Situada a unos 130kms de Madrid, Sigüenza y su comarca son un reclamo para el turismo de fin de semana, ya sea una escapada cultural, un retiro rural en pequeños pueblos con encanto , o para realizar excursiones a pie por rincones naturales de belleza singular.
Sigüenza es una ciudad medieval cargada de historia, que se escalona colina abajo desde su imponente Castillo (hoy Parador de Turismo) hasta su Catedral. Ambos monumentos destacan en el horizonte de un casco viejo salpicado de casas nobles de bellas fachadas, conventos e iglesias con portadas románicas de sencilla decoración, y algunos lienzos del antiguo cordón de murallas que la rodeaba entera.
Tierras de Sigüenza
La comarca se halla en el curso alto del río Henares, allí donde los páramos casi besan las vegas de los valles y la altura con respecto al nivel del mar, que alcanza los 1000 metros, castiga con frío invernal a campos casi yermos.
Un rincón de la provincia de Guadalajara, del que dicen, que sólo el frío se acuerda de llegar en invierno. Por las Tierras de Sigüenza los pasos de montaña de las sierras que separan las grandes cuencas peninsulares (Ebro, Tajo y Duero) se hacen llanas, no por su falta de vigor, si no por la elevación de la plataforma mesetaria, que confunde llano, páramo y cumbre. Una sucesión de paisajes aturdidos por las heladas en invierno, tapizados en primavera por el verdor fugaz del cereal, y rubio, tosco y quizá poco coqueto durante el seco y luminoso verano.
Sigüenza, capital de la comarca, es una bella ciudad medieval ubicada en el cruce natural de caminos entre las mesetas y Aragón, entre los valles del Henares y del Jalón. Importante durante la Edad Media, ciudad conquistada y regida por Obispos que solo perdió el pulso a la revolución industrial, pero que aún cuenta como foco cultural. Jalonada de monumentos, y rodeada de parajes y pueblos con encanto, las Tierras de Sigüenza son un destino ideal para un fin de semana tranquilo, de naturaleza y belleza, o bien de ruta histórica para aprender de su legado.
No hay que perderse:
- La Ciudad de Sigüenza y sus tesoros: Catedral, El Doncel, Castillo-Parador…
- Hoces del Río Dulce en Pelegrina: Parque Natural, Castillo pintoresco y rutas a pie de gran belleza.
Sigüenza en la historia
Las altas tierras de Sigüenza se encuentran situadas en páramos formados por las estribaciones del sistema central y el sistema ibérico. Como tal siempre fueron paso obligado de las comunicación entre el Ebro y la Hoya de Madrid. En el alto curso del Valle del Henares, sobre el que se asienta Sigüenza se han encontrado vestigios de ocupación humana desde el neolítico.
Sigüenza se convierte en una de las principales ciudades de la Celtiberia y entra en la historia cuando según cuentan algunas fuentes, los generales cartagineses Aníbal y Asdrúbal llegaron a asediarla.
La Segontia Romana
Pero el rastro histórico aparece con las invasiones romanas, y la victoria de éstos sobre las tribus celtíberas asentadas en la comarca. Emparentados con los de la famosa Numancia (Soria), los habitantes de Segontia (de hay el gentilicio de Segontinos para los habitantes de Sigüenza) dan prosperidad a una ciudad que empieza a destacar en la ruta que une Toletum y Caesaragusta.
La Edad Media y la Reconquista
Casi 40 años después de la conquista de Toledo por Alfonso VI, en 1123, Sigüenza cae en manos cristianas de la mano del Obispo de origen franco-aquitano Bernard de Agén. Se convierte entonces en una plaza fuerte de avanzadilla sobre territorios musulmanes. Pronto se iniciaron las obras de su catedral, en estilo cisterciense, y comienza a incrementarse su importancia como foco de colonización de las primeras tierras al sur del sistema central.
Los Obispos de Sigüenza
Los obispos de Sigüenza dueños y señores de un extenso territorio, recaudaron rentas e impartieron justicia durante largos siglos. El cargo recayó durante mucho tiempo en miembros de una de las familias nobles más allegadas a la realeza castellana, los Mendoza. Entroncando pues con los Duques del Infantado y Marqués de Santillana, cuyos dominios se extendían por gran parte del resto de la provincia castellana.
Los Obispos fundaron Universidad, y dieron prosperidad a la plaza, cuyo Castillo sirvió de residencia a los mismos. Las Guerras de Independencia, las carlistas y la Guerra Civil de 1936-39, afectaron al legado monumental, convirtiendo en ruinas la fortaleza, que solo fue recuperada como Parador, a finales del siglo pasado.
Hoy en día el Obispo reside en Guadalajara, y la diócesis se denomina Guadalajara-Sigüenza.
Ciudad de Sigüenza
Visitas que no te debes perder
- Visitar la Catedral
- La Escultura del Doncel de Sigüenza
- La Plaza Mayor
- El Castillo – Parador de Turismo
- Callejear por sus calles entre castillo y catedral
1 / Catedral
El exterior tiene aspecto de sobria fortaleza, pero su interior sorprende por su armonía, sus impresionantes dimensiones, y su estilo cisterciense (posiblemente la más meridional en España). Fue comenzada a mediados del siglo XII, poco después de la Reconquista, aunque no fue terminada hasta 1495 ya en estilo gótico.
La Visita de la Catedral se hace guiada (Entrada 4€) y hay pases a las 11, 13, 16h30 y 17h30 de martes a sábado; y a las 12, 17 y 18 (este último gratis) los domingos.
El tamaño del conjunto empequeñece por comparación a la Ciudad. Su interior es una caja de tesoros artísticos: Estos son algunos elemento que no os debés perder:
- Puertas de la Catedral: Especialmente la Puerta de la Capilla de la Asunción; con pilastras renacentistas, arabesco y arcos polilobulados gótico (en la nave izquierda de la nave); y El bello conjunto escultórico de la Puera de Pórfido (S.XVI) que da acceso al claustro (en el brazo izquierdo del crucero)
- Capillas laterales y del deambulatorio: Como el Altar de Santa Librada, realizado por Alonso de Covarrubias, insigne escultor renacentista castellano que lo concibiera como un retablo; o el Sepulcro de Don Fadrique de Portugal (S.XVI) de estilo plateresco y más recargado
- La Sacristía, también obra de Covarrubias, que presenta un cúpula y techos con casetones y puertas de nogal decoradas con tallas, puertas de nogal
- El Presbiterio; cerrado por una bellísima reja (S.XVII), flanqueado por dos púlpitos labrados de alabastro, el primero gótico, y el de la derecha renacentista. Y en el espacio central, un retablo enorme obra de Giraldo de Merlo (S.XVII) y en lugar destacado las Sepulturas del Obispo Carrillo de Albornoz y sus sobrinos.
2/ El Doncel de Sigüenza
Pero el más famoso de los tesoros de la Catedral es la Sepultura del Doncel de Sigüenza, que se encuentra en una capilla en el brazo derecho del crucero, acompañada del mausoleo de sus padres.
Merecida fama tiene está escultura renacentista por su gracia y realismo, y está considerada como una de las obras cumbre de la estatuaria renacentista en España
El famoso Doncel tenía nombre: Martín Vázquez de Arce, y era el joven comendador de los Reyes Católicos, que murió en 1486 en una maniobra ofensiva durante la Guerra de Granada. La Capilla que lleva su nombre presenta en el centro el mausoleo de los padres del doncel.
3/ Museo Diocesano & Plaza Mayor
Sobria y solemne, la Plaza Mayor presenta arcos en dos de sus lados, y la fachada sur de la Catedral en otro. El Ayuntamiento, un bello edificio renacentista del siglo XVI preside la parte más alta.
El Museo Diocesano por su parte conserva algunas obras maestras: (Abre de miércoles a domingo de 11h-14h y 16h-19h, viernes y sábado cierra a las 20h – Entrada: 3€ – Tel: 949 391 023)
- una Inmaculada de Francisco de Zurbarán
- una Piedad de Luis de Morales
- un grupo escultórico de Pompeyo Leoni, el mismo que hiciera las esculturas penitentes Reales de El Escorial.
- una talla del Profeta Elías de Francisco Salzillo
4/ Castillo de los Obispos – Parador de Turismo
El Castillo fue residencia de los Obispos de Sigüenza, auténticos señores y dueños de vastos dominios en Guadalajara. Fue un Obispo aquitano el responsable de la Reconquista de Sigüenza en 1124, Bernardo de Agén, quien le dio sus armas al escudo de la Ciudad (muy similar al de la ciudad francesa de Agen). El Obispo inició las obras de la catedral y organizó su repoblación con cristianos venidos de Aquitania y el norte de Castilla.
Con el paso de los siglos, este importante cargo obispal por su riqueza en rentas, recayó sobre miembros de la familia noble aristocrática más influyente en estas tierras castellanas, los Mendoza. Su rama principal, encabezada por el Duque del Infantado y Marqués de Santillana, fue siempre muy próxima a la realeza.
El Castillo sufrió graves desperfectos en la Guerra contra el francés y en los levantamientos carlistas del siglo XIX, y también durante la Guerra Civil. Casi en ruinas, fue recuperado y rehabilitado para alojar un Parador de Turismo.
5/ Callejear por sus calles entre Castillo y Catedral
Nos encontraremos con numerosas iglesias, casas nobles como la Casa del Doncel, Conventos, Fuentes monumentales, y rincones con encanto esparcidos por todo el centro histórico.
Hay tiendas en las que comprar productos típicos, carnicerías donde adquirir un buen entrecot, o incluso establecimientos de decoración con buen gusto.
Y no olvidéis pasear junto a las murallas que encintan la villa, el exterior del Castillo y las alamedas que acompañan los cauces de los arroyos que rodean Sigüenza.