Castillo de Villandry: Los Jardines más exquisitos del Loira
El Castillo de Villandry combina la armonía que se da entre la partes del antiguo castillo y los nuevos pabellones renacentistas, magnificada por los maravillosos jardines geométricos de parterres a la francesa que se extienden a sus pies. Para muchos, uno de los jardines más bellos de Francia.
Además para los amantes del arte español, el castillo exhibe en sus salas una hermosa colección de tallas, cuadros y arte barroco español. Una de sus salas, luce incluso un techo mudéjar del siglo XIII, comprado en Torrijos (Toledo), procedente del antiguo Palacio de Altamira.
Villandry, mandado construir por Jean Le Breton, el Ministro de guerra del rey Francisco I, fue terminado en 1536. Hoy pertenece a una familia de aristócratas franceses con raíces luso-españolas. Es uno de los castillos privados más visitados de Europa. Una entrada adulto cuesta entre 7,5€ y 12€ ya sea para solo para los jardines o jardines + castillo. Puedes comprobar horarios y precios en su web oficial.
Mapa de los Castillos del Loira
En Avión:
El aeropuerto más cercano es el de Tours a 35 km.
En Coche:
Desde la frontera francesa en Irún hasta los Castillos del Loira son unos 600 km todos por autopista, unas 6h de trayecto. Se puede por tanto realizar este viaje en coche propio, u optar por alquilar un coche, volando a Tours o Paris. Para moverse por los Castillos del Loira es conveniente tener coche propio
El Castillo de Villandry se encuentra a:
Tours: a 22 km (20′)- Capital regional y el aeropuerto más cercano Paris: a 270 km (2h50′) Castillo de Langeais: a 10 km (11′) Castillo de Azay-le-Rideau: a 14 km (15′) Chinon: a 35 km (35′) – Pequeña capital de departamento y conjunto histórico.A continuación encontrarás un mapa con la ubicación de los Castillos del Loira que te servirá para ubicar los castillos descritos en los distintos artículos de la sección, y para navegar hasta ellos.
Aquí tienes los enlaces a otros artículos dedicados a esta región:
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Top 3 – Ciudades del Loira:
Villandry: La mejor colección de arte español del Loira
Hacia 1187, el antiguo castillo de Villandry fue testigo de la paz firmada entre Ricardo I de Inglaterra y Felipe II de Francia. Una paz en la que se forjaría también una alianza para iniciar juntos la Tercera Cruzada (1190)
Jean Le Breton: «El Constructor»
Pero el castillo de Villandry que hoy podemos visitar fue obra de del antiguo Embajador francés en Italia, y Ministro de la Guerra de Francisco I, Jean Le Breton. Él levantó su palacio sobre el castillo anterior que databa del siglo XII con posteriores añadidos hasta el XIV.
>> En la imagen: Retrato del rey Francisco I >>
Hacia 1536 se terminaron las obras del nuevo Villandry. Fue por tanto el último de los castillos renacentistas construidos en el Loira bajo la influencia de Francisco I. Del antiguo castillo queda aun la Torre del Homenaje. Los tambores circulares que lo completaban fueron sustituidos por pabellones rectangulares. La obra combinaba con genialidad la armonía entre los jardines, la antigua torre y la línea y estética de los nuevos pabellones. Le Breton trajó consigo de los viajes a Italia el gusto por el jardín italiano renacentista, en el que se usaba la arquitectura para fabricar escenarios naturales y enmarcar los jardines.
El jardín francés clásico recoge ese legado, engrandeciendo el trazado, retirándole los muros al perímetro y dándole profundidad y perspectiva, pero conserva el trazado geométrico y las fuentes decorativas. Su máximo exponente fue André Le Notre, autor de los jardines de Versalles.
Napoleón y Villandry
Durante algo más de dos siglos el linaje de los Breton mantuvo la propiedad del castillo. En 1754 lo compra el Marqués de Castellane, un aristócrata de Provenza, que introduce modificaciones neoclásicas en su interior. Tras la Revolución Francesa, Napoleón lo adquiere para su hermano José Bonaparte. Durante el siglo XIX, los jardines son transformados radicalmente, y adaptados a los nuevos gustos imperantes de jardines paisajísticos «a la inglesa».
>> En la imagen, el escudo de José Bonaparte como rey de España >>
De Joachim Carvallo y el Arte Español hasta nuestros días
En 1906 Joachim Carvallo compra la propiedad que esta en estado de semirruina. Invierte una gran cantidad de dinero, tiempo y esmero en recuperar su esplendor, tanto de su interior como de sus jardines, que los devuelve a su brillante plano anterior de jardines geométricos con parterres a la francesa.
>> En la imagen: Retrato de Joachim Carvallo, descendiente del rehabilitador de Villandry y actual propietario del castillo >>
Su estrecha relación con España, y su amor y admiración por el arte español, le lleva a reunir una importante colección de arte religioso español. Destacan obras del barroco, altorrelieves de antiguos retablos, obras entre las que destaca el San Francisco de Pedro de Mena (uno de los más famosos tallistas de la Escuela Andaluza del Siglo de Oro). Una de las estancias del castillo cuenta además con un artesonado mudéjar adquirido en España, procedente del Palacio de Altamira, de la localidad toledana de Torrijos.
Visitando Villandry
¡Elegante Villandry!
Lo primero que sorprende son las elegantes proporciones del castillo-palacio, al entrar, nos recibe el patio de armas en forma de U, tan típico francés. Se puede decidir visitar solo los jardines, o los Jardines + Castillo. La primera entrada cuesta 7,5€ y la segunda 12€. Los horarios varían en función de la época del año, pero suelen ser de 9h ó 9h30 a 18h ó 19h para los jardines y para el castillo, cierran una hora antes.
Visita del interior del castillo
La visita del castillo está compuesta por dos secciones. En la primera se visitan salas de vivienda como las cocinas, el comedor, los aposentos del Príncipe Jêrome Bonaparte, la biblioteca y los aposentos utilizados por la familia durante el siglo XX.
En el piso superior se exhibe una preciosa colección de arte español. Hay salas dedicadas a la pintura y la escultura, sobre todo de altorrelieves religiosos (procedentes de retablos de iglesias), y tallas, algunas de destacados artistas como el San Francisco de Pedro de Mena (uno de los mejores tallistas de la Escuela Andaluza).
En una de las salas destaca el techo, un precioso artesonado mudéjar del siglo XIII, procedente del Palacio de Altamira en Torrijos (Toledo)
Jardines
Los jardines están considerados como uno de los mejores de Francia. Fueron restaurados a su belleza original del Jardín Renacentista «a la Francesa» por Joachim Carvallo en 1906. Sintetizan de modo magistral el estilo renacentista en el que conjugan el jardín cuadrado de monasterios y abadías, con los jardines florales italianos. Cubren 7 hectáreas, divididos en tres diferentes niveles, y conectados por paseos sombreados por tilos. Se calcula que hay más de 200.000 plantas en los jardines.
Jardín Superior o Jardín del Sol
Al terminar la visita del castillo, conviene subir las escaleras que conectan con el nivel más elevado de los jardines, para tener las mejores vistas de conjunto de los mismos. Una serie de balaustradas, rampas y escaleras acotan este nivel. Conviene dejarse llevar buscando las mejores perspectivas para ir bajando hasta el segundo nivel
Jardín Intermedio o Jardín Ornamental
Se accede por una serie de terrazas que proporcionan el agua al foso. El denominado Jardín de Agua (Jardin d’Eau) está compuesto por nenúfares y otras plantas acuáticas. El Jardín Ornamental (Jardin d’Ornement) ocupa el flanco meridional del castillo. Está compuesto por altos setos de boj y tejo.
La parte más cercana al castillo tiene cuatro grandes parterres decorados con flores de colores vivos que representan los distintos tipos de amor:
- Amor Trágico: Los setos dibujan dagas y puñales en rojo que simbolizan la rivalidad que lleva a la tragedia.
- Amor Tierno: Setos de corazones con flores rosas separados por pequeñas llamas.
- Amor Adúltero: Setos que reflejan pétalos volando que explican la volatilidad de los sentimientos.
- Amor Apasionado: Setos que dibujan un corazón roto por la pasión
Jardín Inferior o Huerto Ornamental
Separado del anterior por el foso, se extiende al oeste del castillo. Se le conoce así porque aquí siguiendo la tradición de los huertos monacales, se utilizaban las hortalizas y plantas aromáticas para decorar los parterres. La pericia de los jardineros siguiendo la documentación que se conservaba del siglo XVI han logrado recrear verdaderos juegos de colores que cambian en cada época del año, utilizando las especies más comunes que podemos imaginar (coles, berenjenas, remolacha, zanahorias, etc…) Esa es la razon por la que en francés, también se le conozca como el Jardin Potager.
