Enmarcada en la comarca de la Rioja Alta, el extremo noroccidental de la comunidad autónoma de La Rioja está ocupado por una pequeña y bella subcomarca surcada por los ríos Ebro y sus afluentes, Ea, Tirón y Oja, a unos 500 metros sobre el nivel del mar, lo que le confiere unas características climáticas que aún siendo similares a las comarcas burgalesas de La Bureba o de la meseta, comienzan a gozar de una mayor insolación y benignidad de las temperaturas que la hacen ideal para el cultivo de la vid.
Toda la subcomarca se extiende al oeste de Haro, capital de la Rioja Alta, y junto a los límites provinciales con Burgos por el oeste y el norte, y Álava al nordeste. Es una ligera planicie suavemente inclinada hacia el Ebro, que queda delimitada como una plaza por un zócalo de sierras; la Sierras de Cantabria al norte, ramificaciones de los Montes de Oca al oeste; y más al sur, a lejos en el horizonte, estarán siempre presentes las cumbres de la Sierra de la Demanda.
La riqueza de este pequeño territorio que nos disponemos a recorrer, es paisajística y monumental, no en vano en menos de 20kms de ruta, seremos capaces de ver dos castillos medievales, una iglesia románica, otra ermita del mismo estilo, dos iglesias barrocas, un puente romano y varios conjuntos impecablemente conservados de arquitectura tradicional. Todo ello, con el sabor inconfundible de un paisaje salpicado de viñedos, campos de secano esperando ser segados, y horizontes suaves matizados por el verdor de las sierras.
Como curiosidad histórica, deciros que los topónimos que nos encontraremos a menudo son de lengua vascuence, no en vano La Rioja fue un territorio de frontera y de mezcla entre el castellano y el vasco. No en vano es precisamente en San Millán de la Cogolla, donde se encontraron los primeros textos escritos en lengua romance, ese latín vulgar popularizado que se convirtió en el origen del castellano, y se encontraron de la mano de textos similares en vasco, lo que viene a demostrar la importancia de dicha lengua por estos lares en tiempos pasados. Así topónimos como Cihuri (probablemente de Zubi-uri, de puente y pueblo en vasco) o Naharruri (pueblo de la reina, el antiguo nombre de Casalarreina), Sajazarra, o Cuzcurrita, puedan en alguna medida sonarnos a vocablos euskeras. Hay muchos más, solo tenéis que mirar el mapa con un poco de curiosidad para daros cuenta.
Bajo Sancho III Garcés o el Grande (990-1035) el Reino de Nájera-Pamplona (Navarra) adquiere su máxima extensión, haciéndose con el territorio de Castilla por su matrimonio con la hija del Conde Castellano. A su muerte, sus reinos quedan divididos entre sus herederos, y su hijo Fernando se proclama primer rey de Castilla.
A partir de ese momento y durante todo el siglo XI, la expansión castellana sobre la parte occidental de la región actual de la Rioja y de Álava comenzó a hacerse patente, y localidades como Nájera o Laguardia pasaron a ser fronterizas entre ambos reinos.
La situación continuaría así durante los siguientes dos siglos, hasta que finalmente Castilla se haría con el control de la práctica totalidad de lo que hoy conocemos por La Rioja, y absorvería paulatinamente los distintos territorios del País Vasco en sucesivas expansiones, siendo la última la incorporación de Guipúzcoa en 1200, a través de un acuerdo por el que los guipuzcoanos aceptaban la soberanía castellana a cambio del respeto de los fueros y usos propios del territorio.
El Reino de Navarra quedaría reducido a su extensión actual (al menos la parte española al sur de los pirineos), a partir del siglo XIII, y así se conservaría hasta su incorporación a la Corona de Castilla en 1513.
La comarca de la Rioja Alta es por estos motivos, la parte riojana con mayor influencia castellana. Influencia que es patente desde el paisaje (muy similar a su comarca vecina burgalesa de la Bureba) en la arquitectura de sus poblaciones, y sobre todo en los antiguos testimonios históricos que nos han dejado sus monumentos, siendo precisamente la Rioja Alta la única comarca donde es posible encontrar abundancia de ejemplos del románico rural.
Son estos ejemplos, además de castillos señoriales, arquitectura rural tradicional, y un precioso paisaje de suaves colinas tapizadas de viñas y flanqueadas por sierras rocosas de una altura discreta pero un efecto visual muy bello, lo que podemos descubrir en una visita tranquila en bicicleta, disfrutando del sosiego de este bellísimo rincón de España.
Ruta por la Rioja Alta en bici
Nuestra ruta circular comienza y termina en Casalarreina, y recorreremos los pueblecitos el Valle del Tirón; Tirgo y Cuzcurrita; para después cruzar los campos de cereal y viñedos hasta el pueblo medieval de Sajazarra, y desde allí girar hacia el sur hasta la localidad de Cihuri, descubrir su puente romano y su poza natural para poder bañarse. La última etapa nos traerá de regreso a Casalarreina.
Si no tenéis bici no importa, existen varios lugares donde poder alquilarlas, yo aquí os pongo la referencia del que hemos usado nosotros por la comodidad que supone que te lleven las bicicletas y la equipación (casco y gps si lo necesitáis) hasta el punto de partida y de llegada de la misma.
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1/ Casalarreina
Nuestro punto de partida es un lugar impregnado de historia de reyes. Su actual nombre que se empieza a generalizar a partir del siglo XVI, después de que la Reina Juana la Loca, fuese la ilustre residente de la localidad, bajo los auspicios de los Condes de Haro y la venia del Obispo de Calahorra que financió las obras del espectacular Monasterio de Santa María de la Piedad (1522) que es el principal monumento de Casalarreina.
Anteriormente, y como es habitual en toda las comarcas occidentales de La Rioja, el topónimo por el que se conocía era de origen vascuence, Naharruri o Nafarruri, que a la postre significaba «Pueblo de la reina».
El Monasterio se puede visitar, y atesora una increíble portada plateresca que rivaliza con los mejores ejemplos de este estilo que puedan existir en toda España.
Nuestra ruta comienza atravesando el puente de piedra que supera el río Oja, en dirección a Tirgo.
2/ Tirgo
Unos 15′ de pedaleo nos bastan para llegar a nuestra primera parada (a 3,5kms). Este pequeño pueblecito que se alza sobre una colina sobre el río Tirón, posee una hermosa iglesia románica de El Salvador del siglo XII, con canecillos, dos portadas labradas y un ábside románico.
3/ Cuzcurrita de Río Tirón
Otros 5′ en bici, tomando el camino que recorre el curso del Tirón río arriba durante 1,5kms, nos lleva hasta una de las joyas de nuestra ruta. Cuzcurrita es uno de los lugares con mayor encanto de la Rioja, un pueblecito de cuento.
Cuando llegas hasta el puente sobre el Río Tirón no puedes dejar de abrir los ojos para sorprenderte del encanto que tiene. Es como una postal, hacia un lado la Iglesia Barroca de San Miguel con su esbelta torre destaca sobre las frondosas orillas surcadas por un sendero entre el verdor del césped, y del otro un precioso Castillo del siglo XIV (hoy vivienda privada) que perteneció a una de las familias nobles más importantes de esta zona de Castilla, los Velasco, familia que lograría acumular títulos y posesiones en esta parte del Reino de Castilla, como el Ducado de Frías o distintos señoríos en la Bureba y las Merindades en la vecina provincia de Burgos.
Aquí elegimos tomar una buenas cervezas a la sombra de un campanario y fachada curva de la iglesia parroquial que bien por su estilo, uno diría que podría haber salido de cualquier localidad del sur de Italia.
Si avanzamos 2,5kms río arriba, nos podremos dar el gustazo de ver uno de los ejemplos de románico rural más bonitos de la Rioja, una hermosa ermita aislada, en medio de un paisaje apartado, idílico que invita a su contemplación con tranquilidad y a tomarse todo con calma, la Ermita de Nuestra Señora de Sorejana.
Para llegar hasta nuestro siguiente destino, habrá que volver sobre nuestros pasos recorriendo el río de nuevo hasta Tirgo, y desde allí tomar camino del norte hacia Sajazarra.
4/ Sajazarra
El tramo más largo de pedaleo de esta ruta, nos llevará en 20′ a recorrer los 4,5kms de terreno llano, repleto de cultivos y viñas que separan Tirgo de Sajazarra, y pasaremos junto a otra de las ermitas que posee, la de Nuestra Señora de Tironcillo, esta de estilo barroco (S.XVII)
Este pueblo tiene un aire medieval inconfundible. En su día totalmente amurallado, el contorno de la localidad se halla casi completamente rodeado por un arroyo que hace las veces de foso, sobre la pequeña elevación en la que se construyó. un hermosísimo Castillo-Palacio del siglo XV, también de propiedad privada preside todas las vistas de conjunto del pueblo cuando te vas acercando. Una vez dentro, puedes percibir su trazado medieval entre un caserío recio de piedra arenisca de color amarillento que se encuentra presente en cada rincón.
Su iglesia parroquial de la Asunción también posee una esbelta torre barroca, como viene siendo habitual en todos estos pueblos de La Rioja. En el centro del pueblo, hay un lugar ideal para descansar y cobrar fuerzas comiendo un menú de la tierra en un entorno histórico. El Mesón Asador Ochavo está junto a la plaza del Ayuntamiento y posee una terraza y varios salones interiores en una casa típica antigua. Tienen un completo menú por 19€ que te da la oportunidad de comer una buena carne y otras especialidades locales.
5/ Cihuri
Tan solo 3kms lo separan de Sajazarra. La localidad no tiene grandes monumentos, ni un encanto especialmente destacable sin embargo guarda uno de los tesoros más bellos e interesantes de la comarca. Un antiguo puente romano que se alza en las riberas del río Tirón, y que además ofrece la posibilidad de bañarse en la poza que se forma justo sobre sus pilares. En los alrededores hay un prado para tumbarse y tomar el sol, relajándose de las pedaladas que hemos tenido que dar para llegar hasta nuestro destino.
Ahora solo nos quedará pedalear dos kilómetros más para volver a nuestro punto de partida y entregar las bicicletas para continuar con nuestras visitas ya en coche o ir a descansar a nuestro hotel o casa rural, después de un día completo de naturaleza, ejercicio y visitas turísticas en un entorno muy tranquilo y acogedor.