Monte Pelion : Mítico encanto en la Grecia desconocida
Hubo un tiempo en que el Monte Pelión estaba completamente cubierto por un casi impenetrable manto vegetal. Se contaba que allí habitaban los centauros, criaturas con cabeza, brazos y torso de humano y cuerpo y patas de caballo. Probablemente el mito era sólo una forma de expresar el miedo a aventurarse por el tupido bosque. Los centauros eran considerados bestias sin civilizar. Adentrarse en su territorio era, cuanto menos, arriesgado. Sin embargo, hubo un centauro de carácter civilizado, sabio y afable. Quirón destacaba por sus conocimientos de arte, medicina y filosofía. Él fue el tutor de muchos de los héroes de la antigua Grecia. Asclepio, Jasón y Aquiles aprendieron junto a él en la profundidad del bosque. Al menos eso cuenta la leyenda.
En aquellos tiempos los héroes convivían con los dioses. Y el mejor lugar para hacerlo era el Monte Pelión. Nadie se aventuraba por las alturas del Monte Olimpo. Pero resulta que los dioses veraneaban en el Monte Pelión, quizás para disfrutar de sus playas y del bosque. Y allí compartían la vida héroes y dioses. En la profundidad del bosque, mientras se celebraba la boda de Peleo y Tetis, los padres de Aquiles, Eris arrojó la manzana de la discordia y Paris tuvo que decidir qué diosa era la más bella. Así se gestó la Guerra de Troya. Los árboles del bosque también sirvieron para construir la nave Argos, en la que Jasón se embarcó junto a casi todos los héroes griegos en busca del Vellocino de Oro. Y allí, junto al Golfo Pagasético, se celebraron los primeros Juegos Olímpicos.
El Monte Pelión conserva hoy todo su encanto mítico. Sus bosques ya no inspiran el miedo de antaño, aunque siempre hay algún senderista que afirma haber visto un centauro. Los griegos acuden cada año a disfrutar del bosque, de sus encantadores pueblos y de sus playas. Sin embargo, es difícil encontrarse con extranjeros. Quizás porque el mítico lugar, donde nacieron algunas de las leyendas más conocidas de la civilización occidental, siga siendo muy desconocido en el resto de Europa.
Volos tiene Aeropuerto Internacional pero sólo recibe vuelos domésticos y de unas pocas ciudades del norte de Europa. Lo más cómodo es volar al Aeropuerto Internacional de Atenas y desde allí ir por carretera hasta Volos. Son 350 km que se recorren en 3 horas escasas.
El coche es imprescindible para recorrer el Monte Pelión y para disfrutar de las Islas Espóradas.
La Boda de Peleo y Tetis y la Diosa de la Discordia
Peleo, príncipe de Egina, al mando de los célebres guerreros mirmidones conquistó los reinos de Ftía y Yolco haciéndose así dueño y señor de toda Tesalia. A la muerte de su padre decidió trasladar la capital de su reino a Ftía. Siendo ya rey de Egina y Tesalia, Peleo se enamoró de una nereida llamada Tetis. La conquistó con la ayuda de los consejos de Quirón y prepararon una boda por todo lo alto.
Asistieron todos los reyes y nobles griegos y todos los dioses del Olimpo. Bueno, todos no. A Peleo y Tetis se les olvidó invitar a Eris, la diosa de la discordia. El olvido les iba a costar caro. Eris tramó una dura venganza. Pidió una manzana de oro del Jardín de las Hespérides, grabó en ella las palabras “para la más hermosa” y la lanzó en medio de la boda. En una boda de ese postín, con tantas diosas rivalizando en belleza, enseguida unas cuantas se lanzaron a por la manzana. Hera, Atenea y Afrodita eran las que creían tener más derechos para ostentar el título. Acudieron a Zeus para que decidiera, pero Zeus era demasiado listo para caer en la trampa. Las convenció para que fuera un mortal el que hiciera de juez. Tenía que ser un juicio imparcial y para ello eligieron a un joven pastorcillo que vivía alejado del mundanal ruido y tenía, además, fama de ser especialmente guapo. Así fue como el muerto le cayó al pobre Paris.
Paris y la Guerra de Troya
Paris era hijo del rey Príamo y de la reina Hécuba de Troya. Antes de que naciera, Hécuba soñó que había dado a luz a una antorcha encendida en la que se retorcían serpientes de fuego. Al despertarse gritó que Troya se estaba incendiando. El terrible sueño de Hécuba se interpretó como que Paris habría de ser la causa de la ruina de Troya. Para evitarla, decidieron que un pastor abandonara al niño en el Monte Ida. El pastor lo hizo, pero cuando volvió a pasar por el lugar cinco días más tarde encontró al niño sano y salvo, amamantado pon una osa. Así que se apiadó de él y decidió recogerlo y criarlo.
La escena del “Juicio de Paris” ha sido representada en multitud de obras de arte a lo largo de la historia. Uno de los más famosos es el pintado por Paolo Rubens que se conserva en el Museo del Prado.
El Juicio de Paris
Un día, cuando cuidaba los rebaños de su padre de adopción, Paris recibió la visita de Hermes y de tres diosas, Atenea, Hera y Afrodita. Hermes le pidió que decidiera cuál de ellas era más hermosa. La que eligiera debía recibir el premio de una manzana de oro. Claramente este niño no era muy afortunado. Todo el mundo sabe que esa pregunta nunca la debes contestar. Entre tres diosas tan poderosas y en plena riña no se podía esperar que no hicieran uso de su poder.
Todas trataron de sobornar al pobre pastor. Hera le ofreció ser rey de todo Asia. Atenea le prometió la sabiduría y los mejores dones para la guerra. Afrodita, mucho más avispada, le aseguró el amor de la mujer más bella de la tierra. El incauto Paris eligió a Afrodita. La que después sería conocida como la diosa de la belleza y el amor olvido mencionar que Helena, la mujer más bella de la tierra, estaba casada con Menelao, rey de Esparta. Un pequeño detalle que acabaría provocando la Guerra de Troya.
Robert Graves. El Vellocino de Oro. Ed Edhasa. 498 pags
Una de las leyendas más antiguas del mundo griego es la de Jasón y los Argonautas en busca del Vellocino de Oro. La historia se gesta en el Monte Pelión.
El escritor y erudito británico Robert von Ranke Graves nació en Londres en 1895 y se formó en la Universidad de Oxford. Pasó la mayor parte de su vida en Deiá (Mallorca), lugar donde escribió muchas de su obras y donde falleció en 1985. En el Vellocino de Oro, traducido por su hija Lucía Graves, recrea lo que pudiera haber sido la expedición de los Argonautas.
Jasón fue retado por el rey de Yolco. Le ofreció ser heredero del trono si le traía el Vellocino de Oro, que pertenecía a Eetes, cruel rey de Cólquida, en la costa este del Mar Negro. Jasón aceptó el reto. Construyó la nave Argos y reunió a los principales héroes griegos en su tripulación. Los argonautas, vivieron aventuras imposibles. Lucharon contra las harpías, atravesaron las rocas Simplegades, sortearon a las sirenas… Al final llegaron a Cólquide y consiguieron robar el Vellocino de Oro gracias a la ayuda de Medea, hija del rey Eetes, que se enamoró perdidamente de Jasón. Y todos volvieron sanos y salvos a Yolco.
En el siguiente mapa interactivo podrás localizar con exactitud todos los lugares de los que se habla en el artículo. Podéis usarlo para llegar hasta ellos fácilmente y para seguir el itinerario propuesto que incluye los lugares más representativos del Monte Pelión.
Otros artículos publicados sobre el norte de Grecia que puedes visitar en este blog:
Volos: Puerto y Capital de Tesalia
Volos es el puerto de Tesalia, la zona agrícola más rica de Grecia, y la capital de la Prefectura de Magnesia, que agrupa a las Islas Espóradas y al Monte Pelión. La ciudad se encuentra sobre los antiguos enclaves griegos de Yolco y Pagasas, pero su crecimiento es moderno. Sólo a finales del siglo XIX, con el desarrollo de su puerto en el impresionante Golfo Pagasético, empezó a crecer económicamente. La capital de Magnesia ofrece hoy pocos atractivos (salvo el buen Museo Arqueológico). Sin embargo, es la puerta de entrada hacia el Monte Pelión y a las Islas Espóradas.
El mítico Monte Pelión se eleva entre el Mar Egeo y el Golfo de Volos formando una alargada península. Los frondosos bosques que descienden por las empinadas laderas hasta la costa componen paisajes inolvidables. Los acantilados se alternan con preciosas calas y playas y en la montaña se esparcen pequeños pueblos con un encanto especial.
Pueblos con encanto: Portaria y Makrinitsa
El Monte Pelión está salpicado de pequeños pueblos que han conservado las características típicas de la arquitectura tradicional. Casas de piedra o encaladas, con pisos salientes, ventanas de madera y tejados de pizarra. Calles empedradas y una plaza central presidida casi siempre por un árbol enorme, símbolo de la naturaleza exuberante que rodea cada núcleo de población.
Los pueblos con mayor encanto están muy cerca de Volos. De hecho, han sido absorbidos por su municipio. A pesar de su cercanía están a más de 600 metros sobre el nivel del mar y por eso son un formidable mirador sobre la ciudad y el Golfo de Volos.
Portaria es conocida especialmente por sus mansiones, algunas reconvertidas en hoteles con encanto. Sus calles empedradas, siempre en cuesta, esconden rincones por los que parece no haber pasado el tiempo. Iglesias de piedra con curiosos bajorrelieves en el ábside y un comercio que ofrece los productos típicos de la zona, principalmente frutas y miel.
El Tren Histórico de Pelión
Muy cerca de Portaria se puede hacer un viaje en el Tren de Pelión. Conocido por ser el tren con la vía más estrecha del mundo, tan sólo 60 cm. Todavía se mantiene activo para recorridos turísticos entre los pueblos de Ano Lehonia y Millies. El tren fue construido por el ingeniero Evaristo de Chirico, el padre del famoso pintor, para unir todos los pueblos de la ladera oeste de la península con Volos. Los 15 km que quedan del viejo trazado ferroviario tardan en recorrerse más de una hora, pero así se puede contemplar mejor el espacio natural.
Makrinitsa : La joya del Monte Pelion
Makrinitsa es la joya del Monte Pelión. Las casas se escalonan en la ladera que mira al golfo. En el centro una enorme plaza, sombreada por un frondoso plátano, está presidida por la iglesia y una fuente de inequívoco origen turco. La explanada es un auténtico balcón sobre el Golfo de Volos, abarrotada de terrazas para contemplar el grandioso paisaje. Estrechos caminos empedrados unen los pequeños barrios con grandes casas tradicionales. Entre ellas destaca la Mansión Topali, prototipo del estilo arquitectónico de la zona, convertida hoy en museo etnológico.
Senda de los Centauros: A traves del Bosque Encantado
Una inmensa red de senderos comunica los pequeños pueblos a través del bosque o siguiendo la costa. El más famoso es la Senda de los Centauros que sale de las afueras de Portaria (en la carretera que lleva a Makrinitsa) y asciende hasta el Monte Pelión. Son casi 1000 metros de dura ascensión a través del frondoso bosque mediterráneo. La ruta cuenta con numerosas fuentes y manantiales, así que no encontraremos problemas de agua.
Playas del Mar Egeo: Calas y agrestes acantilados
La alargada península del Monte Pelión tiene muchos kilómetros de costa y un montón de playas donde disfrutar en los soleados días de la primavera y verano griegos. La gran montaña hace que en toda la región el calor sea menos sofocante que en el resto del país.
La recortada costa del Mar Egeo es la más espectacular. Repleta de largas playas de arena blanca, profundos acantilados que alternan con las desembocaduras de torrentes con una vegetación exuberante, y escondidas calas que componen paisajes de postal. Una única pega, las distancias parecen cortas pero los desniveles son tan grandes que las carreteras son extremadamente tortuosas e ir de un lugar a otro lleva su tiempo. Hay que tomárselo con calma.
La Costa de Zagora
El pueblo de Zagora se encarama en la ladera este del Monte Pelión. Desde Zagora una sinuosa carretera desciende vertiginosamente hasta la costa ofreciendo unas vistas preciosas. Allí se extienden dos largas playas de arena fina con un mar de un azul profundo: Chorfeto y Agioi Saranta. Entre ambas un pequeño puerto.
Un poco más al sur se encuentra Agios Ioannis, la playa más conocida del Monte Pelión y con la mayor infraestructura turística. En realidad, dos extensas playas de arena llamadas Agios Ioannis y Papa Nero separadas por la desembocadura de un pequeño riachuelo y unidas por el paseo marítimo.
Playas de Ntamouchari y Mylopotamos
La costa se hace más escarpada después de Papa Nero. Las largas playas dejan paso a calas espectaculares de difícil acceso. Ntamouchari se hizo famosa por ser uno de los escenarios de Mama Mía. Las casas de la aldea que se asoman al mar acentúan su encanto. Más al sur, bajo el bonito pueblo de Tsagkarada, está la impresionante cala de Mylopotamos. Una pequeña ensenada rodeada de acantilados en donde, por supuesto, no falta una taberna para comer.
El Sur de la Península
Platanías es el pueblo más grande del sur de la península, con un pequeño puerto del que salen barcos a las playas de la vecina Skiathos durante el verano. Un par de kilómetros al oeste se encuentra una aldea, Mikro, cuyas casas se agolpan encima de una bonita y tranquila playa.
El Monte Pelión tiene turismo todo el año. En invierno la gente acude atraída por su estación de esquí, en verano por sus playas y en otoño y primavera por su red de senderos y sus pueblos tradicionales. En los últimos años han proliferado los hoteles con encanto, fruto de la reconversión de las viejas mansiones. Dos buenas opciones son:
Hotel Despotiko: 37011 Portaria Pelión. Tf: +30 2428099046 (www.despotiko.gr). Una de las mejores mansiones tradicionales de Portaria fue reconvertida hace algunos años en un precioso hotel. Todo un lujo con precios bastante asequibles. Alrededor de 75 EUR la habitación doble con desayuno en temporada alta.
Archontiko Naoumidi: 37011 Portaria Pelión. Tf: +30 2428099470 (www.naoumidishotel.gr). Una mansión aristocrática del siglo XIX con toques exóticos egipcios transformada en un acogedor hotel. Alrededor de 60 EUR la habitación doble con desayuno en temporada alta.
En todos los pueblos y junto a la costa se puede disfrutar de la sencilla cocina griega en las típicas tabernas del país. Tres restaurantes que no hay que perderse son:
Kritsa Gastronomy: 37011 Portaria Pelión. Tf: +30 2428099121 (www.peliongastronomy.gr). Buena cocina griega servida en el interior de una mansión típica o en la terraza que ocupa la gran plaza de Portaria.
Art Café: Makrinitsa, 37011 Volos. Tf: +30 6974384488. Todo un referente en Makrinitsa. Desde su terraza se disfruta de una de las mejores vistas de Volos y el Golfo Pagasético. Cocina Internacional, más bien informal. Alrededor de 15-20 EUR por persona.
Aggelika Fish Taverna: Milopotamos, 37012 Tsagarada-Pelion. Tf: +30 2426049588. Una típica taberna griega, encaramada sobre la playa de Mylopotamos, que ofrece en una tranquila terraza buen pescado fresco y la cocina tradicional del país.
Descubrimiento de la Tumba de Filipo de Macedonia
En 1977 el arqueólogo Manoli Andonikos descubrió en la necrópolis de Vergina la tumba intacta de Filipo II de Macedonia, el padre de Alejandro Magno. Ya se conocía que Vergina era un complejo funerario del siglo IV aC que albergaba los restos de la familia real de los Argeadas, pero no se habían descubierto los restos de ningún monarca importante. El hallazgo conmocionó al mundo hasta el punto de que el yacimiento fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1996.
Entre Volos y la Necrópolis de Vergina hay poco más de 200 km que se recorren fácilmente por una buena carretera que tiene el atractivo de rodear el Monte Olimpo, la morada de los dioses del panteón griego.
Vergina: Primera capital de Macedonia
Vergina ocupa el lugar de la antigua Egas, la primera capital de Macedonia. El Gran Túmulo alberga las habitaciones donde yacían los cadáveres de Filipo y Cleopatra, la mujer del rey en el momento de su muerte. Las paredes conservan las pinturas del siglo IV. En el interior de la habitación del rey sigue intacta la tumba de mármol de Filipo II con todos los tesoros originales con los que fue enterrado. En la tumba y los tesoros aparece repetidamente el símbolo de la dinastía real de Macedonia conocido como el Sol de Vergina.
La muerte de Filipo II de Macedonia sigue envuelta en el misterio. Durante la boda de su hija Cleopatra fue asesinado por un miembro de la guardia real, Pausanias, con el que al parecer había tenido una historia. Pausanias fue muerto enseguida por el resto de la guardia real por lo que con él se perdieron sus secretos. Muchos creyeron que la ex mujer del rey y madre de Alejandro Magno, Olimpia, estuvo implicada en el asesinato. Hay quién también apunta al propio Alejandro. Ambos veían peligrar el trono si Filipo II continuaba siendo el rey. La tumba no da respuestas a esas preguntas.