Skópelos y los escenarios de «Mamma Mía!»

Los antiguos griegos siempre fueron originales para designar sus territorios. Las islas Espóradas reciben su nombre por su distribución caótica al norte del Mar Egeo, frente a las costas del Monte Pelión y Eubea. Las llamaron “dispersas” o “esparcidas” en contraposición a las Cícladas que se distribuyen ordenadamente alrededor de la isla de Delos. El archipiélago lo componen 11 islas de las que cuatro están habitadas: Skiathos, Skópelos, Alonnisos y Skiros.

La característica principal de las islas Espóradas es su tupida vegetación que la distingue de las áridas Cícladas o del Dodecaneso. Las islas tienen fama por sus fantásticas playas con un mar transparente azul turquesa y por sus pequeños pueblos de inequívoco sabor griego. Claro que en grandes playas de arena blanca la que se lleva el mayor premio es Skiathos, lo cual ha provocado la llegada del turismo de masas. Sin embargo, la verde y escarpada Skópelos permanecía casi como un paraíso perdido.

Skópelos en Hollywood

Skópelos saltó a la fama por ser el escenario de la mayor parte de los exteriores de la película “Mamma Mía!”. La popularidad del musical creado en 1998 hizo que la versión en cine tuviera asegurado su éxito en taquilla. Desde su estreno en 2008 el turismo se ha multiplicado. En realidad, la mayor parte de las escenas de la película fueron rodadas en unos estudios londinenses, pero los exteriores grabados sobre todo en Skópelos no dejan indiferente a nadie.

Cómo llegar:

El aeropuerto internacional de Skiathos Alexandros Papadiamantis es el único de las islas Espóradas. A Skópelos sólo se puede llegar en barco. Varias compañías navieras enlazan los puertos de las islas con Volos y El Pireo: Blue Star Ferries, Aegean Flying Dolphins, ANES Ferries y Helenic Seaways. Hay muchas frecuencias de trayectos al día con las distintas navieras  y las tarifas son bastante económicas.

En la isla el coche es imprescindible. Mejor alquilarlo en el continente salvo que el viaje sólo incluya las islas Espóradas.

Un Poco de Historia,,,o de Leyenda: Aquiles y Esciro:

Peleo, Tetis y Aquiles

Las Islas Espóradas eran conocidas en la mitología griega por haber sido el refugio del más famoso guerrero griego para evitar ir a la Guerra de Troya. En aquel entonces Esciro o Skiros era la isla más rica y poblada.

Peleo era el rey de Egina y Tracia. Su ejército era famoso por un cuerpo de elite compuesto por los guerreros Mirmidones. Se había casado con Tetis, una nereida. La pareja, a pesar del lío tremendo que habían armado en su boda (ya contaremos la historia), vivía feliz en su reino. Tuvieron un hijo al que pusieron por nombre Aquiles.

Tetis quería que su hijo fuera inmortal y para ello lo sumergió en río Estigia. El truco funcionó, pero con un pequeño problema. Para que no se ahogara tuvo que sostenerlo por el talón derecho y esa parte del cuerpo quedó vulnerable. Peleo, por su parte, quería que el niño tuviera la mejor educación y tenía claro que el mejor de los colegios estaba en el Monte Pelión. Así fue como se le encargó al centauro Quirón la educación de Aquiles.

Aquiles y Ulises en Esciro

Encuentro entre Ulises y Aquiles en Esciro. Mosaico de Villa Olmeda, Palencia

Pasaron los años y el niño se convirtió en un apuesto joven, el más guapo de su tiempo, y en un feroz guerrero, el mejor luchador de Grecia. Con estas credenciales, su padre no dudo en cederle el mando de su famoso ejército de élite de los mirmidones. Fue entonces cuando empezó la Guerra de Troya. Todos los reinos griegos se unieron para combatir al enemigo común. Sin embargo, Tetis no quería que su hijo fuera a la guerra. Se entiende su instinto maternal, aunque parece que se le había olvidado que creía haberlo hecho inmortal. El caso es que contactó con su amigo Licomedes, rey de Esciro, en el archipiélago de las Espóradas, y ocultaron al joven entre las hijas del rey. ¡Tanto héroe y resulta que se dejó ocultar por su mamá!

Odiseo, el famoso Ulises, se enteró por el oráculo que los griegos no ganarían la guerra si no tenían entre sus filas a Aquiles. Así que se puso a buscarlo y no tardo en dar con él. Se supone que le afeo su conducta y se lo llevo, junto con su ejército de mirmidones, al frente de batalla. Curiosamente la mejor representación del encuentro que se conoce de mundo antiguo está en España, concretamente en un mosaico romano de la Villa de Olmeda, en Palencia. No deja de sorprender hasta donde llegaban los ecos de las historias y leyendas griegas.

Aquiles en la Guerra de Troya

En la Guerra de Troya, Aquiles fue el principal protagonista. En un episodio central de la guerra, narrado en la Ilíada, mató tras un combate singular a Héctor, el héroe troyano. Cuenta el propio Homero que ya Héctor predijo que Aquiles también moriría en esa guerra. Poco después su hermano Paris, que había vuelto a Troya junto con su preciosa esposa Helena, dio muerte a Aquiles clavándole una flecha envenenada en su única parte vulnerable: el talón.

La Guerra de Troya acabo con la destrucción de la famosa ciudad y la victoria griega, pero Aquiles jamás regresó de Asia. Y es que todo héroe tiene su “talón de Aquiles”.

Una Lectura para el Viaje: La Asesina:

La Asesina. Alexandros Papadiamantis. Editorial Periférica, 2010. 200 pags

Alexandros Papadiamantis está considerado el mejor prosista de la Grecia moderna. Nacido en Skiathos en 1851, vivió la mayor parte de su vida en Atenas, ganándose malamente la vida como escritor costumbrista. Los últimos años de su vida volvió a su isla natal donde falleció en 1911. Muchas de sus novelas tienen como escenario las duras condiciones de vida en las Islas Espóradas.

La Asesina es la mejor novela de Papadiamantis. Narra la vida de una comadrona en la isla de Skiathos. En medio de la terrible pobreza que obliga a emigrar a la mayoría de la población, la vida de las mujeres es especialmente dura. La tradición exige una generosa dote para poder acceder al matrimonio y liberar así a los padres de una pesada carga. La comadrona toma conciencia de que nacer mujer o engendrar niñas es una maldición y decide quitar la vida a las niñas que debe ayudar a nacer.

Qué visitamos en este post

En el siguiente mapa interactivo podrás localizar con exactitud todos los lugares de los que se habla en el artículo. Podéis usarlo para llegar hasta ellos fácilmente y para seguir el itinerario propuesto que incluye los lugares más representativos de Skópelos y  Skiathos.

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Unas Vacaciones en Skópelos

La isla de Skópelos tiene algunas ventajas sobre la de Skiathos para pasar unos días de vacaciones. La primera es que es menos turística. No es que uno vaya a estar solo en las playas, pero no encontraremos demasiada gente en ningún sitio. Eso sí, la mayoría de las playas son de guijarros o piedras, en eso no puede competir con la vecina Skiathos. La segunda es la espectacularidad del paisaje. Skópelos es la isla más verde y la más fértil del archipiélago, con grandes bosques de pinos y un paisaje típicamente mediterráneo de viñedos, olivos y almendros. También la que tiene una orografía más abrupta.  La tercera es el sabor griego de sus pueblos. Principalmente el de la capital, Skópelos o Jora, pero también los de pequeñas aldeas y tabernas al borde de las playas.

El nombre de Skópelos proviene de una palabra griega que significa “lugar de numerosos arrecifes

La Capital de la Isla: Jora

Chora es un pueblo típico griego apretujado en la colina que domina la bahía. Casas de un blanco reluciente, con tejados rojos y balcones y puertas de madera pintados de azul, entre las que se encuentran salpicadas coquetas iglesias ortodoxas. Las calles laberínticas, adaptadas a la ondulante orografía, lucen un blanco inmaculado y se adornan con pequeños detalles. Junto a los acantilados pequeñas plazas convertidas en terrazas de bares y restaurantes permiten contemplar luminosos atardeceres mientras se saborea la sencilla y sabrosa gastronomía de la isla. En la cima de la colina todavía se conservan los restos de una fortaleza veneciana, construida sobre la antigua acrópolis.

En el puerto un montón de tabernas para disfrutar de pescados frescos. Jora es el único lugar de la isla en el que podréis encontrar algo de marcha. Sin multitudes, pero con la posibilidad de poder bailar y divertirse hasta bien entrada la noche.

Monasterios Ortodoxos

Los monasterios están estrechamente ligados con la historia y las tradiciones de Skópelos. Había más de 40 en la isla, pero sólo quedan unos pocos en los que sobreviven exiguas comunidades de monjes.

Los más antiguos están en las montañas que rodean Jora. Una pequeña carretera, con fantásticas vistas, conduce a los retirados monasterios. Son pequeños recintos amurallados organizados en torno a la iglesia. Alrededor se distribuyen las celdas, la cocina y el resto de las dependencias monásticas. Todo en unas dimensiones muy reducidas, casi de juego de niños.

Los tres más llamativos son el Monasterio de la Metamorfosis del Salvador, el Monasterio de Santa Bárbara y el Monasterio de Prodromos o de San Juan Bautista.

Tranquilas Playas y Agrestes Montañas

Lo increíble de Skópelos son sus playas, rodeadas de verdes paisajes escarpados. Las de la costa sur son las mejores:

  • Kastani: La playa donde se rodaron más escenas de Mamma Mía! está en la costa oeste de la isla, muy cerca de Neo Klima, a medio camino entre Glossa y Skópelos. Estupendos chiringuitos.
  • Milia: Una senda entre árboles conduce desde Kastani a Milia, situada un poco más al sur. Una playa alargada, estupenda para nadar, y también famosa por las escenas de Mamma Mía!.
  • Limmonari: Pasa por ser la mejor playa de la isla. Arena blanca con sólo unas pocas piedras en una bahía preciosa. Encima tiene una terraza con piscina y chill out de lo más apetecible.
  • Agnontas: Muy cerca de Limmonari. En realidad, una minúscula playa con un bonito embarcadero y algunas tabernas en la orilla, pero la gracia está en que aquí se disfruta de uno de los mejores atardeceres de la isla.

Stafilos: Mítico fundador y pueblo con encanto

El pequeño pueblo de Stafilos, a sólo 4 km de la capital, domina la costa este. La playa y las típicas tabernas con vistas a la hermosa bahía suelen estar muy concurridos. Stafilos fue el mítico fundador de la colonia griega en la isla. A él se le atribuye la tradición del cultivo de la vid.

Desde el extremo de la playa de Stafilos se accede a la playa nudista de Velanio, en un paisaje mucho más salvaje bajo los acantilados.

Glossa y Agios Ioannis

En el otro extremo de la isla, todavía más abrupto, se levanta, aprovechando una pequeña meseta, Glossa, el segundo núcleo de población más importante de la isla. Aquí apenas hay turismo, de modo que pasear por sus calles es en muchos sentidos transportarse a otra época. Mujeres con pañuelo y hombres con sombrero a la vieja usanza.

A los pies de Glossa, en la costa sur de la isla, el puerto de Loutraki es la otra puerta de entrada a Skópelos. El nombre de Loutraki, “pequeño baño” en griego, proviene de sus aguas termales. Los surgentes termales siguen aprovechándose por un par de hoteles que continúan las viejas tradiciones que iniciaran los griegos clásicos hace 2500 años.

Agios Ioannis

Lo más espectacular de esta zona de la isla hay que buscarlo en el norte. Una estrecha y retorcida carretera lleva hasta Agios Ioannis, una gran roca unida a la costa por un tómbolo sobre la que se construyó una pequeña ermita. El fantástico juego de luces que acompaña al atardecer, cuando los tonos dorados contrastan con el verde de los árboles y el azul del mar, no deja indiferente a nadie.

Con razón fue el lugar elegido para la escena final de Mamma Mía!. ¿Quién no recuerda a Meryl Streep y Pierce Brosnan cantando “The winner takes it all” mientras los novios suben a la ermita? Por si fuera poco, un pequeño paseo lleva a una de las calas más encantadoras de la isla.

 

¿Dónde ver los Escenarios de la Película Mamma Mia!?

Los exteriores de la película son especialmente bonitos, pero recordar que la mayor parte de la película se grabó en unos estudios londinenses. No busquéis el hotelito de Villa Dona. No existe. Tan sólo cerca de la capital de Skópelos, en la bahía de Glysteri, el arco de entrada de la taberna llamada “To Palioo Carnegio” (por cierto, muy recomendable) es el que se utilizó como puerta de entrada de la Villa Dona. Cosas del cine
Buscar los escenarios de la película es divertido. Ahí van los principales:

Escenas de puerto

  • El pueblo desde donde Sophie manda las cartas es Skópelos, en los alrededores de la iglesia de San Nicolás. Por cierto, no hay que perderse el Jazz Club, donde al parecer Merely Streep se tomaba todos los días sus cubatas.
  • El lugar desde donde parten los tres supuestos padres es el puerto antiguo de Skiathos.
  • En Amarandos, una zona de acantilados cubierta de pinos en el suroeste de Skopelos, se rodó la escena en que Sophie brinda y se baña con sus tres posibles padres (“Our last summer”).

Escenas de Playa

  • Las playas de Skopelos que aparecen en las distintas escenas son las de Milia (“Does your mother know”) Kastani (“Lay all your love on me”, “I have a dream”) y Glysteri (“Honey, Honey”), donde además podremos ver el arco de entrada a Villa Dona.
  • La playa de Damouhari en el Monte Pelión fue el lugar del rodaje de la escena en la que todo el pueblo baja por el monte hasta la playa (“Dancing Queen”).
  • La espectacular escena final de la boda está rodada en la playa y capilla de Agios Ioannis Prodromos (“The winner takes it all”), muy cerca del pueblo de Glossa en Skópelos.
Dónde dormir:

Skópelos no tiene grandes hoteles, pero su oferta de alojamiento es amplia. La mayoría son alojamientos sencillos en los que se disfruta sobre todo del entorno. Dos opciones que destacan en la isla son:

Aegean Wave Hotel. Loutraki, Glossa, 37004 Skópelos. Tf +30 24240 33700 (www.aegeanwave.com). Ubicado sobre un acantilado que domina el puerto de Loutraki. Desde la terraza se divisa la isla de Skiathos y el Monte Pelión. Un lugar tranquilo con un buen restaurante desde donde se disfrutan unos atardeceres verdaderamente grandiosos. Desde 100 EUR en temporada alta la habitación doble con desayuno y vistas al mar.

Eulalia Studios & Villas: Jora, 37003 Skopelos Island. Tf: 69763 06207 (www.evlaliastudios.com). Situado al otro lado de la bahía de Skópelos, este pequeño complejo de villas y apartamentos rebosa tranquilidad y fantásticas vistas al mar en medio del verdor de la montaña. Todo construido con mucho gusto y con una tentadora piscina. Desde 75 EUR la habitación doble en temporada alta.

Dónde comer:

Las pequeñas tabernas con sus sillas de mimbre y manteles a cuadros son uno de los signos de identidad griegos. En Skópelos las hay por todas partes. ¿Cómo perderse esos maravillosos atardeceres en una mesa junto al mar mientras se degustan los platos de la sencilla cocina griega? Algunos locales especialmente recomendables son:

Finikas Restaurant: Jora, 37003 Skópelos. Tf: +30 24240 22008. Una pequeña taberna en la parte baja de la ciudad de Skópelos que reúne todas las características de los establecimientos tradicionales griegos. Los sencillos platos de cocina local son exquisitos. Alrededor de 15-20 EUR por persona.

Manolis Tavern: Neo Klima, Skopelos. Tf: +30 24240 33718. Una deliciosa taberna tradicional griega con vistas al mar. Pescado fresco y todos los platos de la cocina griega. Uno de los lugares que no hay que perderse. Alrededor de 15-20 EUR/persona.

Flisvos Seafood Tavern: Loutraki, Skopelos. Tf: +30 24240 33856. Un lugar para degustar excelentes pescados frescos a la orilla del mar. Alrededor de 20 EUR/persona.

Faros Restaurant: Loutraki, Glossa. Tf: +30 24240 33700. El restaurante del Hotel Aegean Wave es de lo mejor de la isla. Cocina mediterránea y platos tradicionales griegos servidos en una encantadora terraza con vistas al puerto de Loutraki y a la isla de Skiathos. Alrededor de 20-25 EUR/persona.

Excursión: Un Día en Skiathos

La isla de Skiathos concentra la mayor parte del turismo del archipiélago de las Espóradas. La razón principal son sus playas de arena blanca, sin duda las mejores de Grecia, rodeadas por grandes bosques de pinos. Quizás el exceso de turismo, facilitado por tener el único aeropuerto del archipiélago, le ha hecho perder un poco de ese sabor tan auténticamente griego que se disfruta en Skópelos. En cualquier caso, estando tan cerca merece la pena pasar un día en la vecina isla, al menos para catar sus playas.

Skiathos – Jora

La capital de la isla, Skiathos, ha crecido enormemente en los últimos años, pero aún tiene cierto sabor tradicional, sobre todo en su puerto. La ciudad se extiende en la costa sur y ha conservado esa blancura propia de los pueblos se las islas griegas. El Museo Marítimo, instalado en el pequeño islote de Burtsi, tiene una terraza ideal para desayunar mientras se contempla el bullicioso puerto. Luego queda callejear un poco por la ciudad vieja y llegarse hasta la Catedral de los Tres Gerarcas, con una plaza/mirador sobre el puerto, y a la Casa Museo de Alexandros Papadiamantis, el mejor escritor de la Grecia moderna.

Skiathos – Playas

Las playas más famosas y animadas están en la punta sureste de la isla. La larga playa de Koukounaries se extiende por la costa sur mientras la playa de Banana ocupa la costa oeste. Ambas son de arena fina y blanca, tienen aguas de un azul esmeralda impoluto y están rodeadas de un gran bosque de pinos. Eso sí, siempre están llenas hasta la bandera.

Otra opción, si os asustan las muchedumbres ruidosas, es ir a la playa de Vromolimnos, situada a medio camino entre Skiathos y Koukounaries, en la costa oeste de una pequeña península del sur de la isla. Una larga playa de arena fina y blanca y aguas cristalinas protegida por un bosque de pinos que suele estar bastante menos concurrida y tiene buenas tabernas para comer.