Italia nos fascina por su inmenso patrimonio monumental. Sus pueblos y ciudades son un compendio de la historia del arte en Europa. Los primeros viajes turísticos modernos, el Grand Tour, comenzaron recorriendo sus ciudades más emblemáticas en el siglo XVII. Sin embargo, Cerdeña estuvo apartada de los circuitos turísticos hasta la segunda mitad del siglo XX, era la región más olvidada del país transalpino. Y, casi de repente, aquella región marginada ha pasado a ser uno de los grandes destinos en el país.
La segunda isla en extensión del Mediterráneo es realmente una Italia diferente. Sus maravillosas playas, de arenas finas y aguas cristalinas, contrastan con un litoral peninsular en donde es difícil encontrar playas emblemáticas. Sus misteriosas ruinas prehistóricas, salpicadas por todo el territorio, se han convertido en su principal seña de identidad. No faltan ciudades monumentales, como Cagliari o Alguero. Y añade el atractivo de que por historia su arquitectura está más ligada a España que a la propia Italia. La pobreza secular de la isla y la endiablada orografía favorecieron siempre la emigración, el bandolerismo y el carácter reservado de sus gentes. Aquellos pueblos sumidos en la pobreza son ahora testigos de esa Italia oculta a los recorridos turísticos tradicionales. Hay muchas razones para no perderse Cerdeña.
Una curiosidad, Cerdeña ostenta la menor tasa de natalidad en Italia, pero comparte con la isla japonesa de Okinawa la mayor tasa de centenarios del mundo. La dieta mediterránea parece la principal razón de esa longevidad. Así que uno no debe perderse las ricas tradiciones gastronómicas en un viaje por tierras sardas.
En Avión:
Tres aeropuertos dan servicio desde España a la isla de Cerdeña. La elección por cualquiera de ellos dependerá de los lugares que queramos conocer en Cerdeña. Hay que tener en cuenta que la isla es muy extensa y las distancias entre las ciudades son más grandes de lo que se suele pensar.
En el Sur: El Aeropuerto Internacional de Cagliari-Elmas, el más grande de Cerdeña. Las compañías Iberia y Vueling tienen conexiones directas con Madrid y Barcelona respectivamente. En la Costa Occidental: Alghero-Fertilia, donde las compañías Air Europa, Vueling y Ryanair mantienen conexiones regulares con Madrid, Barcelona y Sevilla En la Costa del nordeste: Olbia-Costa Esmeralda, en el que las compañías Iberia y Vueling enlazan con varias ciudades españolas.En Barco:
La compañía naviera Grimaldi Lines (www.grimaldi-lines.com/es) enlaza Barcelona con Porto Torres, en el noroeste de Cerdeña. La travesía dura unas 12 horas, pero es una buena opción para viajar con el vehículo propio con tarifas bastante asequibles.
La cultura nurágica surgió en el siglo XVII AC y abarca un período que va desde la edad de bronce hasta el siglo II AC, en los albores del Imperio Romano. Debe su nombre a los nuragas, torres-fortalezas de entre 15 y 25 metros de altura de forma troncocónica acabadas en su interior con una falsa cúpula. En sardo nuraghe quiere decir “montón de piedras”.
Los Nuragas
Los nuragas son los vestigios más importantes de esta civilización que, en realidad, fue una evolución de una cultura megalítica preexistente, constructora de dólmenes y menhires. Las torres se encuentran entre los monumentos megalíticos más grandes y mejor conservados de Europa.
Sobre la función de estas torres ha habido muchas teorías. No faltan incluso las que la relacionan con seres extraterrestres. Hoy parece claro que eran edificios de carácter civil-militar destinados a la defensa del territorio y al control y almacenamiento de los recursos del poblado.
Se trata de los edificios más altos construidos en tiempos prehistóricos y sorprende que se han catalogado más de 5000 (la mayoría hoy en estado ruinoso). Aunque hay ciertas analogías con edificios micénicos (se han encontrado objetos abundantes de la civilización micénica en Cerdeña) o con los Talaiots de las Baleares, éstas son las construcciones más singulares y monumentales de la prehistoria en el Mediterráneo.
Los primeros nuraga constaban de una simple torre, pero a medida que la civilización avanzaba las construcciones se hicieron más complejas, añadiendo torres más pequeñas unidas por muros que rodean a la torre principal para formar verdaderos bastiones. El poblado se disponía rodeando a las torres.
El acceso a las torres se hace por una entrada a ras del suelo que desemboca en un vestíbulo más o menos largo desde el que se llega a la cámara principal. Puede haber estancias secundarias llamadas nichos. Desde el vestíbulo o la propia cámara salen escaleras que conducen a la cámara superior. A veces se disponen cámaras superpuestas hasta en 3 pisos.
Tumbas de Gigantes
Hay otras construcciones singulares en la civilización nurágica. Las tumbas de gigantes son el mejor exponente de la arquitectura funeraria. Tumbas megalíticas de tipo corredor con una fachada generalmente formada por una gran losa de piedra labrada. Las tumbas de gigantes funcionaban como sepulcros colectivos y son especialmente abundantes en el centro de la isla. Los lugares de culto más característicos son los pozos y fuentes sacras, verdaderos templos construidos con piedras perfectamente labradas.
Arte en Piedra y Bronzetti
El arte estaba ligado a la religión. Se han encontrado estatuas de piedra, generalmente en los santuarios, y muchas esculturas de bronce de pequeño tamaño (bronzetti) con representaciones de todo tipo de escenas domésticas y militares así como de animales, seres fantásticos y adornos.
La belleza de estas figuras de bronce, con clara influencia oriental, hace de ellas piezas especialmente representativas de las civilizaciones prehistóricas mediterráneas. Se trata generalmente de exvotos, ofrendas que los devotos llevaban al santuario. La mejor colección de estas figuras es la del Museo Arqueológico Nacional de Cagliari, pero están presentes en todos los museos arqueológicos de las ciudades sardas.
Mal de Piedras – Milena Agus
Editorial Siruela, 2008. 114 pags
Milena Agus es una de las grandes escritoras de la nueva literatura sarda. Mal de Piedras es su novela de mayor éxito. Un relato entre la poesía y el impresionismo.
El relato se sitúa en una vieja casa familiar del barrio del Castello de Cagliari. La nieta teje la historia de los amores de su abuela a través de lo que ella le cuenta y de lo que va descubriendo. Eran otros tiempos…Los de un matrimonio casi de conveniencia y los de un amor fugaz pero transformador que surge durante la estancia en un balneario para curarse del mal de piedras (cálculos renales). Y como telón de fondo el Cagliari de principios y de finales del siglo XX.
Qué visitamos en este post
En el siguiente mapa interactivo podrás localizar con exactitud todos los lugares de los que se habla en el artículo con especial detalle para los lugares importantes de Cagliari y de la civilización nurágica y más genéricamente para el resto de sitios imprescindibles en Cerdeña (la descripción en detalle de elos los podéis encontrar en los respectivos post). Podéis usarlo para llegar hasta ellos fácilmente y para seguir los itinerarios propuestos, que incluyen los lugares más representativos de la isla de Cerdeña:
Artículos publicados sobre la isla de Cerdeña que complementan a éste para descubrir todos los rincones más interesantes de esta hermosa isla del Mediterráneo:
- Alguero: La Cerdeña Medieval con Alma Catalana
- Castelsardo y la Costa Norte de Cerdeña
- Costa Esmeralda y la Montaña Sarda
Organizando el Viaje – Lugares Imprescindibles de Cerdeña
Cerdeña es la segunda isla en extensión del Mediterráneo. Más o menos equivalente a la extensión de toda la Comunidad Valenciana. Ver los lugares imprescindibles, si se quiere disfrutar de las playas y de sus ciudades, llevará unos 15 días. Si no se dispone de ese tiempo es mejor concentrarse en una zona de la isla.
Cualquier clasificación de lugares imprescindibles siempre es arbitraria. Todo dependerá de lo que uno esté más interesado en descubrir:
- Ciudades sardas más interesantes:
- Alguero – Una ciudad medieval con alma catalana
- Cagliari – Capital de Cerdeña
- Lugares más emblemáticos:
- Castelsardo – El faro de la costa norte
- Santa Teresa Gallura – Cerdeña del Siglo XIX y puente a Bonifacio
- Porto Cervo – Capital de Costa Esmeralda y capital del lujo en Cerdeña.
- Orgosolo – Cordillera del Gennargentu,
- Los mejores yacimientos de la civilización nurágica:
- Sa Nuraxi de Barrumini
- Nurague de Losa
- Nurague de Santu Antine
- Tumba de Gigantes de Coddu Vechiu
- Las playas más espectaculares:
- Playa de Porto Giunco – Villasimius
- Playa de la Pelosa – Costa Coralina
- Cala de Li Cossi – Costa Paradiso
- Playa del Príncipe – Costa Esmeralda
- Cala Caprese – Archipiélago de la Maddalena
- Cala Luna – Golfo de Orosei
Unas Vacaciones en Cerdeña
Os proponemos un «road trip» en 6 etapas para combinar en función del tiempo disponible y los intereses de cada uno. Cada etapa esconde lugares que no os decepcionaran y en todos ellos hay playas espectaculares.
1. Cagliari: Una capital con aire muy español
En las Navidades del año 1325 una flota aragonesa se enfrentó en la bahía de Cagliari a una armada conjunta de las Repúblicas de Pisa y Génova. La batalla naval sería un éxito rotundo para la Corona de Aragón. Pisa firmó definitivamente la paz y no volvió a emprender nuevas conquistas en Cerdeña. Génova continuaría la guerra en el norte de la isla durante casi un siglo hasta que finalmente cayó su última posesión en Cerdeña, la actual Castelsardo.
Cagliari, 400 años ligados a las monarquías hispánicas
Cagliari o Cáller en castellano/catalán (pronunciado en italiano «Cállari») se transformó en una pieza clave para el control del Mediterráneo occidental y en la capital de Cerdeña. La ciudad, y la isla, permanecerían bajo el poder del Reino de Aragón primero y de la Monarquía Hispánica después hasta el Tratado de Utrecht de 1713. En esos ¡¡400 años!! Cagliari vivió su período de máximo esplendor tanto militar como comercial y cultural. De aquí salió en el año 1535, en presencia del emperador Carlos V, la gran escuadra que conquistó Túnez y frenó la expansión otomana en el Mediterráneo occidental.
La ciudad antigua esconde grandes tesoros artísticos. El propio asentamiento urbano, entre el mar y una gran laguna salada, es espectacular. Una de las más importantes fuentes de riqueza de la antigua Cáller era el comercio de la sal procedente de la laguna. Pocos kilómetros más al sur, entre Villasimus y el Capo Carbonara, se suceden playas de fina arena blanca y un mar de un transparente azul claro. La más famosa es la Playa de Porto Giunco en la parte más estrecha de la pequeña península, con una gran laguna a su espalda y una torre aragonesa protegiéndola desde lo alto.
Barrio del Castello y Barrio de la Marina
Cagliari está organizada en dos grandes barrios: el Castello y la Marina.
La Marina fue siempre el barrio de los pescadores y el comercio. Hoy continua con ese ambiente bullicioso, plagado de hoteles y restaurantes junto a un puerto que todavía espera por una gran reforma que mejore el paseo marítimo de la ciudad.
El Castello está aupado en la colina. La subida lleva su tiempo. El barrio está más alto de lo que parece. En su extremo sur se construyó en el siglo XIX el Bastión de San Remy. Unas escalinatas rodeadas de templetes que conectan los dos barrios y sirven hoy de lugar de encuentro para los «callaritanos».
Las fortificaciones que rodean el imponente barrio del Castello fueron levantadas durante el dominio español, aunque sus dos torres más emblemáticas, San Pancrazio y del Elefante, son de origen pisano. Entre sus muros se alojó siempre la nobleza de la ciudad y todavía se pueden contemplar sus imponentes palacios de los siglos XV a XVII junto a la esbelta Catedral de Santa María que conserva la fachada románica pisana original. Las calles estrechas y un tanto decrépitas tienen un encanto especial.
Museo Arqueológico Nacional de Cerdeña
Al otro lado del Castello, en el extremo sur, se encuentra el Museo Arqueológico Nacional de Cerdeña. Una visita imprescindible en Cagliari. Allí se encuentra la asombrosa colección de arte de la civilización nurágica. Sus famosas figuras de bronce revelan una concepción del arte absolutamente peculiar, con escenas de su vida cotidiana y rostros picassianos. Es la mejor introducción para la segunda etapa del viaje que debe llevarnos a explorar el mayor misterio de la isla.
2. Sa Nuraxi de Barumini y La Civilización Nurágica
La isla de Cerdeña es la segunda en extensión del Mediterráneo. Nada está cerca. Y aunque sus dos ciudades más importantes, Cagliari y Sassari están unidas por autopista, las separan más de 200 km.
Cerdeña conserva las importantes huellas de su desarrollada cultura en tiempos prehistóricos como una de sus grandes señas de identidad. La misteriosa civilización nurágica floreció durante la Edad de Bronce y ha dejado miles de construcciones repartidas por toda la isla.
Sa Nuraxi de Barumini (a 65 km de Cagliari)
Los nuraga son monumentos sorprendentes; no sólo por su altura (pueden alcanzar hasta los 25 metros) sino por su complejidad. La gran torre central suele estar rodeada por otras pequeñas torres unidas por muros. Alrededor de estas fortalezas se extendían los poblados. Hay miles en la isla, pero la más singular es la conocida como” Su Nuraxi” en Barumini, a poco más de 65 km de Cagliari.
El nuraga de Barumini tiene una gran torre central que, aunque truncada en su parte superior, conserva todas sus dependencias en tres niveles. A su alrededor cuatro torres más pequeñas unidas por muros convertían la estructura en un verdadero castillo prehistórico. Los restos del poblado, con los cimientos de decenas de viviendas circulares, se extienden rodeando la fortaleza. La espléndida conservación del yacimiento le ha valido su declaración como Patrimonio de la Humanidad.
Nurague de Losa (a 125 km de Cagliari)
En el camino hacia el norte se pueden hacer otras dos paradas para tratar de comprender mejor estas torres-fortaleza. El Nurague de Losa ha conservado en la torre principal el pasillo de piedra que sube en espiral por el interior de los muros hasta los pisos superiores. Los tres niveles de la torre permanecen intactos y la iluminación de los pasadizos permite visitar cómodamente todos los espacios.
Nurague de Santu Antine (a 50 km del Nurague de Losa)
Unos kilómetros más al norte, ya cerca de Alguero, se extiende el Valle de los Volcanes. Cerca del pueblo de Torralba (en Cerdeña la toponimia recuerda constantemente el pasado español) se levanta imponente el Nurague de Santu Antine, uno de los mejor conservado de toda la isla. La gran torre central está rodeada por otras tres pequeñas torres interconectadas por pasadizos. De nuevo el conjunto recuerda un castillo medieval, sólo que edificado 3000 años antes. Desde lo alto de la torre principal se divisa perfectamente todo el valle, salpicado de conos pertenecientes a antiguos volcanes, y pueden apreciarse otros nuragas cercanos.
3. Alguero y su Alma Catalana
Alguero es la ciudad más bonita de Cerdeña. Sus sólidas murallas y bastiones, perfectamente conservadas en su lado marítimo, fueron construidas en la época en que la isla pertenecía al Imperio Español. En sus caminos de ronda antaño se apostaban las tropas para la defensa; hoy son el mejor paseo para locales y extranjeros. Repletos de terrazas desde las que se disfruta de atardeceres inolvidables.
Entre los muros un casco antiguo de claro sabor español. La Catedral y la Iglesia de Sam Francisco son el mejor ejemplo de gótico catalán fuera de Cataluña mientras sus antiguas casas y calles recuerdan a muchas ciudades españolas. Aún es posible oír hablar catalán a los oriundos del lugar. No en vano en Alguero italiano, el sardo y catalán comparten el rango de lenguas oficiales.
Costa Coralina
La costa noroeste es todo un espectáculo. Desde las agrestes formas del Cabo Caccia que albergan a la Gruta de Neptuno, una visita obligada desde el puerto de Alguero, a la Costa Coralina, que debe su nombre a la abundancia de coral en sus aguas. De hecho, la artesanía del coral inunda las tiendas de Alguero.
Las playas de aguas azul turquesa se suceden en el camino hacia el norte. La de María Pina Pineda conserva un gran ecosistema dunar. La de Porticciolo tiene forma de medialuna y está protegida en el cabo por una de las torres defensivas construidas en el siglo XVI. La más famosa (y concurrida) está ya en la punta noroeste de la isla. La Playa de la Pelosa es el principal arenal del Golfo de Asinara, de aguas poco profundas. casi transparentes bajo su tonalidad turquesa. La isla de la Pelosa, con su característica torre aragonesa, parece enmarcar el idílico arenal.
Puedes ver más información sobre Alguero y su entorno en el artículo – Alguero: La Cerdeña Medieval con Alma Catalana
4. Castelsardo y Costa Paradiso
Castelsardo es el puesto de vigía de la costa norte de Cerdeña. En la cima de la atalaya se dispone un pequeño pueblo amurallado que permanece casi oculto desde el valle. Cuando uno se va acercando se sorprende primero por las casas de colores junto al mar.
El nuevo Castelsardo no es bonito, pero si fotogénico desde una distancia prudencial. Por el contrario, para disfrutar del viejo Castelsardo hay que traspasar sus murallas y callejear cuesta arriba hasta alcanzar primero la Catedral y luego el antiguo castillo de los Doria. Sólo en ese momento se descubren las razones por las que este pueblo figura entre los más bellos de Italia.
Costa Paradiso
La costa septentrional de Cerdeña recibe el nombre de Costa Paradiso. La carretera discurre entre bosques de alcornoques y abiertos arenales vírgenes. En las zonas más agrestes se abren pequeñas calas entre rocas de granito. La más espléndida es la de Li Cossi. Un arenal en una pequeña bahía rodeada de acantilados y con un mar de color verde esmeralda.
Santa Teresa Gallura marca el final del recorrido por la Costa Paradiso. Las rectilíneas calles revelan la fundación de la ciudad en el siglo XIX. Fue el rey Víctor Manuel II el que ordenó su creación para colonizar esta parte entonces olvidada de la isla. Hoy la hermosa playa de la Reina Blanca atrae a los veraneantes italianos y desde su puerto parten barcos que permiten descubrir la cercana Bonifacio, en la costa sur de Córcega.
Puedes ver más información sobre Castelsardo y su entorno en el artículo – Castelsardo y la Costa Norte de Cerdeña
5. Costa Esmeralda y el Archipiélago de la Maddalena
El tramo de costa comprendido entre las localidades de Santa Teresa Gallura y Olbia recibe el nombre de Costa Esmeralda. El descubridor de la belleza de estas costas y el impulsor de su desarrollo turístico fue el Aga Khan en los años 60.
Los puertos y urbanizaciones de lujo se fueron haciendo famosos por atraer a toda la elite europea. Porto Cervo, Liscia di Vaca, Porto Rotondo o Cala di Volpe son hoy lugares exclusivos a la altura de pocos bolsillos. Entre las urbanizaciones se suceden las playas de arena de color blanco intenso con rocas de granito rosado. La vegetación que las rodea contrasta con el azul intenso y transparente del mar. Un paraíso.
Arzachena era el único pueblo de la zona antes de que el turismo comenzará a llegar a estos lugares. Los agroturismos de los alrededores son los mejores lugares para descubrir la gastronomía sarda. Muy cerca también pueden verse dos de las más famosas Tumbas de Gigantes, los intrigantes sepulcros colectivos de la civilización nurágica.
Archipiélago de la Maddalena
Frente a la Costa Esmeralda se extiende el espectacular Archipiélago de La Maddalena una de las excursiones imprescindibles en Cerdeña. El paisaje virgen de la mayor parte de las islas y la belleza de las aguas que las rodean han merecido su declaración como Parque Nacional.
La tranquila isla de Caprera, unida a la Maddalena por un puente, es la mejor muestra de la impresionante belleza del archipiélago. Bosque mediterráneo bajo cielos azules, calas de arena blancas enmarcadas por rocas de granito que brillan en el ocaso y un mar transparente azul turquesa. En el sur de la isla Cala Caprese es su playa más emblemática. Desde aquí los atardeceres son espectaculares.
Puedes ver más información sobre Costa Esmeralda y el archipiélago de la Maddalena en el artículo – Costa Esmeralda y la Montaña Sarda
6. La Montaña Sarda y el Golfo de Orosei – Costa Esmeralda y la Montaña Sarda
El este de Cerdeña está ocupado por la Cordillera del Gennargentu, con montañas que alcanzan casi los 2000 metros de altura. Tan sólo unos pocos pueblos dedicados al pastoreo salpican esta inhóspita región que sirvió de refugio a los bárbaros que resistían el poder de Roma (de ahí su nombre de Barbagia) y modernamente a legendarios bandoleros. En estos pueblos remotos es donde más se oye hablar sardo, idioma oficial en la isla junto al italiano.
El idioma sardo está considerado como el menos evolucionado y más próximo al latín primitivo de todas las lenguas romances.
Montaña Sarda
Orgosolo es el pueblo más interesante de visitar para descubrir la Montaña Sarda, una Cerdeña menos turística y más inhóspita. Lo curioso en este pueblo no es su arquitectura de montaña, el pueblo no tiene especial belleza, sino los murales que inundan las paredes de las casas.
Fue un profesor de la escuela quién en 1975 se le ocurrió la idea de realizar murales en la calle y se lo propuso a los alumnos para celebrar de esta forma el 30º aniversario de la liberación de la isla por las tropas aliadas. Desde entonces comenzaron a proliferar murales satíricos, principalmente de tema político, que, aunque fueron criticados por las autoridades políticas, se han convertido en una de las señas de identidad del pueblo. Todo ello mucho antes de que el concepto de Street Art se pusiera de moda.
Golfo de Orosei
El Golfo de Orosei corresponde al tramo de la abrupta costa de la Cordilllera del Gennargentu. Este tramo del litoral es completamente inaccesible entre los pequeños pueblos de Cala Gonone y Tortoli. Las paredes verticales de roca y las calas pedregosas forman el mayor paraíso natural de Cerdeña que, lógicamente, sólo es accesible en barco.
En Cala Gonone y Tortoli se pueden alquilar pequeñas embarcaciones neumáticas con un motor sencillo que no requieren el título de patrón. De esta forma se puede navegar y pasar un día inolvidable disfrutando de sus espectaculares calas. Imprescindible visitar Cala Luna, donde desemboca el río del mismo nombre.
Puedes ver más información sobre la Montaña Sarda y el Golfo de Orosei en el artículo – Costa Esmeralda y la Montaña Sarda