Hamburgo: Puerta al Mundo

Más de 50 millones de europeos emigraron a América entre 1870 y 1930, forzados por los cambios demográficos asociados a la industrialización. Hamburgo fue la puerta de salida para la mayoría de ellos. Su puerto había crecido hasta convertirse en el mayor de Europa. Los emigrantes se hacinaban en pabellones que la ciudad no dejaba de ampliar.  Y los almacenes del puerto crecían llenándose de todo tipo de mercancías.

Los grandes almacenes de ladrillo y acero, construidos sobre palafitos de madera, que llegaron a componer la gran ciudad portuaria, atravesada por múltiples canales, son hoy Patrimonio de la Humanidad. Una de las pocas partes de Hamburgo que salió casi indemne de los devastadores bombardeos sobre la ciudad en la II Guerra Mundial. Su visita justifica el viaje.

Los pabellones destinados a facilitar la espera de los emigrantes se arreglaron también hace pocos años para crear un sobrecogedor Museo del Emigrante. El destino de la mayoría de las personas que se veían obligadas a emigrar se decidía en función de la ruta del siguiente barco disponible. Era posible acabar en Nueva York o Río de Janeiro sin tener una idea clara de lo que se podía esperar en cualquiera de los destinos.

La segunda ciudad de Alemania refleja hoy su enorme poderío económico. Grandes zonas verdes, enormes barrios con residencias lujosas y un puerto que compite con el de Roterdam por ser el mayor de Europa. Es en el puerto nuevamente donde se aprecia mejor esa riqueza. Las instalaciones portuarias obsoletas se han convertido en un lujoso barrio residencial y allí fue inaugurada en 2017 la Filarmónica del Elba, el nuevo símbolo de la ciudad.

Cómo llegar:

El aeropuerto de Hamburgo tiene conexiones diarias regulares de las compañías Iberia, Lufthansa, Ryanair, Eurowings y Vueling con Madrid, Barcelona, Sevilla, Valencia, Bilbao y Palma de Mallorca. Las compañías Cóndor Airlines y Tufly mantienen conexiones estacionales con las Islas Baleares y con las Islas Canarias.

La forma más sencilla y económica de ir desde el Aeropuerto a la ciudad de Hamburgo es utilizar el tren. La línea S1 conecta el Aeropuerto con la Estación Central en poco más de 20 mn. Los trenes salen cada 10 mn. La línea forma parte del sistema de transportes de la ciudad HVV (Hanburger Verkehrsverbund) y enlaza en el recorrido con distintas paradas de metro, al que se puede acceder con el mismo billete. Los billetes cuestan 3,5 EUR y se adquieren en las máquinas expendedoras del propio aeropuerto. Se puede adquirir también un billete válido para todo el día en la red de transporte por 6,90 EUR.

Lectura para el Viaje: Melanie Metzenthin - La Enfermera del Puerto

La escritora y psiquiatra Melanie Metzenthin ha publicado varias novelas históricas. De ellas, “La Enfermera del Puerto” es la que ha cosechado mayor éxito internacional.

go
Fuente de Higia

En el patio del ayuntamiento de Hamburgo hay una elegante fuente que muestra la victoria de la diosa Higia sobre el cólera, representado por un pequeño dragón a sus pies. La fuente fue colocada allí pocos años después de la epidemia de cólera de 1892 para recordar que el agua limpia es imprescindible para la vida. En el escenario de esa epidemia de cólera transcurre la novela. La vida de los estibadores del puerto, sus duras condiciones de trabajo, y la de miles de emigrantes que se hacinaban en la ciudad en la búsqueda de un barco que partiera hacia América. Como telón de fondo, unas autoridades políticas que ocultaron deliberadamente la epidemia, provocando con su negligente comportamiento el sufrimiento y la muerte de una buena parte de la población. Hoy sólo quedan los famosos almacenes del puerto, pero son suficientes para imaginar la vida que Metzenthin nos cuenta en esta recreación histórica.

Qué visitamos en este post

En el siguiente mapa interactivo podrás localizar con exactitud todos los lugares de los que se habla en el artículo. Podéis usarlo para llegar hasta ellos fácilmente y para seguir los itinerarios propuestos, que incluyen los lugares más representativos de Hamburgo:

Otros artículos sobre ciudades hanseáticas:

Un Fin de Semana en Hamburgo

La recién inaugurada Filarmónica del Elba se ha convertido en el icono de Hamburgo. Sus arquitectos acertaron plenamente con el diseño del edificio. Un gigantesco barco atracado en el corazón del viejo puerto. Desde la terraza que da acceso a la sala sinfónica la mirada se pierde entre los grandes canales sobre los que se extienden las instalaciones portuarias. El ancho río se alarga en el horizonte.

El Puerto de Hamburgo

El nuevo paseo entre la Filarmónica y la Lonja de Pescado ha atraído a los hamburgueses hacia el Elba. Las terrazas están repletas de gente que contempla el lento navegar de los barcos mercantes que entran y salen del puerto. Entre ellos, como pequeñas hormigas, los transbordadores parecen nerviosos para llevar a la gente entre ambas orillas o hacia los núcleos residenciales que se extienden más allá del puerto, camino de la desembocadura.

El segundo puerto más grande de Europa está lejos del mar. Los 12.000 barcos que recibe cada año deben recorrer unos 100 km para salir al Mar de Frisia. A cambio siempre están bien protegidos. El caudaloso Elba tiene el suficiente calado para permitir navegar a los grandes buques mercantes y los canales del delta facilitan la organización de un puerto que sigue creciendo. Gigantescas grúas se levantan en los canales para transportar a tierra las decenas de miles de grandes contenedores.

Un espectáculo. Y para verlo sólo hace falta coger uno de los típicos transbordadores que hacen el trayecto para unir las localidades de las orillas. Basta con recorrer unos pocos kilómetros, hasta la Casa Piloto Seemannshöft, para poder echar un ojo al inmenso puerto, a los núcleos residenciales de las orillas y hasta a su playa más famosa. Una buena forma de empezar a conocer Hamburgo, porque la razón de existencia de la vieja ciudad hanseática siempre fue esta, su puerto.

Dos Barcos Emblemáticos

Al volver del paseo fluvial imposible no fijarse en dos espléndidos barcos convertidos en museos junto al nuevo paseo marítimo. Dos buenos ejemplos de aquellos barcos que llevaban a los emigrantes desde Hamburgo a la lejana América.

El Rickmer Rickmers, esbelto y colorido, es un velero de tres mástiles del siglo XIX que llego a ser el buque escuela de la armada portuguesa. El Cap San Diego, robusto y albino, es un mercante que fue conocido como “El Cisne Blanco del Atlántico Sur”. En ellos se puede aprender acerca de la dura vida en el mar.

La Lonja de Pescado y el Túnel del Elba

Tras retomar el paseo junto al Elba, no tardamos en toparnos con la vieja Lonja de Pescado. El gran edificio de piedra alberga hoy restaurantes y una sala de conciertos. Es uno de los puntos de encuentro de la “movida” en la ciudad. Además, el lugar funciona como la puerta al mar del barrio de Sankt Pauli.

Antes de adentrarnos en el barrio gamberro de Hamburgo, resulta obligado sumergirse en el río. No hace falta mojarse. El Túnel del Elba causo sensación en Europa cuando se inauguró en 1911. Dos enormes tubos de 6 metros de diámetros salvan los 500 metros de distancia entre las dos orillas a 24 metros de profundidad. Seis grandes ascensores en cada lado permiten el acceso de personas y vehículos a los tubos de conexión. En su día sirvió para facilitar el acceso a la zona portuaria de miles de trabajadores y ahora funciona más bien como atracción turística. Vale la pena recorrerlo para ver el trabajo de ingeniería de hace más de un siglo y, de paso, para apreciar las vistas de la ciudad desde la orilla sur del Elba.

De todas formas, si se quiere disfrutar de la mejor panorámica del puerto mejor hacerlo desde la orilla norte. Muy cerca de la Lonja de Pescado, encima de la estación de metro del Landungsbrücken hay un mirador que regala preciosos atardeceres sobre el Elba.

Quizás para premiarle con esas vistas se construyó una gigantesca estatua de Bismarck un poco más arriba. El gran estadista, artífice del Segundo Imperio Alemán, impulsó el puerto de Hamburgo. Justo es que lo siga contemplando.

Barrio de Sankt Pauli

El atardecer marca el despertar del barrio rojo de Hamburgo. No hay que caminar mucho desde la Lonja de Pescado. Apenas cuatro manzanas para llegar a Reeperbahn, la arteria principal del barrio. No tiene perdida. Una gran masa de gente llena la avenida y sus bocacalles, iluminadas por cientos de luces de neón.

Curioso el barrio rojo. Sigue manteniendo el burdel de Herberstrasse y multitud de sex shops o clubes nocturnos con espectáculos. Pero junto a ellos hay cines, teatros y, sobre todo, bares con música en vivo.

Los Beatles en Hamburgo

En el verano de 1960 los Beatles consiguieron aquí su primer contrato. Fue en el Indra Club (www.indraclub64.de), que recientemente ha vuelto a abrir sus puertas. Aunque la acogida fue buena las cosas terminaron mal aquel año. George Harrison fue deportado por ser menor de edad y Paul McCartney acabó arrestado.

Al año siguiente volvieron a probar suerte, En el Indra Club y en el Kaiserkeller (www.grossefreiheit36.de), otro local que sigue funcionando. El éxito fue rotundo y grabaron su primer disco. Luego empezó la leyenda.

Música para todos los gustos

El barrio ha hecho famoso a Hamburgo por sus locales de música en vivo. Los hay para todos los gustos. El Molotow (www.molotowclub.com) ofrece conciertos de música rock durante la semana y fiestas de música disco los fines de semana. El Golden Pudel Club (www.pudel.com) ocupa una antigua prisión de contrabandistas del siglo XIX y es conocido por su ambiente contracultural y su música punk. En el Fabrik (www.fabrik.de), instalado en una antigua nave industrial, uno puede asistir desde a una velada de jazz hasta un concierto de punk.  El Knust (www.knusthamburg.de) se construyó en un antiguo matadero de cerdos y es famoso porque allí tocan las mejores bandas de música indie. En fin, la lista es de las más amplias y variadas del mundo.

La Vieja Ciudad Portuaria: Spelcherstadt

Cuando Hamburgo entro a formar parte del Segundo Reich Alemán en 1871 fue necesario construir un puerto a la altura del nuevo Imperio. El viejo barrio que se extendía por los canales que forman la desembocadura del Alster en el Elba fue destruido para albergar las instalaciones portuarias. Grandes almacenes de siete plantas construidos en hierro y ladrillo sobre robustos palafitos de madera sustituyeron a las pequeñas casas de trabajadores portuarios.

Las nuevas instalaciones convirtieron a Hamburgo en el primer puerto de Europa y en el lugar elegido para embarcar por la mayoría de los europeos que se vieron obligados a emigrar para probar suerte en América. Milagrosamente la zona salió prácticamente ilesa de los bombardeos aliados que redujeron a escombros la mayor parte de Hamburgo. La ciudad de los almacenes, Spelcherstadt, es hoy Patrimonio de la Humanidad.

El Nacimiento de la Hamburguesa

Aquellos emigrantes que partieron de Hamburgo hacia Nueva York llevaron con ellos la receta de un filete fácil de preparar compuesto por carne picada salada mezclada con miga de pan y cebolla. El plato tenía la ventaja de su fácil conservación lo que le hacía ideal para los largos viajes por mar. En Nueva York los emigrantes siguieron preparando el plato, aunque ya en forma de bocadillo, que empezó a ser conocido como filete a la manera de Hamburgo. Desde allí se extendió rápidamente por todo el país hasta convertirse en el plato estrella de la cocina norteamericana.

Uno de los grandes bloques de almacenes del puerto fue habilitado para acoger el Museo Marítimo Internacional. A lo largo de 10 plantas dedicadas a la historia del arte de la navegación, las grandes batallas navales, miniaturas de barcos y el diseño de los puertos, se explora el pasado, presente y futuro marítimo de Hamburgo. La originalidad de la presentación y la inmensa colección sorprende a todo el mundo. Mucho más que el Miniatur Wonderland, que ocupa otro bloque de almacenes y cuya exposición reproduce en miniatura varios lugares emblemáticos del mundo.

Kontorhaus y Hafen City

Entre el centro de Hamburgo y la nueva ciudad portuaria se levantó a principios del siglo XX el nuevo distrito empresarial, Kontorhaus. El barrio ha sufrido también recientemente grandes transformaciones, pero su edificio más emblemático construido en ladrillo oscuro sigue siendo el símbolo de su poderío económico. El diseño de la Chilehaus recuerda la proa de un trasatlántico. El edificio se considera el máximo exponente de la arquitectura expresionista alemana por lo que también fue declarado Patrimonio Mundial.

Curioso, la vieja ciudad portuaria se extiende entre dos edificios emblemáticos, la Filarmónica y la Chilehaus, cuya arquitectura recuerda a sendas proas de enormes trasatlánticos. Imposible olvidar cual es el origen de Hamburgo.

Entre la Filarmónica y Spelcherstadt, llenando el vacío dejado por las instalaciones portuarias abandonadas, ha surgido el barrio más moderno de la ciudad. Hafen City se caracteriza por su arquitectura vanguardista y por su ambiente entre bohemio y exclusivo. El contraste entre los viejos almacenes portuarios y la arquitectura vanguardista es fascinante. Merece la pena pasear despacio por la zona y aprovechar sus terrazas para tomar una cerveza y disfrutar del ambiente si el día acompaña.

La Ciudad Vieja junto a los lagos del Alster

Hamburgo nació en el lugar donde el Alster desemboca en el Elba abriéndose en múltiples brazos. Un poco antes de ramificarse forma dos lagos conocidos como el pequeño y el gran Alster (Binnenalster y Aussen-Alster). Entre el lago Binnenalster y los canales fue creciendo el viejo Hamburgo, Altstadt.

Ayuntamiento

El Ayuntamiento y su Plaza del Mercado marcan el corazón de Hamburgo. El Congreso y el Senado de la Ciudad Libre Hanseática ocupan las salas del majestuoso y elegante edificio construido a finales del siglo XIX en estilo neorrenacentista. Parece increíble que el Ayuntamiento saliera casi indemne de los bombardeos de la II Guerra Mundial que devastaron todos los alrededores.

En el patio se alza una bella fuente dedicada a la diosa de la salud en la mitología griega. Higia aparece venciendo al dragón que simboliza la epidemia de cólera que asoló la ciudad en 1892. Paradójicamente fueron las propias autoridades que ocupaban el edificio las responsables de la mala gestión durante la epidemia. Ocultar la existencia del cólera provocó su rápida extensión y, con ella, miles de muertos.

Alsterarkaden y Binnenalster

En los alrededores de la Plaza del Mercado la mayoría son construcciones modernas, levantadas tras la desolación dejada por la II Guerra Mundial. Junto al canal Alsterfleet se reconstruyeron los elegantes soportales de la Alsterarkaden. Y un poco más allá, en las riberas del lago Binnenalster, aún subsisten bellos ejemplos de la arquitectura de finales del siglo XIX como el lujoso Fairmont Hotel Vier Jahreszeiten, uno de los grandes hoteles clásicos europeos.

Los restos de la Ciudad Vieja

Casi nada queda de aquel magnífico casco antiguo que caracterizaba la ciudad más dinámica de Alemania. La desolada torre de San Nicolás, junto a los cimientos de lo que antes había sido la mayor iglesia del barrio, es el mejor testigo de lo que debieron ser aquellos bombardeos prolongados durante años.

En el Camino del Dique, Deichstrasse, se conservan algunas casas del siglo XVIII que sobrevivieron primero al gran incendio de 1842 y después a los bombardeos de la II Guerra Mundial. Tiene mérito. Los tejados de las casas aún conservan barcos de bronce que simbolizaban el poder de los propietarios de las grandes navieras que dominaban el puerto.

Allí, en los brazos del río y al lado de los canales del puerto, se observa el ascenso y descenso de las mareas. Hamburgo está a sólo 6 metros sobre el nivel del mar, a pesar de que 100 km le separan del Mar del Norte.

Un Jardín Botánico y la gran Pinacoteca de Alemania

Un pequeño trozo de tierra separa los dos lagos del Alster. Alrededor del Aussen-Alster se extienden las opulentas casas con jardín donde reside los más acaudalados hamburgueses. Muy cerca, hacia el norte, se extiende el parque predilecto de los hamburgueses. Planten un Blumen (Plantas y Flores) que fue concebido como un gran jardín botánico. Un paseo por el parque es delicioso, especialmente junto a los lagos y en el Jardín Japonés.

La última visita que os propongo en Hamburgo es la de su célebre pinacoteca, la Kunsthalle. La mejor de Alemania. El museo permite un recorrido por la pintura europea desde el siglo XVI, aunque es conocido especialmente por su colección de pintura alemana del siglo XIX, con el célebre cuadro de “El caminante sobre el mar de nubes” de Caspar David Friedrich, y por poseer algunos de los mejores cuadros del expresionismo alemán.

Dónde Dormir

Los hoteles en Hamburgo son caros, en consonancia con el nivel de vida de la ciudad. Dos establecimientos con buena calidad precio son:

Scandic Hamburg Emporio: Dammtorwall 19, 20355 Hamburg. La cadena nórdica Scandic gestiona este hotel en Hamburgo ubicado entre el lago Binnenalster y el Parque Planten un Blumenn. Magníficos desayunos. Valorar ofertas en la página web de la cadena (www.scandichotels.com).  Alrededor de 160€ la habitación doble con desayuno

Crowne Plaza Ciudad de Hamburgo – Alster: Un hotel de la cadena IHG situado al lado del lago Aussen-Alster, en una zona tranquila ideal para pasear y no lejos del centro. Diseño moderno con habitaciones amplias. Valorar ofertas en la página web de la cadena (www.ihg.com/crowneplaza/hotels/us/es/reservation). Alrededor de 150€ la habitación doble.

Dónde Comer

Tampoco es barato comer en Hamburgo. Aún así, vale la pena degustar algunos de los platos típicos de la cocina hanseática disfrutando de las vistas de Speicherstadt o del Elba:

Vlet Speicherstad Restaurant: Am Sandtorkai 23-24, 20457 Hamburgo (www.vlet-speicherstadt.de/en). Situado en el barrio de Speicherstadt, con magníficas vistas a los canales. Cocina alemana en un ambiente de diseño moderno. Entre 50-60€ por persona.

Hoppe’s Restaurant: Övelgönne 6, 22605 Hamburgo (www.hoppes.hamburg). En el barrio de Altona, con vistas al Elba y al puerto. Uno de los mejores restaurantes para probar los platos típicos de la ciudad hanseática, desde el Labskaus al Pannfisch. Entre 50-60€ por persona.

Dos opciones de comida rápida también típicas de la ciudad son:

Fischbrötchen Manufaktur: Bei den St. Pauli-Landungsbrücken 4, 20359 Hamburgo. Un local en la estación de metro del Landungsbrücken, al lado de la Lonja de Pescado, que sirve las mejores hamburguesas de pescado de Hamburgo. Son panes con arenque en diferentes versiones: bismarck y matjes. Excelente relación calidad-precio. Imprescindible. Alrededor de 10€ por persona

The Bird Hamburg: Trommelstraße 4, 20359 Hamburg (www.thebirdinhamburg.com). Tomarse una hamburguesa en Hamburgo tiene su gracia. Fantásticas son las que preparan en este local del Barrio de St Pauli que está siempre animado. Alrededor de 15-20€ por persona.

Verificado por MonsterInsights