Juan de Goyeneche y Nuevo Baztán

Contexto histórico

En la España de fines del siglo XVII, cuando la dinastía de los Habsburgo se extinguía sin heredero directo de su último rey Carlos II, un importante personaje de su Corte, culto, filántropo de grandes inquietudes y emprendedor, iniciaba un sueño empresarial; proyectar una nueva ciudad industrial utópica, para la producción de cristales de gran calidad, textiles para uniformes y sombreros militares, papel y otros productos, y a la vez, dotar de las infraestructuras suficientes para que la calidad de vida de sus moradores fuera óptima, para los criterios de la época.

Juan de Goyeneche y Gastón

Este personaje era Juan de Goyeneche y Gastón (1656-1735), rico armador y proveedor de maderas para la construcción de la Marina Real de origen navarro, nacido en Arizcun (Valle de Baztán). Goyeneche fue un personaje destacable del panorama intelectual, político y económico de la España de fines del siglo XVII y principios del siglo XVIII. Precursor de las nuevas ideas comerciales e industriales, visionario del desarrollo económico, padre del periodismo español y tesorero de distintas Reinas de España.

Durante la Guerra de Sucesión (1700-1713), Goyeneche apoyó firmemente al futuro rey Felipe V, iniciador de la nueva dinastía de los Borbones. De este modo, consiguió el favor Real, cargos en la Corte y contratos onerosos para sus empresas. También durante el reinado de Carlos II, había estado cerca de la Corona, llegando a desempeñar el cargo de tesorero con las reinas María de Neoburgo, cargo que repitió con las de Felipe V, tanto con María Luisa de Saboya, como Isabel de Farnesio (madre de Carlos III). A lo largo de su carrera amasó una gran fortuna que empleó en hacer realidad proyectos como la fundación de la Gaceta de Madrid, una de las primeras publicaciones periódicas en España, que contaba con corresponsales en el extranjero, y cuyo propósito era introducir las nuevas tendencias ideológicas en nuestro país. Pero el proyecto más importante de su vida sería la fundación de una villa industrial que tomaría por nombre el valle de sus orígenes, Nuevo Baztán.

 

Juan de Goyeneche – Imagen obtenida de la Wikipedia

Su proyecto, Nuevo Baztán

Convencido seguidor de las doctrinas de Colbert (1619-1683), ministro francés del Luis XIV, que fomentó políticas comerciales orientadas hacia la exportación, favoreciendo la fabricación de todo tipo de bienes de lujo para evitar las importaciones a Francia de cristalerías, porcelanas, textiles, etc.. Goyeneche dispuso de su fortuna para la creación del complejo preindustrial más innovador de su época, una nueva población que estaría organizada según los criterios más modernos de comodidades, con los planes urbanísticos más avanzados que facilitaran morada y una óptima movilidad de los trabajadores y unos centros de producción con los mejores equipamientos del momento. Por otro lado supo atraer a los mejores maestros extranjeros para asegurarse una producción de máxima calidad.

Para la edificación y la proyección de su nueva villa, contó con los servicios del gran arquitecto, José Benito Churriguera (1665-1725). Las obras se alargarían durante cuatro años, entre 1707 y 1713. Poco a poco, su sueño del Nuevo Baztán fue viendo la luz. El ordenamiento urbanístico se organizaba en tres partes diferenciadas.

Las tres partes eran; el Palacio-Iglesia en torno a una Plaza ajardinada; las Viviendas de los trabajadores, que serían levantadas en torno a la plaza principal, teniendo en cuenta las jerarquías de la época, más prestigio significaba más cercanía a la plaza y mayores dimensiones de la vivienda; y por último las propias Industrias que fueron pensadas para abastecer los mercados nacionales y los de las colonias.

Además se preocupó de las comunicaciones para el transporte de las mercancías, mejorando los caminos e incluso sufragando los gastos de puentes y veredas. Su objetivo era crear un sistema de organización que pudiera lograr no solo el éxito particular, sino ser exportado a otros puntos de España, ayudando a mejorar el sistema productivo español.

En un principio vieron las Fábricas de Paños (1710) en Olmeda de las Fuentes, una Fábrica de Augardientes (1716),  en 1718 se añadió la Fabrica de Sombreros, más tarde se sumarían las Fábricas de Vidrio, con un horno subterráneo para el que se trajeron arcillas desde Tortosa, para que cumpliera con los requisitos de resistencia al calor y maleabilidad. Se agregarían además fabricas de cerería, de confitería y de cuetería. Incluso se estableció un taller de zapatos, y otros oficios que dotaron de todos los servicios a la población, como médicos, cirujanos, boticaros o labradores. El personal especializado fue importado, de entre los principales maestros europeos para que el producto final, se equiparara con las mejores calidades de la época.

Las diferentes fábricas, pese al ímpetu, la inversión y el empeño que pusieron tanto su fundador como su arquitecto, se terminaron e iniciaron la fabricación pero no pudieron evitar sufrir penurias económicas, y un lento declive que forzó su cierre progresivo según iba avanzando el siglo XVIII, a pesar de los esfuerzos continuados por su hijo y sucesor Francisco Miguel de Goyeneche.

Sus últimos días

Juan de Goyeneche sobreviviría a su amigo el arquitecto Jose de Churriguera, y aunque repartió su tiempo entre Nuevo Baztán y Madrid, residiendo en su Palacio de la Calle Alcalá (actual sede de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando), moriría en N.B. siendo enterrado en la cripta de la Iglesia del conjunto.

Juan de Goyeneche y Gastón no tuvo títulos nobiliarios, sin embargo su segundo hijo Francisco Miguel de Goyeneche sería Marqués de Belzunce, y Conde de Salceda

Juan de Goyeneche y José de Churriguera

Cuando los dos personajes se conocieron, establecieron una larga amistad. Goyeneche contrataría por primera vez a Churriguera para realizar su gran proyecto de Nuevo Baztán a partir de 1710. Para entonces Churriguera ya contaba con una nutrida lista de construcciones en Madrid (Museo Municipal, decoración del Puente de Toledo, etc) Sin embargo éste no sería el único encargo importante que Goyeneche le encomendó. En 1724 decide levantar un Palacio en sus terrenos de la Calle Alcalá, el futuro Palacio Goyeneche fue iniciado por el arquitecto, aunque no tuvo oportunidad de finalizarlo, al encontrar la muete en 1725. Su hermano Alberto de Churriguera concluiría las obras. El Palacio sufriría una reforma importante en 1773 que le daría el aspecto actual. Desde entonces es la sede de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando.