismo de los reyes. El cristianismo se extendió rápidamente entre los vikingos. A comienzos del siglo XI todos los pueblos vikingos habían abandonado sus dioses paganos y habían abrazado la nueva fe. La sociedad cambio profundamente. Se fundaron ciudades que sustituyeron a las típicas aldeas vikingas. Finalmente, se produjo la integración en la cultura europea. Los vikingos abandonaron el sueño de conquistar el mundo y se dedicaron a impulsar el comercio en Europa.

La fundación de la ciudad de Trondheim es un buen ejemplo de la importancia que tuvo el cristianismo en la formación del Reino de Noruega. Durante la era vikinga el país estuvo fragmentado en pequeños territorios gobernados por caudillos con funciones de monarcas absolutos. A finales del siglo IX el rey Harald I, apodado “Cabellera Hermosa”, consiguió la primera unificación de Noruega tras la batalla de Hafrsfjord. Sin embargo, a su muerte en el 933 el reino se volvió a fragmentar. Olaf Tryggvason, bisnieto del rey Harald I, tras su conversión al cristianismo y con apoyo de los vikingos daneses accedió al trono de Noruega en el 995 y consiguió la nueva unificación del país.

Trondheim. El Nacimiento de un Reino

Runa Vikinga. Cruz

Olaf I fundó Trondheim en el 997 con el nombre de Nidaros. El rey vio en la península situada en la confluencia del río Nidelva con el fiordo de Trondheim un lugar con marcado valor estratégico y decidió convertirla en la capital del reino. Olaf fue el primer rey cristiano de Noruega y falleció intentando extender su fe por Escandinavia.

Poco más tarde, otro Olaf completaría la conversión del país. Olaf II murió en la batalla de Stiklestad, muy cerca de Trondheim, en el año 1030, luchando contra las tropas danesas del rey Canuto. Un año después se exhumó su cuerpo incorrupto y fue declarado santo. Sus restos se trasladaron de iglesia en iglesia hasta que finalmente fueron enterrados en una capilla en Nidaros, sobre la que luego se levantaría la catedral gótica más famosa de Escandinavia. Pronto empezaron las peregrinaciones al lugar desde todo el norte de Europa. De todas las rutas, la más concurrida era la que iba desde Oslo a Trondheim recorriendo durante 650 km el centro de Noruega, el Camino de San Olaf.

Trondheim fue la primera ciudad fundada en Noruega y la primera capital del reino. Su función como capital fue pronto asumida por Bergen, fundada algunos años más tarde, pero conservó su condición de capital espiritual y foco de peregrinación hasta que la reforma protestante del siglo XVI quito toda la importancia al Arzobispado.

Qué visitamos en este post

En el siguiente mapa interactivo podrás localizar con exactitud todos los lugares de los que se habla en el artículo. Podéis usarlo para llegar hasta ellos fácilmente y para seguir los itinerarios propuestos, que incluyen los lugares más representativos de Trondheim y alrededores:

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Descubriendo la ciudad de Trondheim

Trondheim, con casi 200.000 habitantes, es la tercera ciudad de Noruega. Su fama de un gran ambiente estudiantil proviene de la prestigiosa Universidad de Ciencia y Tecnología, la segunda más importante del país, que acoge a más de 20.000 estudiantes.

En 1681 la ciudad fue totalmente destruida por un incendio. El ingeniero militar Johann Caspar de Cicignon, encargado de la reconstrucción, proyectó un trazado en cuadrícula que se conserva actualmente. La belleza del centro histórico está realzada por el río Nidelva, que la envuelve casi totalmente con un gran meandro.  La calle principal, Munkeagata, va desde la Catedral de Nidaros, en el extremo sur, al mercado de pescado de Ravnkloa, en el extremo norte.

De la Catedral al Mercado de Pescado

Catedral de Nidaros

La Catedral de Nidaros se levantó sobre la capilla que albergaba el sepulcro de Olaf el santo. La llegada masiva de peregrinos que visitaban el sepulcro obligó a construir un gran edificio. Las obras de la nueva Catedral, construida en piedra, se prolongaron más de dos siglos combinando rasgos de estilo normando románico y gótico. Hoy se considera la obra maestra del gótico nórdico y el edificio medieval más grande de Noruega.

Después de la Reforma Protestante la Catedral perdió importancia, dejaron de llegar peregrinos y acabó en estado ruinoso. A finales del siglo XIX comenzaron las obras de restauración que dieron a la Catedral un aire neogótico y que casi se prolongaron tanto como su construcción, acabando a finales del siglo XX.

El edificio es la joya de la ciudad. Rodeada de un pequeño parque y a orillas del río Nidelva su silueta resalta desde cualquier punto. La fachada occidental destaca por la profusión de esculturas y el gran rosetón central. En el interior se guardaban las joyas de la corona noruega y tenían lugar las ceremonias de coronación de los reyes de Noruega.  Hoy los reyes son más prácticos y se casan en Oslo, pero siguen viniendo aqui a jurar sus obligaciones y recibir la bendición.

Palacio Arzobispal y Casa del Deán

Al sur de la Catedral, el Palacio Arzobispal es también un edificio de piedra y planta cuadrada con un gran patio central. Es la construcción secular más antigua de todos los países nórdicos. La colección de las Joyas de la Corona se traslado aquí para mayor seguridad, pero como sobraba espacio decidieron aprovecharlo para instalar también el Museo de Arqueología y el Museo Militar.

Muy cerca del Palacio Arzobispal, frente a la portada occidental de la catedral, la Casa del Deán es un gracioso edificio de madera precedido de un pequeño jardín. Un buen ejemplo de las casas tradicionales de la ciudad, de aire falsamente frágil, y cuyos colores relucientes parecen puestos para contrarestar el predominio del gris clima nórdico.

Mercado de Pescado de Ravnkloa

La calle Munkeagata, convertida en un paseo peatonal, conduce a la Plaza del Mercado, presidida por una estatua de Olav I, fundador de la ciudad. Este es el verdadero centro neurálgico del casco histórico. Las calles en los alrededores de la plaza componen la planificada cuadrícula de Trondheim. Son calles adoquinadas, tranquilas, salpicadas de austeras iglesias protestantes de piedra, con pequeños jardines, y de algunos edificios de madera que han sobrevivido a los incendios. De ellos, el más importante es la Residencia Real de Stifsgarden, del siglo XVIII.

Siguiendo la calle Munkeagata se llega al Mercado de Pescado de Ravnkloa. En el muelle pesquero, situado en un pequeño brazo del fiordo y protegido por una isla, se pueden ver todavía algunos de los típicos barcos pesqueros de la región. Desde aquí parten los pequeños barcos que llevan al islote fortificado de Munkholmen, en el centro de fiordo.

Bryggen y Bakklandet

Bryggen

La mayor atracción de Trondheim son las casas construidas sobre palafitos a ambos lados del río Nidelva. El conocido como Bryggen, muelle, ha sufrido múltiples incendios a lo largo de su historia, a pesar de los cuales todavía se conservan edificios del siglo XVIII. Los viejos almacenes portuarios y casas de comerciantes lucen colores alegres y constituyen la estampa más característica de la ciudad. Un viejo puente levadizo de madera, conocido como Gamle Bybro, une el centro histórico con el barrio de Bakklandet. Este es uno de los lugares mágicos de la ciudad. El puente ofrece las mejores vistas del Bryggen e invita a imaginar cómo era la ajetreada vida comercial del muelle. 

Un poco más abajo del río, las instalaciones portuarias del último siglo han sido desmanteladas y se han transformado para acoger edificios de apartamentos, un gran centro comercial y un buen número de bares y restaurantes. Esta es una de las zonas más animadas de la ciudad.

Barrio de Bakklandet

El barrio de Bakklandet, situado al este del río Nidelva, es el más bonito de Trondheim. Calles adoquinadas, casas de madera de llamativos colores, pequeños jardines…todo como en un cuento. Este es el lugar ideal para tomarse un café tranquilo o comer en el famoso Bakklandet Skydsstation. El paseo puede prolongarse subiendo al Fuerte de Kristiansen. Hay que seguir la calle que sale del puente Gamle Bybro. La empinada cuesta tiene un curioso ascensor para bicicletas. La subida tiene como recompensa disfrutar de las mejores vistas de la ciudad.

El Museo Popular de Trondelag

Los museos de arte y tradiciones populares son habituales en todos los países nórdicos. Se crearon para preservar edificios con valor histórico, representativos de las diferentes regiones, ante la amenaza de su desaparición con el vertiginoso desarrollo del último siglo. Son siempre museos al aire libre que organizan continuamente actividades para mostrar las tradiciones típicas.

El Museo Popular de Trondelag es uno de los mejores de Escandinavia. Está ubicado junto a las ruinas del castillo medieval del rey Sverre, en el barrio de Sverresborg. Un tanto alejado del centro, pero la excursión merece la pena. El recorrido empieza en una plaza típica construida con edificios procedentes del centro histórico de Trondheim. Luego pasa por diferentes granjas con edificios restaurados e iglesias de madera del siglo XVIII. Cada edificio es un museo en sí mismo. Los de la plaza albergan pequeñas exposiciones sobre el esquí o el comercio en la región. Una visita imprescindible.

Lago Lian

Trondheim está rodeada de bosques. Al sur de la ciudad se extiende uno de los lugares preferidos por sus habitantes: el lago Lian. Una pradera rodea a un lago de ensueño. Desde las colinas de bosques de pinos y abetos que lo rodean se divisa todo el estuario del río Nidelva. El mejor lugar para despedirse de la ciudad nórdica.

El Camino de San Olaf

El auge de las peregrinaciones en la Edad Media tuvo en la tumba de San Olaf de Nidaros el destino más visitado de los países del norte de Europa. No era un único camino, sino que muchas rutas convergían en Trondheim. Las peregrinaciones se acabaron después de que los países escandinavos siguieran la reforma luterana. Sin embargo, en tiempos recientes el Camino de San Olaf vuelve a estar de moda entre peregrinos y senderistas.

El gobierno noruego no ha dejado pasar la oportunidad de convertir el Camino de San Olaf en un recurso turístico y cultural a imagen del Camino de Santiago. Desde los años 90 se han habilitado y señalizado con el símbolo de San Olaf más de 5000 km de sendas en todo el país. Hay ya una red de albergues acondicionados para los peregrinos. En Trondheim un centro de peregrinación recibe a los caminantes y entrega la “Carta de San Olaf” a aquellos que hayan recorrido más de 100 km a pie…una clara imitación de la Compostelana.

En la página web “St Olav Ways”, www.pilegrimsleden.no/en, podéis encontrar información detallada de las diferentes rutas y albergues. Para quién quiera hacer una parte del camino, lo más recomendable es el recorrido desde Sticklestad, el lugar donde tuvo lugar la batalla en que murió San Olaf, hasta Trondheim. Los casi 140 km se recorren en siete etapas atravesando bosques, lagos y las granjas típicas del país. Este es el mejor modo de entrar en contacto con la gente del país.

El camino de San Olaf en España

Por extraño que parezca también se puede hacer el camino de San Olaf en España. La razón de esta variante del camino es una princesa noruega que vino a vivir, y a morir, a España.

Cristina de Noruega era hija del rey Haakon IV y la política de alianzas matrimoniales de la época la llevó a casarse con el infante Felipe, un hermano de Alfonso X el Sabio. El infante prometió a la princesa que levantaría una iglesia en honor del santo patrón de Noruega. Sin embargo, la princesa murió a los pocos años de llegar a España y la promesa quedó incumplida. Cristina fue enterrada en la Colegiata de Covarrubias de la que el infante había sido abad, la realeza tenía en aquellos tiempos permisos especiales para salir y entrar de la carrera eclesiástica. La Fundación de la Princesa Kristina de Covarrubias, la Junta de Castilla y León y el Gobierno de Noruega impulsaron el cumplimiento de la promesa realizada 750 años antes. En 2011 se inauguró, a un par de kilómetros de Covarrubias, la vanguardista capilla de San Olaf. El camino se trazó desde allí a Burgos. De esta forma se cruzan los caminos de San Olaf y Santiago.

Donde dormir:

Trondheim no es tan caro como otras ciudades noruegas. Aun así, no debemos olvidar que estamos en uno de los países con mayor renta per cápita del mundo y los precios del alojamiento no son precisamente baratos. Dos buenas opciones en la ciudad son:

Scandic Nielven: Havnegata 1-4, 7400 Trondheim, www.scandichotels.no/hotell/norge/trondheim/scandic-nidelven. El moderno edificio estructurado en tres pabellones que alberga el hotel está situado sobre el río Nidelva, cerca de su desembocadura. Ofrece habitaciones funcionales con buenas vistas sobre el río y sobre los reformados y animados muelles del antiguo puerto. El buffet de desayuno, que incluye salmón en todas sus formas, es espectacular. Habitación doble desde 200 EUR en temporada alta.

City Living Scholler Hotel: Dronningensgate 26, 7011 Trondheim, www.cityliving.no/en/trondheim-hotel-rooms-apartments. Una opción más barata, con una estupenda ubicación en el centro, al lado del Palacio Real de Stiftsgarden. Habitación doble desde 110 EUR en temporada alta.

Dónde comer:

https://www.skydsstation.no/

Los restaurantes tampoco son baratos en Trondheim pero, como en el caso de los hoteles, son un poco más asequibles que en el resto del país. Tres establecimientos emblemáticos de la ciudad que merece la pena conocer son:

Baklandet Skydsstation: Ovre Bakklandet 33, 7013 Trondheim. Tf +47 73921044 (www.skydsstation.no). NombradoCafé del Año por la revista National Geographic en 2012. Una casa de madera del siglo XVIII en el barrio más bonito de la ciudad. Sin duda, el restaurante más recomendable por su ambiente y sus platos caseros. Su visitra es imprescindible aunque sólo sea para tomar un sándwich. Su famoso “Menú del Peregrino”, que incluye dos platos, bebida y postre, por alrededor de 50 EUR.

To Rom Og Kjøkken: Carl Johans Gate 5, 7010 Trondheim. Tf +47 73568900 (www.toromogkjokken.no). Ubicado en una casa de madera en la zona del Mercado de Pescado de Ravnkloa. Su nombre “Dos habitaciones y cocina” alude a su cocina tradicional basada en pescados. Una comida con dos platos y postre por alrededor de 50 EUR. En el mismo edificio hay un bar donde se puede comer más informal y algo más barato.

Lian Restaurant: Lianvegen 36, 7025 Trondheim. Tf +47 72565110. Situado en una colina al suroeste de la ciudad, sobre un pequeño lago, disfruta de unas estupendas vistas de la ciudad y el fiordo de Trondheim. La mejor forma de llegar hasta allí es coger un tranvía que sale de St Olaf Gate y termina en el área recreativa del lago Lian. Desde el lago al restaurante sólo hay que subir una pequeña cuesta. El local explota las vistas del edificio y ofrece comida tradicional. Hay un buffet por 40 EUR.