Etiopia es uno de los países más interesantes de África. Su cultura milenaria hunde sus raíces tres mil años atrás, a tiempos del Rey Salomón y la Reina de Saba, cuyo hijo Menelik I, fue el primer emperador etíope de la estirpe que gobernó sin pausa (discutiblemente) hasta el siglo XX.
Fue el único país africano que no fue colonizado por ninguna potencia europea. El primero en abrazar el Cristianismo a partir del S.IV, y el primer país del mundo en acuñar moneda con el símbolo de la cruz. Su legado cristiano ortodoxo ha marcado su cultura y sociedad durante más de 15 siglos, dejando muestras de su arte y arquitectura por todas las tierras altas del país. Centros espirituales de religiosidad y peregrinación como Lalibela o Axum. El primero con unas iglesias rupestres monolíticas únicas en el mundo, el segundo con los yacimientos arqueológicos del Imperio con mayor repercusión que haya tenido la historia de África. Otras ciudades atesoran castillos de etilo Hindo-portugués, como Gondar, también capital de Abisinia por un tiempo. Y más al sur, junto a lago Tana y las fuentes del Nilo Azul, monasterios cristianos dispersos que aseguraban la trasmisión cultural y el legado ortodoxo, creando tesoros artísticos en forma de frescos coloristas, y otros objetos litúrgicos de gran utilidad para predicar su fe.
Todo ello en una tierra de contrastes y de paisajes increíbles, desde los -120 metros bajo el nivel del mar en la Depresión de Danakil a los más de 4500 del macizo de las Montañas de Simien. Desiertos infernales con las mayores temperaturas de la Tierra, fértiles tierras altas y lagos llenos de vida poblados de hipopótamos y cocodrilos, y cornisas de alta montaña en donde reinan las manadas de babuinos gelada, y otros animales salvajes típicos africanos como las avestruces, los camellos y mucho, mucho ganado por calles y carreteras que acompañan a una gente estilizada, orgullosa de su cultura, elegante en sus formas y movimientos y sobre todo muy hospitalaria.
Este podría ser un rápido resumen de lo que ha sido un viaje inolvidable de dos semanas al país que fue bautizado por los árabes como «Habashiya«, tierra de mezcla, de la que derivó el nombre por el que históricamente hemos conocido a este país, «Abisinia«.
Etiopía es un país muy extenso, casi dos veces España, y muy variado. El sur y suroeste están cubiertos de selva y fauna típicamente africana, de pueblos diversos de una gran riqueza cultural que combinan las religiones cristiana, musulmana con las creencias ancestrales y animistas. El este es árido, es sabana que progresivamente va convirtiéndose en desierto, y está escasamente poblado. Sus pueblos están emparentados con los somalíes y son predominantemente musulmán.
Este artículo pretende condensar los atractivos turísticos del centro y norte de este país, la zona que coincide más o menos con la parte histórica y el legado cultural milenario de los antiguos imperios Abisinios. Os intentaré resumir en poco espacio las razones principales porque este país me sedujo, las visitas ineludibles que deberíais realizar si decidís algún día visitarlo, y por último mostraros algunas de las imágenes más bellas tomadas durante mis visitas al norte de Etiopía.
Por lo tanto, es mejor alquilar un vehículo todo terreno con chófer. Mejor ahorrarse el estrés de las travesías de población, la orientación y el ganado que a todas horas hay que sortear en ruta. No resulta demasiado caro si se contratan los servicios a través de una agencia local como paquete (transporte + alojamiento + excursiones) y suelen ser personalizadas. En nuestro caso individualizada para las cuatro personas que componíamos el grupo.
Ethiopian Airlines tiene muchas frecuencias semanales o incluso diarias a los principales destinos turísticos. No resultan caros, pero sal más económico comprarlos a través de un agente local como parte de un paquete que por cuenta propia a través de internet.
Un vuelo interno puede salir por 80€, sin embargo nosotros compramos a través de agencia local un total de 3 vuelos internos (Addis-Lalibela con escala en Bahir Dar; Lalibela-Mekele; Bahir Dar-Addis) que nos salieron por menos de 150€ en total, más o menos 50€ por trayecto.
Lalibela, Mekele, Axum, Gondar y Bahir Dar cuentan con aeropuertos y conexiones con Addis Abeba, en algunos casos incluso diarias.
En este mapa de Google podréis encontrar todos los puntos descritos en este artículo, las rutas que podéis seguir, las principales localidades interesantes desde el punto de vista turístico y los puntos de interés más apasionantes del norte de Etiopía.
Principales destinos en el Norte de Etiopía:
- Lalibela: Capital espiritual de Etiopía.
- Conjunto de Iglesias rupestres Patrimonio de la Humanidad
- La Depresión del Danakil
- Desiertos, la magia de colores del lago Dalol y el cráter de lava del Erta Ale
- Axum: Capital Imperial de Abisinia.
- Obeliscos monumentales precristianos y buscar la leyenda del Arca de la Alianza.
- Los Montes Simien:
- Un trekking por el techo de África y ver los babuínos gelada
- Gondar: Capital imperial durante el S.XVII.
- Recinto de Castillos imperiales Patrimonio de la Humanidad
- El Lago Tana y las Cataratas del Nilo Azul
- Monasterios medievales con pinturas murales y las segundas cataratas más grandes de África.
Se puede volar directamente a Lalibela, Mekele, Axum, Gondar o Bahir Dar (Lago Tana), pero la mayor parte de los viajeros escoge pasar al menos dos días en Addis Abeba para coger el pulso a la capital antes de emprender el viaje o a veces, al final del mismo.
Aquí os describimos los principales atractivos de estos destinos, su descripción y en grandes líneas lo que se puede descubrir en cada uno de ellos.
Addis Abeba (2 días)
La ciudad de Addis Abeba es una metrópolis de más de cinco millones de habitantes levantada en medio de la llanura del altiplano etíope y jalonado por montañas. Entre caótica y tranquila, moderna y tercermundista, los contrastes se suceden constantemente en una ciudad en constante crecimiento y cambio. Cada vez más asfaltada, con barrios que empiezan a tener aspecto desarrollado, pero que conviven con zonas embarradas y de malas construcciones.
Desde el punto de vista estético no hay mucho que resaltar pero en Addis podéis encontrar algunos museos interesantes como el Museo Nacional, buenos restaurantes y algunas de las mejores tiendas de artesanía y antigüedades de África.
Addis es bastante segura. No quiere decir que no debáis tomar algunas medidas de precaución, pero sí que no se respira para nada inseguridad y que sus gentes son amables y agradables con los visitantes y no se percibe para nada el clima de violencia que puedes notar en otras capitales africanas.
Lalibela: Capital espiritual de Etiopía (2 días)
Lalibela es hoy un pequeño pueblo en el corazón de las montañas etíopes al que la historia le otorgó el privilegio de ser sede imperial de Abisinia durante el S.XII, legando uno de los tesoros más sorprendentes de África, las iglesias excavadas en roca. Once monumentos monolíticos increíbles, horadados en peñas basálticas y construidos como si fueran gigantescas esculturas labradas a cincel. Son Patrimonio de la Humanidad desde 1978.
Segunda ciudad Santa de la religión ortodoxa etíope tras Axum, es meta de peregrinaje para muchos, siendo escenario de muchas celebraciones religiosas. Aquí además podréis descubrir un conjunto de iglesias monolíticas rupestres único en el mundo. La iglesia de San Jorge (Bet Gyiorgis) es la imagen icónica de la promoción del turismo de Etiopía por todo el mundo. Un par de días es conveniente dedicarle para descubrirlo y disfrutarlo con cierta tranquilidad.
La Depresión y Desierto de Danakil (3 días)
Esta remota región del norte de Etiopía, que linda con Eritrea y Djibuti, apenas si registra precipitaciones y soporta las más altas temperaturas de la Tierra (llegan fácil a los 50ºC durante el verano y durante nuestra visita en el mes noviembre estuvimos a 42º).
Hasta aquí lo mejor es llegar con excursiones organizadas que suelen partir de Mekele. Se pueden contratar desde dos a cinco días. Con tres días será suficiente al menos para tener una aventura inolvidable descubriendo las minas de sal, el lago Afrera en el que puedes flotar leyendo un periódico (como en el Mar Muerto), las lagunas multicolores volcánicas de Dalol, y subir al cráter del Erta Ale, uno de los únicos volcanes del mundo en los que puedes llegar hasta las mismas puertas del infierno, viendo la lava candente en su interior desde el mismo borde del abismo.
Axum: Cuna de la Etiopía Imperial (1 día)
Capital histórica de un imperio que en la antigüedad comerciaba con Roma o Persia. Axum es la ciudad de las mil leyendas, entre ellas la del Arca de la Alianza, que según la tradición etíope se custodia aquí. Si eso no es suficiente para atraer vuestra curiosidad, también os asombrarán sus monumentos. Obeliscos de más de mil años que aún están en pie, solo comparables con los egipcios. Estelas, mausoleos y numerosos vestigios arqueológicos que hablan de un imperio de gran riqueza e iglesias rupestres y monasterios de gran misticismo que se reparten en un paisaje de altiplanice y montañas perfecto para el desarrollo de una cultura de vida ermitaña que aun persiste.
Es la ciudad sagrada de los cristianos ortodoxos etíopes, y el lugar de celebración de numerosos ritos relacionados con la religiosidad y espirtitualidad de Etiopía.
Los Montes Simien (2 días)
La cordillera más alta de Etiopía, es un escudo montañoso muy antiguo erosionado durante millones de años, que ha creado barrancos y valles escarpados de extraordinaria belleza. Sus cumbres son tan altas como los Alpes y después del Kilimanjaro y el Monte Kenia son las más altas del continente. El Monte Dashen con 4.500 mts de altura, es el más elevado, pero hay media docena de cumbres que superan los 4000 mts.
Estas montañas sirven de refugio y último reducto a especies de mamíferos en peligro de extinción como el íbice Walia, el lobo abisinio o los babuínos Gelada. Se pueden realizar trekkings de duranción entre dos y siete días que te descubren los mejores paisajes y que con un poco de suerte ver en su hábitat alguno de estos animales. Los babuínos Gelada son más abundantes y menos escurridizos y fácilmente se dejan ver y puedes llegar a estar muy cerca de ellos.
La única forma de visitarlos es a pie, es un Parque Nacional protegido, y hay que estar bien preparado físicamente porque aunque el trekking no sea excesivamente duro, el realizarlo en condiciones de altitud por encima de los 3000 mts puede resultar muy cansado. Los paisajes y las escenas de naturaleza y fauna compensan con creces el esfuerzo.
Gondar (1 día)
Al sur de las Montes Simien, de nuevo en los territorios agrícolas fértiles del altiplano, la ciudad de Gondar está inscrita tambien en la lista de la Unesco de Patrimonio de la Humanidad, por el conjunto de castillos reales que los emperadores etíopes construyeron durante el siglo XVII.
Lo más sorprendente de estos castillos levantados en el medio de África es su estilo, ya que fueron edificados bajo la influencia de los contactos que Abisinia mantuvo con los portugueses y su comercio con éstos y sus colonias indias. Los castillos parecen sacados de la época medieval europea pero con toques decorativos con influencias de la India.
Lago Tana & Cataratas del Nilo Azul (2 días)
Desde la moderna capital del estado de Amhara, Bahir Dar, que se extiende a orillas del cuarto lago en extensión de África, se pueden descubrir los asombrosos Monasterios Ortodoxos del lago Tana. Un conjunto de unos 21 cenobios, e diferentes tamaños, que cuentan con tradiciones que se remontan casi veinte siglos. Estos monasterios destacan por su decoración con pinturas al fresco de los siglos XIV al XVI. Pinturas de gran belleza y riqueza cromática que han llegado hasta nuestros días en un increíble estado de conservación. Únicas en esta parte del mundo.
Si no se dispone de mucho tiempo, lo mejor es visitar el Monasterio de Ura Kidane Mehret porque es uno de los más cercanos a Bahir Dar. Es posiblemente el más grande y con las pinturas más bonitas, y permite el acceso a las mujeres (hay muchos monasterios y templos en Etiopía cuyo acceso es restringido al visitante femenino).
Pasear por las orillas del lago Tana en Bahir Dar o acudir a su mercado son también muy recomendables. Hay especialmente una sección dedicada a la artesanía que es muy entretenida. Pero la segunda razón por la cual nos acercamos a este rincón del país es admirar el espectáculo natural de la cataratas del Nilo Azul.
Lo mejor es ir en una excursión organizada en un 4×4. Se tarda una media hora larga en llegar, y una vez dentro del Parque Nacional de la Cataratas, hay un recorrido circular de unos 5kms que te ofrece las mejores panorámicas de este salto de agua precioso enmarcado en uno de los paisajes verdes y fértiles más bonitos que se pueden admirar en Etiopía. Para hacerlo con tranquilidad y disfrutándolo se requieren unas tres horas largas.
Recorre Etiopía con mi Bitácora de Viaje:
Si quieres recorrer este viaje conmigo, puedes pulsar en cada uno de los capítulos o en el tuk-tuk
- Lalibela: Capital espiritual de Etiopía.
- Conjunto de Iglesias rupestres Patrimonio de la Humanidad
- La Depresión del Danakil
- Desiertos, la magia de colores del lago Dalol y el cráter de lava del Erta Ale
- Axum: Capital Imperial de Abisinia.Obeliscos monumentales precristianos y buscar la leyenda del Arca de la Alianza.
- Los Montes Simien:
- Un trekking por el techo de África y ver los babuínos gelada
- Gondar: Capital imperial durante el S.XVII.
- Recinto de Castillos imperiales Patrimonio de la Humanidad
- El Lago Tana y las Cataratas del Nilo Azul
- Monasterios medievales con pinturas murales y las segundas cataratas más grandes de África.