Al divisar por primera vez el Ksar de Ait Ben Haddou desde la otra orilla del río uno tiene la impresión de haber estado ya allí. No es un déjà vu. Ait Ben Haddou ha servido de decorado para películas inolvidables como Gladiator, Lawrence de Arabia, Jesús de Nararet, La Momia o El Reino de los Cielos. No es para menos porque la aldea fortificada resume muy bien las características de un pueblo del desierto.
La palabra ksar es de origen bereber y se emplea para designar una pequeña ciudad fortificada. En español las palabras alcázar y alcazaba vienen del término árabe ksar y su derivada kasbah
El río Ounila desciende de la gran cordillera del Atlas dejando a su paso pequeños oasis al amparo de los cuales proliferan las aldeas fortificadas. El Ksar de Ait Ben Haddou es el mejor ejemplo de arquitectura bereber; no en vano el conjunto ha sido declarado Patrimonio Mundial por la UNESCO. Una arquitectura realizada a base de piedra y tapial perfectamente integrada en el paisaje. Los paisajes que la rodean son un buen resumen de lo que podemos descubrir en el desierto marroquí.
El aeropuerto más cercano es el de Ouarzazate, a menos de 20 kilómetros. Lamentablemente el aeropuerto sólo tiene vuelos regulares de Royal Air Maroc a Casablanca y Paris. Recibe algunos otros vuelos estacionales pero actualmente ninguno desde España.
La otra opción es volar a Marrakech y aprovechar para visitar la ciudad imperial. El aeropuerto de Marrakech-Menara recibe vuelos de varias ciudades españolas (Barcelona, Bilbao, Madrid, Sevilla y Valencia) operados por diferentes compañías (Iberia, Norwegian, Royal Air Maroc, Ryanair, Vueling). Eso sí, para llegar desde Marrakech a Ait Ben Haddou se debe atravesar el Atlas por el puerto de Tizi N’Tichka. Hay que calcular alrededor de 3 horas y media para recorrer los poco menos de 200 kilómetros que separan las dos localidades.
La palabra bereber viene de la adaptación al árabe de la palabra despectiva griega “bárbaro” cuyo significado es “el que balbucea”. Sin embargo, la autodenominación que utilizan la mayoría de los pueblos bereberes es imazighen (en singular amazigh) que significa hombres libres.
Origen y algunos datos históricos de los Bereberes
Se desconoce el origen de los bereberes. Los datos que tenemos de ellos provienen de las culturas fronterizas (egipcios y romanos fundamentalmente) ya que su cultura es de tradición esencialmente oral. Lo que sí está claro es que los bereberes se extendieron por todo el norte de África, desde el oasis de Siwa, en la zona más occidental de Egipto, hasta las Islas Canarias, los guanches son de etnia bereber, y desde la costa del mar Mediterráneo hasta el Sahel como límite sur.
La expansión del Islam influyo profundamente en los bereberes. El pueblo se convirtió masivamente a la nueva religión pero guardo siempre unas relaciones de tensión con los árabes manteniendo sus reinos independientes. Buena parte de los musulmanes que entraron en Hispania en el año 711 eran bereberes. Las dinastías bereberes gobernaron algunos reinos de taifas. Tras los reinos de taifas, las dos grandes dinastías que gobernaron Al-Andalus, almohades y almorávides, eran bereberes de origen marroquí.
Los Bereberes en Marruecos
Marruecos es el país con mayor porcentaje de población de origen bereber. Se estima que alcanza el 40% aunque es difícil tener datos exactos. En la década de los setenta se inició un proceso de arabización sistemática de los pueblos bereberes y aunque actualmente la tendencia es mucho más liberalizadora y se ha admitido a la lengua bereber como oficial del país es difícil realizar un recuento fiable. Lo que sí está muy claro es que la población del Atlas y del desierto marroquí es mayoritariamente de origen bereber.
Las lenguas bereberes son de la familia de las lenguas afroasiáticas. Tienen unos veinte millones de hablantes, de los cuales ocho millones viven en Marruecos. La lengua original, el Tamazight, se fue difuminando en casi una treintena de lenguas y cientos de dialectos. Sin embargo, el Tamazight todavía persiste como lengua en los pueblos del Atlas.
El bereber es una lengua de tradición oral pero tiene su propio sistema de escritura llamado “líbico-bereber” que todavía hoy es usada por los Tuaregs. El resto de pueblos bereberes utilizan sobre todo el alfabeto árabe o, mucho más raramente, el alfabeto latino.
En el siguiente mapa interactivo podrás localizar con exactitud todos los lugares de los que se habla en el artículo. Podéis usarlo para llegar hasta ellos fácilmente:
Ait Ben Haddou
Amanece en el valle del río Ounila. Los primeros rayos de sol transforman el color marrón del tapial, utilizado en la construcción de las murallas y casas de Ait Ben Haddou, en un rojo intenso que contrasta fuertemente con el verdor del oasis y el azul del río. Desde la otra orilla la visión es fantástica. Una aldea amurallada perfectamente integrada en el paisaje que domina el valle desde una colina de unos 100 metros de altura. Nada parece haber cambiado allí en los últimos siglos.
En el pueblo nuevo, donde vive casi toda la población, ya hay gran actividad. El camino empedrado que desciende hacia el río está flanqueado por pequeños comercios que abren a esta hora sus puertas para ofrecer fundamentalmente artesanía y fósiles. Es fácil encontrarse con mujeres porteando leña, agua o toda clase de víveres. Los hombres desayunan tranquilamente en el bar.
Hay un pequeño puente peatonal para cruzar el río pero un poco más abajo también es posible vadearlo con ayuda de las piedras y unos sacos terreros dispuestos estratégicamente. A los pies de la muralla del Ksar se disponen unas cuantas huertas perfectamente ordenadas y la mayor parte del palmeral.
Las palabras Ksar y Kasbah pueden verse utilizadas indistintamente. Sin embargo, un Ksar es un poblado fortificado que reúne a diferentes familias que se agrupan por barrios, mientras una Kasbah es una casa fortificada de planta rectangular, con torres en las esquinas y un patio central en la que habita una familia o clan distribuidos en los diferentes pisos.
Una vez traspasada la muralla hay que buscar una entrada al laberinto de calles que forma el poblado. A pesar de la pequeña dimensión del caserío es fácil perderse. Las Kasbahs, ricamente decoradas, se sitúan en la parte más baja, cerca de la muralla. El resto está ocupado por pequeñas viviendas, la mayoría de ellas en estado de ruina. Sólo 6 familias viven actualmente dentro de las murallas del Ksar. Hay también alguna pequeña tienda de artesanía e incluso un pequeño museo que rememora las películas filmadas en el pueblo.
El tapial es el elemento de construcción de toda la aldea. Tierra arcillosa mezclada con paja compactada mediante apisonado y que se contiene con un encofrado de madera para luego secarse al sol. Suele añadirse cal para evitar la absorción de agua. Los gruesos muros sirven para aislar térmicamente a la vivienda y suelen levantarse sobre un basamento de piedras. Sólo cuando están listos se procede a abrir con cincel puertas y ventanas.
Vale la pena subir poco a poco por las estrechas callejuelas hasta la cima de la colina. Desde allí es posible apreciar la inmensidad del desierto con la Cordillera del Atlas como telón de fondo. A los pies, más allá del caserío, el pequeño pero fértil Valle del Río Ounila. A esta hora el sol empieza a pegar fuerte y es prudente iniciar el descenso. Lo mejor hacerlo por el lado opuesto para luego rodear todas las murallas y ver las cuidadas huertas y el palmeral.
Uarzazate. La Hollywood de África
Ouarzazate era una pequeña Kasbah situada en el camino de las caravanas del desierto hasta el inicio del periodo colonial francés. Francia la convirtió en centro administrativo, lo que supuso un rápido crecimiento demográfico. Hoy la ciudad es considerada la “puerta del desierto” pero lo cierto es que aparte de la Kasbah Taurit guarda pocos atractivos.
La razón más importante para visitar la ciudad son sus estudios cinematográficos. Aunque hoy en día hay tres grandes estudios, los más célebres siguen siendo los Atlas Corporation Studios situados a 5 kilómetros de la ciudad en dirección a Ait Ben Haddou. Hoy son uno de los más grandes estudios del mundo. En ellos se han rodado películas como Lawrence de Arabia, Patton, La Joya del Nilo, La Momia, Gladiator, el Reino de los Cielos, Asterix y Obelix y, cómo no, algunas escenas de Juego de Tronos. Los estudios aprovechan la cercana localización de Ait Ben Haddou que les permite combinar exteriores con la creación de interiores a medida. Allí permanecen los decorados de algunas de las grandes películas rodadas por estas tierras.