Le Cinque Terre: Tipismo marinero italiano

La primera vez que oí hablar de ellas, no sabía muy bien dónde se encontraban o a qué se refería su nombre, tampoco imaginaba que visitarlas fuera a ser todo un descubrimiento para mí. Ni que su belleza, situación y emplazamiento les hacía perfectamente comparables a la excelsa Costa Amalfitana, con sus refinadísimos pueblos veraniegos como Amalfi o Positano, la famosísima Capri, o la vecina y glamourosa Riviera Italiana de Portofino. Y quizá hablo de éstos, porque siempre estuvieron en el imaginario colectivo de todos los que crecimos viendo las pelis italianas y americanas que retrataban las clásicas vacaciones de la alta sociedad occidental desde siempre.

Pues bien, Cinque Terre o las Cinco Tierras, no poseen el glamour ni los establecimientos lujosísimos de los que las localidades ya mencionadas se jactan, pero sí el mismo increíble efecto visual, sensación de aislamiento, encanto, sosiego y tranquilidad. Además de su maravilloso paisaje, lo más notable es que conserva todavía una fuerte autenticidad regada de tipismo. Cada uno de estos pueblecitos (algunos más que otros, es verdad), sigue siendo hoy hogar de pescadores, comerciantes y pequeños agricultores que trabajan el escaso terreno disponible para obtener aceite y productos de la huerta. Habitantes oriundos que tras generaciones aferrados a sus costumbres y tradiciones, han conseguido evitar que el turismo  borre las señas de identidad de una comarca, que por su aislamiento y tradición naval, fue dada en llamar Cinque Terre.  Apelativo que indica como estas cinco pequeñas localidades defendieron ferozmente su independencia a lo largo de la historia, como cinco pequeñas repúblicas marineras que aliadas con Génova, mantuvieron la capacidad para decidir su propio futuro.

¿Y cómo descubrir «Le Cinque Terre»?

En este artículo os doy detalles de cómo hacerlo, pero de entrada, contaros que resulta bien fácil combinarlo por ejemplo, como una escapada dentro de unas vacaciones en la famosísima Toscana… Pisa está a tan sólo 85kms (poco más de una hora aproximadamente) de La Spezia, la ciudad más cercana desde la que se toma el tren para acceder a estas Villas Marineras, quintaesencia del tipismo italiano mediterráneo.

Visita de «Le Cinque Terre»
Cómo llegar
Lo mejor es olvidarse del coche y utilizar los dos medios más apropiados para conocer esta estrecha franja de costa abrupta, el tren y el barco. El acceso de vehículos privados es restringido, y aunque se consiguiese el permiso correspondiente es bastante desaconsejable.

En Avión: Si se pretende pasar un fin de semana, hay vuelos directos a los aeropuertos de Pisa y de Génova desde varios ciudades españolas.

Desde Génova hay unos 90kms de distancia hasta Levanto, puerta de entrada del Parque por el oeste; y desde Pisa hay unos 85kms de distancia hasta La Spezia, la puerta de entrada por el este.

En Tren: El tramo de la línea ferroviaria costera que une Génova y Pisa, atraviesa el Parque Nacional, y salvando los accidentes geográficos de acantilados y montañas con túneles hace parada en sus principales localidades. Es una excelente manera (y barata) de llegar hasta ellas de forma práctica. Los billetes de cercanías desde La Spezia o Levanto hasta cualquiera de los pueblos más bonitos como Monterosso, Riomaggiore o Vernazza no te saldrán por más de 10€ ida y vuelta

En Barco: Desde varios puertos de la costa ligur se pueden tomar unos barcos turísticos que realizan excursiones de un día, o bien, servicios de transporte entre todas las localidades que visitar

El Parco Nazionale delle Cinque Terre está compuesto por una estrecha franja de costa de aproximadamente 20kms y sus colinas inmediatas: Monterosso al Mare, Vernazza, Corniglia, Manarola y Riomaggiore son las cinco localidades o tierras que componen el conjunto. El paisaje, cultivos, construcciones y costa están protegidos, gracias a lo cual ha logrado preservar en su mayor parte el aspecto tradicional y encanto de una belleza natural incomparable.

La forma más romántica de descubrir este paraíso de paisaje mezcla de puertos marineros y montaña es por barco. El acceso desde Porto Venere al sur del Parque Nacional de Cinque Terre, es muy fácil y hay bastantes servicios diarios que funcionan casi cada hora en verano. Se puede comprar un billete de ida y vuelta que te permite bajar y subir en los diferentes puertos. Y esa, es precisamente mi recomendación.

Lo ideal es quedarse varios días, o al menos una noche para poder disfrutar al máximo de un entorno inigualable, pero si no disponéis de mucho tiempo, también es posible realizar una visita de un día, en la cual os llevaréis un recuerdo increíble de uno de los lugares más especiales de Italia.

Podéis comenzar la visita tanto en tren o en barco (es muy desaconsejable el coche propio, por coste, comodidad y espacio) por el más septentrional y occidental de los pueblos. Voy a describir los pueblos en orden geográfico desde Monterosso hasta Riomaggiore, para acabar ya fuera del recinto que conforma el Parque Nacional en Porto Venere.

Monterosso al Mare

Es la localidad más grande y la que ha desarrollado una mayor industria turística, parte gracias a su emplazamiento en un golfo con una tríada de playas de arena que permiten el baño. Todos los alrededores se hallan salpicados de pequeños hoteles con encanto que ofrecen paz, tranquilidad y preciosas vistas al mar. El pueblo, conserva el encanto de un pequeño puerto pesquero, con calles estrechas llenas de vida, negocios y terrazas en las que se agolpan visitantes y veraneantes. Es un destino muy familiar y frecuentado por el turismo interno italiano.

En uno de los promontorios rocosos que dividen dos de sus playas, se levanta una torre defensiva del siglo XIV, y junto a ella, el principal edificio religioso de Monterosso, la Iglesia de San Francisco.

Disfruta de las primeras horas de la mañana deambulando por sus calles, desayunando o bañando y tomando el sol en sus playas o terrazas. Desde aquí puedes iniciar la aventura del precioso Sendero que recorre «Le Cinque Terre» a lo largo de unos 16kms entre huertos, viñedos y terrazas cultivadas por paisajes sobrecogedores de costa, mar y montaña fundidos con un colorido avivado por las pequeñas poblaciones y casas tradicionales que se aferran al pronunciado desnivel de una costa en eterna pendiente que parece intentar sacudirse sin éxito la mano del hombre que sabiamente ha sabido colonizar y sacar provecho de un terreno tan inhóspito como bello.

Vernazza

Si elegimos caminar hasta este pueblo, la travesía va a requerir ganas y estar en forma, sobre todo si se realiza bajo el sol justiciero del verano. Las dos horas, que nos llevará este primer y más largo tramo, se verá más que gratificada desde el inicio del camino por paisajes terrazas con limoneros. La primera parte es una empinada cuesta y hay que echarle valor, pero la recompensa es bien valiosa, y será llegar al increíble puerto de Vernazza. Dominando su vista desde un alto, no ha habido nadie que no haya exclamado ¡Por Dios, que bonito! de cuántos han llegado peregrinando, como si se tratase de una merecida recompensa, que siempre satisface más de lo que puedes imaginarte por lo que te cuenten (que te cuento).

Vernazza es una joya. Sin tráfico, todos los coches deben dejarse en parkings alejados, la localidad se desenvuelve en torno a una placita llena de terrazas que da al mar y a su puerto, y presidida por la hermosa iglesia de Santa Margarita de Antioquía, obra del siglo XIII. Una peña rocosa resguarda el puerto natural y sirve de base pintoresca a las casas de color pastel que se agolpan sobre ella, en lo más alto, los restos de una fortificación construida por los Doria (la poderosa familia que gobernó la República de Génova durante el siglo XVI). Desde la Torre Defensiva, se divisan hermosas vistas.

Manarola

Prácticamente suspendida sobre un promontorio rocoso, sus casas de colores se agolpan en torno al pequeño puerto natural que forma. La más pequeña de las localidades de Le Cinque Terre, dista 4kms de Vernazza y otros cuatro de Corniglia (andando es aproximadamente una hora cada tramo), nuestra siguiente etapa.

Corniglia

Esta pequeña aldea, repite fisonomía combinando los mismos factores de un modo nuevo. El acantilado de paredes verticales que se eleva desde el mar, alcanza los 100 metros de altura. Sobre la peña, el caserío multicolor se distingue entre los viñedos circundantes que dan vida a uno de los vinos locales más famosos, el Sciachettà.

Abajo, junto al embarcadero una pequeña cala parece no dar a basto entre tanto turismo familiar.

Riomaggiore

La última de Le Cinque Terre por el sur, es también una de las más animadas y auténticas. Como su nombre indica, aquí es un torrente de agua que desaloja la escorrentía de las lluvias que caen sobre las montañas circundantes, el que hace las veces de eje vertebrador de la población. Y su desembocadura, no puede ser más bonita, y puerto que se abre tímidamente al Mar de Liguria, encontrándose casas, casi justo a pie de marea.

El pueblo es famoso por poseer algunos de los mejores restaurantes de pescado y marisco de la región. Es además sede oficial del Parque Nacional, y sus oficinas abren para informar a visitantes sobre las posibilidades de senderismo y observación de fauna y vegetación, así como para sensibilizar a la población sobre la importancia de su conservación.

Aquí vais a tener las mejores estampas de vida tradicional y típica, de pescadores y de veraneantes en una «Italia, tal com’era»

Moverse en Le Cinque Terre
Para moverse entre los distintos pueblos, lo mejor es caminar, pero si no tenéis humor, ganas o sentís que la condición física no os acompaña, siempre podéis combinar los desplazamientos con los barcos que unen los puertos cada hora, o con el tren de cercanías que tiene estación en todos los pueblos de interés de la ruta. Los billetes del tren se pueden adquirir en todas las estaciones. Es convenientes informarse de las frecuencias e los trenes, ya que varían por días de la semana y épocas del año. (Ver más abajo apartado «Más info»)

Mi recomendación, no obstante, es al menos realizar uno o dos trayectos a pie, para llevarse una experiencia más intensa. Por ejemplo entre Monterosso y Vernazza, o seguir la Via dell’Amore entre Manarola y Riomaggiore. Éste último tramo de unos dos kilómetros de longitud es de peaje… sí sí, así mismo os digo, se paga por pasar por un sendero excavado a pico y pala en los acantilados, que al menos ofrece la comodidad de tener un desnivel mucho menor, ir paralelo al mar, disfrutando de una brisa que siempre se agradece, y con unas vistas de ensueño. Así que si andamos más perezosos, reservar este tramo para poder caminar, y hacerlo de la forma más cómoda.

Porto Venere

Ya fuera de lo límites del Parque Nacional de Cinque Terre, Porto Venere es otro de los turísticos glamurosos de la Riviera Italiana. Famoso ya en tiempos del Imperio Romano, cuyos Emperadores le dieron el nombre en homenaje a Venus, Diosa de la Belleza (Porto Venere = Puerto de Venus).

Con un desarrollo cuidado y bien mantenido, la pequeña localidad no ha perdido un ápice de su encanto, y pasear por sus calles sigue siendo una auténtica delicia que te trasporta a épocas pasadas en las que el mar, el comercio y la navegación eran los pilares de la economía de la República de Génova, a la que pertenecía esta localidad.

No hay que perderse la Iglesia de San Pietro, a la que se llega dando un paseo justo hasta el cabo que protege la entrada a Porto Venere. Goza de unas maravillosas vistas (Ver galería de fotos). Dentro del casco histórico, es interesante visitar la iglesia de San Lorenzo, obra románica del S.XII, y subir las empinadas cuestas hasta el Castello, para disfrutar de una preciosa imagen del conjunto; pueblo, puerto, bahía, montaña y mar. La fortaleza que se visita hoy es obra genovesa del siglo XVI.

Video de CarlosdeViaje en Vernazza, Cinque Terre.

En cada uno de los pueblecitos vais a ver una serie de restaurantes y terrazas en las principales plazas. No es difícil elegir alguno que tenga buena pinta porque la verdad, todos cuidan bastante lo que ofrecen. No obstante incluyo un par de recomendaciones que me parecen interesantes de cara a decidirse por una alternativa.

En Monterosso al Mare:

Es donde más restaurantes vais a encontrar, para todos los gustos y precios, hay terrazas en las proximidades de las playas, y de las dos plazas principales del pueblo. Pero mi selección es un restaurante que por su ubicación y vistas, lo convierten en un sitio especial digno de mención.

L’Ancora della Tortuga –  Salita Cappuccini, 4. 19016 Monterosso al Mare – Tel: +39  0187 800065 – Es un restaurante que destaca por su situación, ubicado con extraordinarias vistas entre dos de las playas de Monterosso y junto a la torre defensiva medieval.

En Vernazza:

La plaza del pueblo, pegadita al puerto y la playa, está repleta de terrazas y restaurantes. Los de pescado (que hay varios) suelen ser más caros que las trattorias y pizzerías, pero es fácil encontrar un lugar para todos los gustos en el reducido espacio de este enclave verdadero corazón de Vernazza.

Vernazza WinexperienceVia San Giovanni Battista, 41, Vernazza. – Tel: +39 3313 433801 – www.cinqueterrewinetasting.com – Un restaurante que hay que mencionar porque es inevitable reparar en su maravillosa terraza, vistas y selección de vinos… como para disfrutar de la «Dolce Vita», y además cuidan la comida. Comer con maridaje de vinos puede salirte por 80€ dos personas, y será una experiencia…

En Riomaggiore:

Aquí también hay bastantes alternativas para comer, con ofertas diversas en cuanto a precios y cartas. Pero hay dos sitios en Riomaggiore que creo que merecen ser señalados y recomendados, por su tipismo o por su encanto. El primero es la terraza para tomarse un gintonic que está justo en la subida del puerto hacia el pueblo, y el segundo es el restaurante de «pescado frito», Il Pescato CucinatoVia Colombo 199, Riomaggiore – Tel: +39 339 262 4815 para comer entre 5 y 9€ pescaíto frito recién capturado y muchas otras especialidades, algunas rebozadas otras no, pero todas muy sabrosas.

Hay que tener en cuenta que las localidades que conforman «Le Cinque Terre» están situadas en un paraje protegido bajo la figura de Parque Nacional. Esto ha significado un desarrollo turístico mucho más sostenible y que no haya sobreoferta sino al contrario, lo que permite que los precios se eleven bastante durante la temporada alta.

Otra cosa a tener en cuenta en este rincón de Liguria, es que Monterosso al Mare es la única de las localidades que cuenta con playas en su entorno urbano, y que por tal motivo posee más plazas hoteleras y es más fácil encontrar habitación. Los otros pueblecitos tienen menos plazas, menos playas y por tanto menos turismo de esterilla y toalla.

A continuación una pequeña selección de sitios que me encantan para disfrutar de una estancia, combinando distintas localidades y distintos precios. De norte a sur y de más caro a más económico.

En Monterosso al Mare:

Hotel Porto Roca – Via Corone 1, 19016 Monterosso al Mare – Tel: +39 0187 817502 – www.portoroca.it – Es un hotelito-capricho con una excelente situación sobre el acantilado, con vistas soberbias y muy próximo a una playita y al inicio del sendero que te lleva hasta Vernazza. Es un hotel típico italiano de época, que ha conservado todo su sabor y encanto sin sacrificar comodidades. Se puede encontrar una doble desde 180€, pero las habitaciones con vistas al mar son más caras y pueden llegar a los 300€ la noche en temporada. El hotel vale la experiencia, puesto que además cuenta con una preciosa piscina privada sobre terrazas y con vistas.

En Vernazza:

Camere Nicolina – Via Ettore Vernazza 51, 19018 Vernazza – Tel: +39 0187 821193 – www.camerenicolina.it – Un pequeño hostalito que alquila habitaciones con vistas al mar en pleno corazón de Vernazza junto al puerto y playa y sobre su plaza principal. Algunas cuentan con una terracita para disfrutar al máximo de las vistas y el encanto. Una habitación doble puede salir por 150€ con desayuno incluido, hay también apartamentos para cuatro personas por 200€ la noche que están muy bien.

En Riomaggiore:

Affittacamere Dune Blu – Via Cristoforo Colombo 241, 19017 Riomaggiore – Tel: +39 349 45 2882 – www.duneblu.it – Dentro de los precios que se marcan en estos pueblos con infraestructuras turísticas limitadas, estos apartamentos me parecen que tienen una excelente relación calidad precio, porque están recientemente renovados con mucho gusto, dan un aspecto muy moderno, y están integrados en un caserío del centro de esta localidad, una de las más pintorescas a igual distancia de la estación de tren y del puerto. Una doble a partir de 90€

Mapa de «Le Cinque Terre»

En este mapa de Google podrás ver las localidades descritas en este post. Puedes usarlo para calcular rutas, distancias e incluso combinarlo con tus propios mapas de Google Maps y preparar tus propios itinerarios y objetivos de viaje.