Jordania (V): Jerash & el Mar Muerto

La primera parte de esta etapa del viaje de Jordania nos llevará desde el Mar Rojo al Mar Muerto. En pocos lugares del mundo se puede realizar un viaje tan especial, en el que partiendo del nivel del mar en Aqaba y dirigiéndonos al interior continental, la ruta en lugar de subir, baja. Y baja no menos de cuatrocientos metros en un pronunciado escarpe. Los aproximadamente 270 km de recorrido que hay entre Aqaba en el Mar Rojo, y el centro hotelero del Mar Muerto se realizan en unas 3 horas de viaje por una buena carretera.

El Mar Muerto es una extravagancia geológica. Un valle metido a más de cuatrocientos metros bajo el nivel de los océanos, y sin salida al mar que separa Jordania de Israel. Es tan salado que no posee vida, y tan denso que al flotar se puede leer un libro sin que se moje.

Tras estar alojados en uno de los resorts del Mar Muerto para descansar, darnos un baño y alguna cura de lodos, salimos hacia una de las ciudades grecorromanas mejor conservadas de Oriente Medio, Jerash (Gerasa romana) fue abandonada durante siglos tras la caída del Imperio Romano. Perteneció a la Decápolis, liga de ciudades de Oriente Medio que asociadas al Imperio Romano, conservaron cierta autonomía política. Gerasa es a Jordania, lo que Palmira a Siria o Baalbek a Líbano, la próspera ciudad se conservó precisamente gracias a su situación de abandono. Situada en las montañas de la estrecha franja fértil de Jordania, en los altos del valle del Jordán, se encuentra a menos de una hora de coche de la capital Amán, por buena carretera.

El Arco de Adriano, emperador romano de origen hispano que visitó la ciudad, da la bienvenida a unas de las ciudades romanas más impresionantes de Oriente Medio. Posee una gigantesca plaza ovalada con columnas única en la antigüedad. Los templos de Zeus y de Artemisa, el Ninfeo y la gran avenida columnada que conformaba el “Cardus Maximus” la calle mayor de entonces, son los principales atractivos. Pero además, especialmente en primavera cuando los campos están tan verdes y repletos de forraje, la visita viene amenizada por los rebaños de cabras que pastan entre piedras, y que añaden un toque exótico y pintoresco a la visita.

Este será nuestro último destino en Jordania. Y desde aquí enfilaremos el aeropuerto internacional de Amán para regresar a casa después de una semana emocionante, en la que hemos descubierto un país con un extraordinario legado histórico, acogedor y amigable, en el que todo ha sido fácil para la visita.

Mapa de Jerash & Mar Muerto

En este mapa encontrarás todos los lugares de interés turístico descritos en este artículo. Puedes usarlo para navegar y llegar hasta todos ellos.

Los lugares tienen ubicaciones precisas en la medida de lo posible pero se puede garantizar que la navegación sea siempre exacta. Hay que tener en cuenta que es una herramienta pensada para facilitar la comprensión geográfica del post y siempre conviene verificarla y usar el sentido común.

Del Mar Rojo al Mar Muerto

Desde Aqaba a la zona hotelera de las orillas jordanas del Mar Muerto se extiende una carretera que transcurre paralela a la frontera con Israel.

Por la Ruta 65

Los aproximadamente 275 km de buena carretera se pueden recorrer en algo más de tres horas. El paisaje desértico que se descubre durante los primeros 150 km varía desde un erial pedregoso a una zona de dunas vivas de gran belleza. Siempre flanqueados por los escarpes montañosos tanto del lado de Israel como del Jordano. Para los más expertos en leer geografía es posible detectar las montañas de Petra en un momento del trayecto.

Pero lo más sorprendente de esta ruta, es que después de reseguir un pasillo natural bastante llano en dirección sur-norte, llega un momento en el que la carretera se encuentra con un gigantesco socavón geológico. Increíblemente viniendo del mar hacia el interior, la carretera baja estrepitosamente más de 600 metros de altura para alcanzar las orillas de este mar en recesión.

Los siguientes 100 km trascurren a lo largo de la orilla oriental del Mar Muerto. En una primera fase de unos 50 km, las orillas alojan industrias, salinas e intentos de conquista al mar de terrenos para la agricultura que no han tenido demasiado éxito. Tras ello los últimos 50 km antes de llegar al centro hotelero, el paisaje es abrupto, las montañas se juntan a las orillas, y la carretera serpentea entre terraplenes creando bonitas vistas.

El Resort del Mar Muerto en Jordania reúne los hoteles de cadenas internacionales. Ocupa una estrecha franja de unos 7 km, y cada complejo hotelero posee su propio tramo de playa privada en la que poder bañarse para comprobar la alta salinidad y densidad de sus aguas, que no permiten vida alguna, y que sobre todo causan esa intrigante sensación de flotar sobre su superficie de forma tan extraordinaria.

Visita de Jerash

La transcripción de topónimos del árabe al castellano a menudo presenta diferencias en función de qué sonidos fonéticos atribuimos a las letras latinas de nuestro alfabeto. Por esta razón si los nombres llegan transcritos desde el inglés su grafía puede variar a la que le daríamos los españoles transcribiendo desde el árabe directamente. A modo de aclaración, utilizo Jerash para referirme a la ciudad moderna, y Gerasa al yacimiento de la ciudad antigua romana en este artículo.

Entrada a Gerasa (Arco de Adriano & Circo Romano)

Cuando se accede al recinto arqueológico de Gerasa, se atraviesa un bazar cubierto con muchas tiendas de artesanía y recuerdos, lógicamente convine dejar las compras para la salida de nuestra visita. Al salir, nos encontramos con el primer gran monumento:

El Arco de Adriano, es un arco de triunfo monumental de 13 metros de altura que marcaba la entrada monumental a la ciudad de Gerasa. Fue levantado para conmemorar la visita del Emperador de origen Hispano en el año 129.

Rebasado el arco, nos encontramos con el denominado hipódromo, el antiguo Circo Romano de la ciudad. Es la estructura civil más grande de Gerasa con 244 metros de largo y 50 metros de ancho. Servía para albergar las carreras de cuádrigas y otros espectáculos romanos. Construido durante el siglo II, tenía capacidad para hasta 15000 espectadores. Hoy en día es usado para representaciones históricas de época.

Sur de Gerasa (Puerta Sur, Tempo de Zeus y Teatro Sur)

Al final del hipódromo, veremos la Puerta Sur, una estructura monumental que marcaba los límites meridionales de la ciudad amurallada. Fue levantada hacia el año 130 d.C. Un perímetro de 3,5 km de murallas rodeaban las cien hectáreas  en las que se reunían los edificios oficiales, religiosos y administrativos de Gerasa, dejando al este la parte residencial de la misma. Esa misma distribución sigue la ciudad hoy en día.

Una vez traspasadas las puertas de Gerasa, la vista nos lleva a admirar el Templo de Zeus, que edificado sobre una colina, preside el acceso a la ciudad y la domina como si fuera un centinela. Este Templo Romano fue edificado en el año 162 d.C. sobre los restos de un templo helenístico dedicado a la máxima deidad griega. Desde aquí se puede contemplar una de las vistas más maravillosas del conjunto de la ciudad de Gerasa y percatarse de la importancia que esta urbe llegó a tener en el Mundo Antiguo. Nótese el gran tamaño de la cámara sagrada del edificio, y las cornisas decoradas que han salido a la luz en las distintas excavaciones arqueológicas, que destacan por sus gráciles diseños y enormes tamaños.

El Teatro Sur: Desde el exterior poco parece advertir de la grandiosidad de este edificio público. Es sobre todo cuando se toma altura hasta una altura suficiente de su graderío cuando se aprecia la armonía y belleza de un teatro que posee una vista general de la ciudad de Gerasa como telón de fondo. Sus 32 filas de gradas de asientos poseían la sorprendente capacidad para 5000 espectadores, y un estado de conservación magnífico. Hoy se sigue utilizando para festivales culturales por la increíble acústica. Fue levantado a finales del siglo I d.C. entre los años 81 y 96. Desde las gradas se pueden escuchar los susurros de los visitantes en la escena, o el potente sonido de la banda jordana de gaita escocesa que a menudo ameniza el recinto.

Centro de Gerasa (Plaza Oval & Cardus Maximus)

La Plaza Oval es el elemento más característico y especial de Gerasa. Se trataba del Foro de la ciudad romana. Con 90 metros de  largo y 80 metros en su punto más ancho, la plaza estaba rodeada por columnas corintias y conectaba el Cardus Maximus (la calle principal de la ciudad romana) con el Templo de Zeus.

Esta plaza de forma tan inusual en las ciudades romanas, servía como mercado y sitio de esparcimiento. 56 columnas jónicas rodean la misma dándole un aspecto solemne y de una belleza estética sublime, apreciada mejor desde las alturas. -Conviene apreciar su majestuosidad desde lo alto del Templo de Zeus-, también contribuye al efecto, el hecho de que se haya conservado su suelo original de grandes losas de piedra, cuya peculiaridad radica, en que las piezas de piedra sean más grandes a medida que nos alejamos del centro de la plaza.

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El Cardus Maximus era el nombre que se le daba a la calle principal de las ciudades romanas cuyo trazado era norte-sur. El de Gerasa partía desde la Plaza Oval y atravesaba el centro flanqueado por columnas que servían de peristilo a tiendas, templos y edificios administrativos. Se conserva el enlosado original cas completamente. A unos 300 metros  se levanta el Tetrápilo Sur, antiguamente un arco doble cuadrado que señalaba el punto de confluencia del Cardus Maximus y el Decumanus (la calle principal de una ciudad romana cuyo trazado trascurrría de este a oeste).

Poco más adelante está el Ninfeo. Este elegante monumento, era la principal fuente ornamental de Gerasa. Situada en el lado occidental del Cardo Máximo, fue levantada en el año 191 en honor de las ninfas, las deidades acuáticas mitológicas . Una gran cascada descargaba sus aguas sobre una gran pilata de mármol, con estatuas y columnas decoradas. Una semicúpula en forma de vieira cubría la estructura.

Norte de Gerasa (Teatro Norte, Templo de Artemisa)

El Tetrápilo Norte es un doble arco cuadrado señalaba el acceso norte a la zona de templos de Gerasa. Mejor conservado que su opuesto Tetrápilo Sur, situado entre la Plaza Oval y el Ninfeo, en la confluencia del Cardus Maximus y el Decumanus.

Tras el tetrápilo norte, el Cardus Maximus se prolonga otros 200 metros hacia el norte hasta la Puerta Norte, entrada norte del recinto amurallado de la ciudad de Gerasa, que daba la bienvenida a los viajeros que llegaban desde la ciudad de Pella. Este monumento fue levantado por el emperador romano Claudio Severio (115 d.C.)

El Teatro Norte funcionaba más como lugar de reunión de gobierno, aunque sin detrimento de actuaciones artísticas. Fue levantado en el 165 con posteriores mejoras en 235. Sufrió los destrozos de un terremoto, y proporcionó piedras como cantera para algunos edificios bizantinos, pero la rehabilitación le ha devuelto parte de su esplendor. Podía llegar a alojar 2000 espectadores, y las barandillas que dan acceso a la cavea están decorados con bajorrelieves de musas y músicos de gran belleza.

Un poco más arriba, aupado en la colina, el Templo de Artemisa, es el más grande de Gerasa, estaba dedicado a Diana (Artemisa para los griegos, que era hija de Zeus y Leto) , la diosa de la caza y la fertilidad. Fue levantado en 165-170d.C. Estaba completamente cubierto de mármol y adornado con estatuas de la diosa. . Doce columnas corintias cerraban el pórtico del templo. Tras el Edicto de Teodosio (386 d.C.), el templo sufrió el abandono y la pérdida de sus riquezas para la construcción de diversas iglesias cristianas y dotaciones para la ciudad de todo tipo. Para observarlo mejor se puede dar la vuelta al gran recinto que lo rodea, tomando altura sobre las colinas contiguas. La vista del conjunto es formidable.

Mirador de Jerash / Gerasa

Antes de terminar nuestra visita y volver sobre nuestros pasos desde la Plaza Oval hasta el aparcamiento, no hay que dejar de llegar a este punto alto de la ciudad romana, desde donde se tiene un panorama precioso del yacimiento arqueológico en su totalidad. Todo el conjunto se observa desde aquí, pudiendo ver también al fondo hacia el este la ciudad nueva separada por el río. Durante la primavera es bastante común observar los rebaños de cabras pastando entre las ruinas, aportando una imagen pintoresca a la visita.

Siendo ésta nuestra última visita en Jordania, regresamos para realizar el último desplazamiento en coche de algo más de una hora para llegar al aeropuerto internacional de Amán. Tras una emocionante semana, hemos podido descubrir un apasionante país, tranquilo, acogedor y amigable, donde hemos visito una de las Maravillas del Mundo actual, Petra; también algunos de los paisajes más bellos del mundo, Wadi Rum; una de los yacimientos arqueológicos romanos mejor conservados del mundo, Jerash;  el punto más bajo de la Tierra y su extravagancia geológica en el Mar Muerto; y castillos medievales pertenecientes a tres culturas árabe, cruzados cristianos y otomanos en Qasr Kharanah,  Shobak o Al-Azraq.

Todo un viaje más cerca y fácil de lo que hubiéramos podido imaginar antes de hacerlo y del que volvemos tremendamente satisfechos.