La Capital del Renacimiento, la ciudad de la armonía, las proporciones, el humanismo y la belleza suma, la que provoca el famoso «Síndrome de Stendhal», no puede dejar de ser uno de los imanes culturales de referencia mundial para cualquier viajero. La preciosa urbe toscana, vive inmersa en arte, en seducción de sensaciones, formas y colores que describen una sentimiento vital, que se originó en un brasero cultural medieval para dar lugar al Renacimiento; un hermoso foco de estilo, pensamiento y desarrollo humano, en el que de alguna forma, todos nos sentimos reflejados en nuestra cultura occidental moderna.
Si estas razones no son suficientes para avivar la sensibilidad e incitar a quien no conoce esta bellísima parte de Italia, dejad que los argumentos de las imágenes hagan lo suyo para convenceros que ir por primera vez, redescubrir o visitarla por enésima vez, no es más que un boleto de lotería con premio seguro para el humor y la satisfacción de un viaje gratificante.
La riqueza artística de Florencia es tan grande, que conviene trazarse un plan antes de la visita, para no ser demasiado ambiciosos e ir con la lengua fuera tratando de ver todo. Cuando además se trata de una primera visita, o bien, un viaje en el que nuestro objetivo principal es disfrutar de su ambiente de su entorno y de lo que envuelve una de las ciudades más bellas del mundo, lo mejor es intentar llevarse una idea general, no por seleccionada menos completa, pero asequible para un tiempo limitado del que dispongamos. De tal forma que cuando termine nuestra experiencia, tengamos la sensación de plenitud, de haber absorbido lo más interesante y brillante de esta capital mundial de la arquitectura, y nos queden ganas de volver para completar visitas, explorar, conocer más y aprender de todo lo que nos ofrece.
Una visita de fin de semana
Mi propuesta es dedicar un fin de semana a disfrutar de las maravillas que la ciudad ofrece de forma tranquila, sin dejar de lado algunas de las visitas más interesantes que se pueden realizar, pero sin hostigarnos y comprimir demasiado el itinerario. Así que dividiré las visitas en dos días, agregando alguna sugerencia sobre qué hacer, dónde comer y dormir para que el fin de semana sea todo un éxito.
Por supuesto, que habrá cosas que desdeñemos por falta de tiempo, pero al menos nos llevaremos una idea completa de lo que se puede ver, y visitaremos lo más representativo de una de las ciudades que más apelativos de admiración han levantado en viajeros durante más de seis siglos.
Primer día
Mañana:
1. Visita de la Catedral y Baptisterio (1) 2. Subida a la Cúpula o la Torre de la Catedral (2) para admirar las vistas de FlorenciaTarde:
3. Paseo y café por la Piazza della Signoria (3) 4. Visita del Palazzo del Popolo (4) 5. Visita del Museo Nazionale del Bargello (5)Segundo día:
Mañana:
6. Visita de la Galleria degli Uffizzi (7) 7. Paseo por el Arno, atravesando el Ponte Vecchio (8)Tarde:
8. Visita del Palazzo Pitti y paseo por los Jardines de Bóboli (8) 9. Subida a San Miniato al Monte (9) para disfrutar del atardecer con las preciosas vistas de Florencia Paseo de regreso hasta el centro de Florencia.
Primer Día
Con la ilusión del primer día, no podemos dejar para más tarde los monumentos más famosos y conocidos de Florencia, debemos empezar por las imágenes más icónicas de la ciudad; la Catedral y su ayuntamiento en la Piazza della Signoria.
En cuanto a visitas y museos, mi recomendación es subir al Campanile para disfrutar de las mejores vistas de la ciudad, y hacer tres visitas:
- Catedral y Baptisterio: La primera catedral Renacentistas del Mundo. Obra de Bruneleschi.
- Palazzo Vecchio: Un ayuntamiento de aspecto de fortaleza medieval (1322), reformado en el renacimiento (1540) con obras de arte repartidas por sus estancias en las que destacan muros y techos pintados con maravillosos frescos.
- Museo del Bargello: Un museo de escultura apto para inexpertos, y éxtasis para quienes saben. Su colección es tan bonita que no hace falta entender de arte para disfrutar de sus obras.
Mañana:
1. Visita de la Catedral y Baptisterio (1) 2. Subida a la Cúpula o la Torre de la Catedral (2) para admirar las vistas de FlorenciaTarde:
3. Paseo y café por la Piazza della Signoria (3) 4. Visita del Palazzo del Popolo (4) 5. Visita del Museo Nazionale del Bargello (5)1. «Il Duomo» – Catedral y Baptisterio y Campanario
Quizá no haya una mejor forma de empezar una visita a Florencia, que conociendo su grandiosa Catedral (1), «Il Duomo», que consta de tres construcciones separadas, muy al estilo italiano del Cuatrocento y Cinquecento: De un lado el maravilloso Baptisterio (2), del otro el cuerpo principal de la sede episcopal, coronada por la majestuosa y técnicamente innovadora y maravillosa cúpula de Brunelleschi (el iniciador de la arquitectura renacentista).
2. Subida al Campanario
Y por último nos queda subir los 414 escalones del esbelto y hermoso Campanario. La torre exenta de la Catedral es un perfecto mirador para maravillarse con las extraordinarias vistas de toda la ciudad. Desde lo alto del Campanile del Duomo (3) las vistas alcanzan toda la campiña de Florencia, y la ciudad se extiende a nuestros pies, uniforme y perfecta como una maqueta. Aquí puedes ver de este a oeste, algunas fotos del paisaje monumental que se ve desde lo alto, de este a oeste y siempre mirando hacia el sur.
Alternativamente, también se puede subir a la Cúpula de Brunelleschi. Las vistas son similares, aunque su altura es algo inferior. Resulta interesante comprobar las proporciones de la obra cuando se ve el interior de la cúpula desde lo alto.
3. Piazza della Signoria
El segundo punto monumental e imprescindible en nuestra visita a Florencia, es la Piazza della Signoria (4), que traducido viene a ser algo así como la Plaza de la Soberanía, por ser la Señoría, el título o capacidad que ostentaba la ciudad para dictar sus propias leyes y justicia.
Esta plaza es asombrosa, te sobrecoge, tanto que yo diría que su belleza no tiene palabras para describirse ya que es para mí, el museo al aire libre más hermoso del mundo. Alberga una de las colecciones de escultura más excepcionales que se puedan ver: Escultores como Miguel Angel (El David), Giambologna (El Rapto de las Sabinas), Benvenuto Cellini (Perseo), o Ammanati (Fuente de Neptuno) entre otros decoraron con sus obras de inigualable valor los espacios públicos; la plaza y Loggia dei Lanzi, el edificio de contratación o lonja que servía para dar espacio al próspero comercio de la ciudad.
5. Palazzo Vecchio o Palazzo del Comune
Frente a la Loggia de grandes arcos y espacio diafáno, se levanta el Palazzo del Comune (5), un hermoso edificio del siglo XIV que posee en su interior varias salas históricas que hacen las delicias de los amantes del arte y la política, por sus frescos de temas de gobierno, que decoran las paredes, y que no deberíais de dejar de visitar por dentro.
Podríais pasar horas y horas admirándola. Yo os recomiendo aprovechar para daros el gustazo de tomar un café en alguna de sus terrazas, o mejor aún, darse el lujo de hacerlo en uno de los restaurantes que hay en algunas terrazas que dan a la plaza. Cenar en primavera a la luz de las velas, con este panorama a tus pies no tiene igual.
Segundo Día
El segundo día aun hay una lista casi inagotable de cosas que podríamos ver, pero calma, sabiendo que todo no lo podemos abarcar, vamos a fijar el objetivos en conocer y visitar los más importantes y famosos, que sin duda, dejaran un mejor recuerdo de nuestro paso por Florencia.
Comenzaremos la mañana callejeando de nuevo por la Piazza della Signoria, para entrar en una de las Pinacotecas más importantes del mundo, la Galleria degli Uffizzi (6) (Galería de los Oficios), luego atravesaremos el Arno por el Ponte Vecchio hacia el barrio de «Oltrano» (más allá del Arno) para visitar los Jardines de Boboli y el Palazzo Pitti (7), y terminar dando un paseo subiendo hasta San Miniato al Monte (8) con una de las estampas clásicas más bellas de Florencia, el atardecer con la ciudad a nuestros pies y el sol tiñendo de rojo el río.
Mañana:
6. Visita de la Galleria degli Uffizzi (7) 7. Paseo por el Arno, atravesando el Ponte Vecchio (8)Tarde:
8. Visita del Palazzo Pitti y paseo por los Jardines de Bóboli (8) 9. Subida a San Miniato al Monte (9) para disfrutar del atardecer con las preciosas vistas de Florencia Paseo de regreso hasta el centro de Florencia.6. Galleria degli Uffizzi
La primera visita del día es difícil de digerir si pretendes «comértela» entera, entre otras cosas porque la colección además de extensísima, es interesantísima. Siendo realistas, lo mejor sería determinar una zona objetivo para admirar una parte de la colección y pasear por el resto de la colección simplemente dejando que nos lleve el interés a aquellas pinturas que os llamen la atención. De otro modo, además de agotados, es que no se tienen horas…
Yo la primera vez no pude evitar pasar la mayor parte del tiempo en la pintura del cuattrocento y cinquecento, los pintores del Renacimiento Florentino e Italiano, que son también los más conocidos y sus pinturas las más famosas. Las salas 7 y 8 con Paolo Uccello y Filippo Lippi, o las 10-14 con las obras de Botticcelli, busca las obras de Bellini en la sala 21 y luego las de Miguel Angel y Rafael en la 25 y 26 respectivamente. No son todas, pero sí las que más me emocionaron. A veces, sobre todo frente a Botticcelli hasta se me erizaban los pelos de los brazos, me emocionaba, por su belleza y porque además me resultaban tan familiares todas. Eso es lo bueno de este museo, que hasta quien no sabe, sabe que ha visto esos cuadros alguna vez.
7. La Fontanta del Porcellino y el Ponte Vecchio
Tras la visita del Museo, daremos un paseo pasando por el Mercato Nuovo para ver uno de los símbolos de Florencia, el jabalí de la Fontana del Porcellino, que cuenta la leyenda que se le frotas el hocico para tener buena suerte y regresar a la ciudad.
Aquí puedes comer en alguno de los restaurantes y trattorias que rodean la plaza, más tarde seguir la calle principal que te lleva al río Arno. Entrarás en el Ponte Vecchio. Para disfrutar de las mejores vistas y hacerse las fotos de rigor, tendrás que andar un poco a lo largo del paseo, o incluso hasta el siguiente puente.
El Ponte Vecchio es un precioso ejemplo de puente medieval con tiendas sobre el mismo. En realidad es además el más antiguo de los puentes de Florencia que ha sobrevivido a varia crecidas y sigue en pie desde 1345, en que fue edificado por un discípulo de Giotto, Tadeo Gaddi. La característica más chic del Ponte Vecchio, además de sus tiendas, algunas de joyas y plata, es que se los Medici, mandaron construir una pasarela a un nivel superior para poder pasar sin mezclarse con la plebe desde la Galleria degli Uffizzi hasta sus posesiones en el Palazzo Pitti y los Jardines de Bóboli; precisamente nuestro siguiente destino.
8. Palazzo Pitti y Jardines de Bóboli
El Palazzo Pitti fue iniciado en 1457 por el banquero Luca Pitti. Esta familia competía con los Medici en riqueza e influencia en el gobierno de la ciudad. Cuando los Pitti se arruinaron, entre otras razones, por intentar concluir las obras de un palacio de tan grande, los Medici lo adquirieron (1550) y a partir de ese momento, pasó a ser la residencia de los gobernantes de Florencia.
El imponente edificio renacentista que abruma por sus dimensiones no es solo un contenedor hermoso, el interior tiene mucho que ver. Una de las cosas que resultan más interesantes es la Galería Palatina. Estas salas no se organizan por cronología o temáticas, sino que se han dejado los cuadros (obras maestras renacentistas y barrocas) tal y como se dispuso su colocación cuando los Medici vivían aquí. Esto da la oportunidad de hacerse una idea de la vida de palacio entre los siglos XVI y XVIII y de ver las obras de arte en el lugar para el cuál fueron adquiridas.
Para completar esta visión, visita también los Appartamenti Monumentali. Salas resienciales decoradas en el XVIII con estucos, frescos y poseen un mobiliario muy llamativo.
Otras salas albergan un Museo de Trajes (Galleria dei Costume); un Museo de Orfebrería (Museo degli Argenti), es quizá uno de los más importantes del mundo en su género con piezas excepcionales; y un Museo de Arte Moderno.
Qué no te debes perder:
- La Galería Palatina
- Los Apartamentos Monumentales
Una vez realizada la visita del palacio, hay que disfrutar de un paseo por sus jardines:
Los Jardines de Bóboli fueron concebidos en 1549, cuando el Palacio fue adquirido por la familia Medici. El paseo es una maravilla, ya que el espacio está concebido al más puro estilo renacentista italiano combinando a la perfección elementos arquitectónicos, parterres y esculturas que decoran innumerables rincones. Descubrir estos pequeños lugares tiene muchísimo encanto, y sin duda es una de las visitas que más se recuerdan por su belleza, quietud y armonía.
Qué no te debes perder:
- el Isolotto
- la Grotta Grande
- el Anfiteatro…
- y si me apuras, la estuatua regordeta de Baco que hay junto a la entrada es una de las más curiosas.
9. San Miniato al Monte
La forma ideal de terminar una visita a Florencia es viendo un atardecer desde la colina sobre la que se levanta esta preciosa iglesia románica. El Paseo se puede iniciar desde el Ponte Vecchio por la Via Bardi y Via di San Niccolò que corren paralelas al río, hasta la Plaza Giuseppe Roggi. Desde aquí, una escalinata alcanza primero el Piazzale Michelangelo, con la inconfundible copia de la estatua del David, en la que parejas y turistas compiten por selfies.
Si aún te quedan ganas de caminar un poco, y sobre todo ganas de ver un poco más de arte, en este caso incluso más antiguo, has de acercarte hasta San Miniato del Monte. Posiblemente una de las iglesias románicas más bonitas de la Toscana. Tiene prácticamente mil años, porque se construyó en 1018. Su fachada con mármoles geométricos en distintos colores que recuerdan el revestimiento de la catedral, data de 1090, y parece que está terminada ayer. En el interior, recogido y místico, los iconos y mosaicos nos recuerdan el arte bizantino, y la cripta sostenida por unas columnas con preciosos capiteles historiados, es una maravilla.
Ahora ya haciéndose la noche, sólo nos queda regresar a nuestro punto de partida, hotel o restaurante para cenar y rememorar en lo posible todo lo visto, para que queden grabadas en el cerebro todas las imágenes tan sugerentes y emocionantes, que Florencia nos ofrece abierta, infinita en arte y amable a la vista como ninguna ciudad en el mundo.
Con este mapa puedes localizar los lugares descritos en este artículo, e incluso usarlo en tu Smartphone para ayudarte a encontrar el mejor camino para llegar hasta ellos.