Vista panorámica de San Gimignano

San Gimignano: El Corazón de la Toscana

San Gimignano es uno de los pueblos más bonitos de Italia, uno de esos rincones donde la esencia de Italia se puede sentir en cada rincón, de esa Toscana rural y elegante, viva y fascinante, que encandila con la excelencia de las cosas sencillas bien hechas.

Cómo llegar:
Se puede volar a Pisa o Florencia y alquilar un coche hasta San Gimignano. Se encuentra a unos 75kms del aeropuerto de Pisa (aprox.1h25´), de Florencia dista tan sólo 52kms y la mayor parte por autovía (aprox. 1h). Por último, llegar a Siena (40kms) sólo lleva unos 40min.

Se erige sobre la cumbre de una colina, algo habitual entre los pueblos toscanos que heredan su situación de los antiguos poblados etruscos. Dicho pueblo histórico, que da nombre a la región, fundaba siempre sus ciudades situándolas estratégicamente sobre las cimas que ofrecían una mejor defensa y control de los campos circundantes. Viajando por el interior no sólo de la Toscana, sino prácticamente por todo el centro de Italia, es una imagen que se repite a menudo.

Pero San Gimignano es especial, y lo es para empezar por su inconfundible perfil. Apodada “dalle Belle Torri”, e incluso “La Manhattan medieval” por sus trece esbeltas torres de piedra, estas peculiares construcciones medievales fueron construidas entre los siglos XII y XIV por poderosas familias de comerciantes locales. Cada una se hizo construir la suya, a cuál más alta. Hay varias teorías sobre su función; las que parecen más verosímiles, hablan de las distintas alianzas de la nobleza apoyando a Papas o Emperadores, dos facciones que en Italia se enfrentaron durante centurias, los unos llamados Güelfos, los segundos Gibelinos. Dichas facciones se repartían influencias y riquezas, enfrentándose entre sí, o gozando de los favores del Papa o del Emperador, según las circunstancias históricas colocasen a uno u otro como poder predominante. Se dice que desde las torres se tendían puentes entre las familias aliadas para defenderse en caso de ataque.

Algo menos legendaria resulta la explicación comercial, que otorga a las torres  una función esencial en la fabricación de telas con el tinte amarillo del azafrán, que durante siglos se conservó como secreto en San Gimignano. El caso es que para la factura de dichas telas, era necesario extenderlas para su secado, y a mayor longitud de la tela, mayor precio alcanzaban en los mercados europeos. De ahí que hubiera anclajes a distintas alturas de las torres para apoyar las fijaciones y sujetarlas.

Visita de San Gimignano

Con leyendas o no, el caso es que las torres dan a San Gimignano una personalidad especial y única, le confieren un paisaje urbano singular, y hacen que su vista sea inconfundible. La más alta de todas alcanza los 51 metros de altura. Se puede y debe subir a lo más alto de ésta, porque las vistas desde su azotea son verdaderamente memorables. Todo el pueblo a tus pies, las otras torres semejan una maqueta y las dos plazas principales parecen diminutas y encantadoras. Todos los alrededores de viñedos y olivos parecen estar al alcance de la mirada, y es sin duda uno de los mejores recuerdos que quedan de una visita a S.G.

El pueblo es bastante pequeño, y se puede recorrer a pie perfectamente. Básicamente hay tres calles principales que desde las dos plazas principales de la Cisterna y de la Catedral se dirigen a las puertas de entrada de la villa medieval. A lo largo de estas calles pavimentadas en piedra y flanqueadas por los característicos edificios ocre toscanos con sus ventanas y contraventanas casi siempre marrones, se encuentran numerosos negocios de productos del país. Es recomendable comprar setas (funghi porcini) deliciosas, el vino blanco típico del país (Vernaccia di San Gimignano) o el aceite de oliva local. Son cuidadosos hasta el extremo con sus productos, y su sabor suele ser “sencillamente” exquisito.

Alternativa o mejor, complementariamente a comprar estos productos, se puede uno sentar en las apetecibles terrazas que se encuentran por todo el casco histórico para comer y degustar una copa o botella de vino. Los precios no resultan demasiado caros, y una cena con plato principal y entradas compartidas, en una mesa en la terraza adornada con velas, y acompañada con vino nos salió a unos 22€ por cabeza.

Hay muchos turistas que sólo llegan a pasar el día; excursiones organizadas desde Florencia o Siena que no pasan la noche aquí, sin embargo, cuando el sol se pone, y se encienden las luces de las calles, es cuando se vive el verdadero encanto tranquilo y plácido de una localidad pequeña como esta. Sin duda una de las experiencias más gratas fue para mí el paseo nocturno que dimos sin rumbo por las calles de S.G.

¿De qué viene el nombre de San Gimignano?
El nombre de la ciudad, San Geminiano o Gimiñano, en español, lo toma del que fuera Obispo de Módena a finales del siglo IV. Cuando la invasión de los Hunos de Atila puso en vilo a la ciudad, el Obispo Geminiano obró el milagro, provocó una niebla tan espesa que logró ocultar la ciudad ante el inminente ataque. A partir de entonces, cobró gran fama de santo y a su muerte se desató verdadera veneración en todo el norte de Italia, hasta el punto de que la ciudad tomara su nombre por un templo erigido en su honor.

Qué ver en San Gimignano

La visita de San Gimignano nos da la oportunidad de ver de cerca obras de arte del Renacimiento italiano de gran valor artístico. Estas son las visitas que más recomendaría, incluso si vuestro interés por el arte no es tan intenso.

Ø  Colegiata de Santa María de la Asunción. (Duomo). En su interior se pueden admirar frescos del siglo XIII a XV de pintores como Benozzo Gozzoli. Resumen la historia de santos, y escenas del Antiguo Testamento. Son maravillosos por sus colores y por su diseño de perspectivas e innovación pictórica en una época en la que el resto de Europa aún permanecía en un estilo gótico mucho más rígido.

Ø  Museo Cívico. Palazzo del Comune. En él se conservan pinturas y esculturas, además de cerámicas y otros objetos artísticos que pertenecieron o fueron realizados por encargo de la ciudad.

Ø  Subir a la Torre Grossa.

Ø  Visitar la iglesia de Sant’Agostino.

 

Video de CarlosdeViaje en San Gimignano

 

Hay varios restaurantes repartidos por el centro con terrazas en la calle, a mí particularmente me gustó este por el encanto de su espacio y la combinación de cocina y precio.

**Sopra Sotto – Cucina Toscana Creativa
Via San Matteo, 3
53037 San Gimignano (Si)
Tel: 0577 940 409
soprasottosangi@gmail.com
www.soprasotto.org
Una terracita recogida a dos pasos de las plazas monumentales de San Gimignano, sin tanto tránsito pero quizá con más encanto si cabe.
Cenamos sencillo, una pasta, una buena ensalada y algo de carne ligera, el vino toscano de la casa, estaba estupendo. Un vernaccia de San Gimignano que nos puso contentos. Salimos por unos 22€ por cabeza.

De entre los muchos lugares para quedarse, me quedo con dos:

Leon Bianco
Piazza della Cisterna 13, 53037 San Gimignano
En la propia Piazza della Cisterna, pleno centro monumental de San Gimignano, este hotel reúne todo lo que desearíamos en un alojamiento con encanto y comodidades. Este es el que yo recomendaría pero no es un establecimiento muy grande, así que si queréis disfrutar de una estancia soberbia tendréis que espabilar y reservar con antelación, ya que las fechas señaladas de vacaciones y verano suele estar lleno. Una doble está a partir de los 95€.

B&B Palazzo al Torrione
Via Berignano, 76, 53037 San Gimignano
Tel:
Se rehabilitaron varios edificios antiguos del centro histórico para abrir este hotel. Sus habitaciones son espaciosas, algunas tienen terrazas que se abren sobre la antigua muralla que rodeaba la villa. Muy bien situado a corta distancia de la Piazza della Cisterna, pero suficientemente apartado para tener toda la tranquilidad del campo.
Una habitación doble con desayuno sale por unos 90€

Ø  Tanto Siena, 40kms al SE, como Florencia, 50kms al NE son dos excursiones situadas a menos de una hora de distancia, que sin duda merecen una visita especial.

Ø  Otra preciosa localidad toscana que se haya muy cercana es Volterra, 30kms al SO, una media hora de distancia.

Ø  La comarca vitivinícola del Chianti, entre 30kms y 60kms al NE es otra de las excursiones ineludibles para cualquier viajero que desee conocer bien la Toscana. Además de bodegas y buen vino, los pueblecitos están llenos de encanto.

Ø  Por último más al sur de Siena, se extienden «Le Crete Sienese» (las crestas de Siena) y la Val d’Orcia,  las comarcas que posiblemente posean los paisajes toscanos más paradigmáticos, que forman ya parte del imaginario colectivo mundial. (Entre 60kms y 100kms  al SE). Aquí encontraréis algunos de los paisajes toscanos más fotografiados, conocidos y famosos de la región. Importantes localidades turísticas como Montalcino, Pienza o Montepulciano son famosas por sus vinos y quesos, además de sus paisajes.