Guadalupe: Puebla y Real Monasterio

Guadalupe es uno de esos pueblos a los que gusta llegar para quedarse. Considerado por muchos como uno de los más bonitos de España, el entorno natural que lo rodea de montes y bosques mediterráneos, el conjunto de arquitectura popular de casas con balcones de madera y calles empedradas en cuesta salpicadas de placitas con fuentes, y sobre todo su imponente monasterio en el que se venera a la Patrona de la Hispanidad son motivos suficientes para arrancar a la voluntad el deseo de ir a conocerlo.

Más ahora que desde el 8 de septiembre pasado, estamos en su Año Jubilar hasta el próximo 8 de septiembre de 2016. Y esto solo ocurre cuando ese día coincide en el calendario con un domingo. Vamos que puede pasar una década hasta el próximo y desde el anterior que fue en 2007. El Año Santo Guadalupense trae consigo beneficios para los creyentes en la forma de redención para los peregrinos, y los derechos se remontan al siglo XVI en los que el Papa Paulo III otorgó por bula el privilegio al Santuario.

La Puebla y el Real Monasterio se sitúan en el extremo oriental de la provincia de Cáceres, allí donde los Montes de Toledo fijan las lindes de Castilla-La Mancha y Extremadura. Emplazado en un valle recóndito de la Sierra de las Villuercas, donde la etimología del nombre se me antoja acertada, río escondido. Su importancia histórica como centro de peregrinación, cultural, educativo, y la riqueza arquitectónica del conjunto con un original estilo gótico-mudéjar, supusieron la inclusión por parte de la Unesco en la lista de localidades Patrimonio de la Humanidad (1993).

Guadalupe es un destino genial para pasar un fin de semana relajados en un entorno natural de montaña, con tiempo suficiente para descubrir su historia, sus monumentos y disfrutar de la tranquilidad.

Cómo llegar

Madrid se encuentra a unos 210kms. Saliendo por la A4 hasta Talavera de la Reina (que se encuentra a 100kms de Guadalupe) para desde allí por carreteras secundarias atravesar el Puerto de San Vicente hasta alcanzar nuestro destino.

Un itinerario alternativo desde Madrid, algo más largo pero quizá hasta más rápido, es llegar por la A4 hasta el desvío hacia Guadalupe por la EX118 en Navalmoral de la Mata. En total unos 245kms (180kms de autovía), pero te darían la oportunidad de visitar de camino las Ruinas del Templo Romano de Augustóbriga descrito en una publicación de este blog, que recomiendo a todos.

Cáceres está a 135kms, y se llega pasando por Trujillo, a 78kms, por muy buena carretera.

GUADALUPE---Monasterio-(1)-Portada
Fachada Mudéjar del Real Monasterio
Un Poco de Historia

La importancia de esta localidad, ahínca sus raíces en la historia de una Castilla medieval, cuando en el siglo XIII se embarcaba en una expansión más allá de Sierra Morena, y éstos territorios cristianos, poco a poco alejados de la frontera musulmana comenzaban a ser más seguros.

La historia nos ofrece documentos que acreditan la fundación del Santuario hacia finales del siglo XIII, aunque la primera constancia escrita la fecha hacia el año 1300. Lo cierto es que el Santuario mariano de Guadalupe, comienza a crecer en fama, desarrollo y población a partir de 1340, cuando el rey Alfonso XI, tras encomendarse a la Virgen en Guadalupe, derrota a las huestes Benimerines venidas desde el otro lado del estrecho para intentar una nueva invasión musulmana de Al-Andalus, en la Batalla del Salado, en las proximidades de Tarifa.

Alfonso XI otorga el rango de Priorato a Guadalupe y le concede privilegios y tierras, y ofrece la mitad del botín obtenido en la batalla para la construcción de un Santuario monumental. Los herederos del trono, sus hijos, Pedro I y Enrique II, siguen apoyando el desarrollo del Santuario, nombrando a nuevos Priores por Decreto Real. Es a finales del Siglo XIV, hacia 1389 que el rey Juan I invita a la Orden de los Jerónimos a construir un Monasterio alrededor del Santuario de Santa María de Guadalupe. Desde entonces serían estos monjes quienes se encargaría de su custodia y engrandecimiento. A esta primera época jerónima corresponde gran parte de los edificios construidos que hoy se pueden visitar, entre ellos el hermoso claustro mudéjar (1401)

Sucesivos reyes castellanos cuidan el centro mariano, que muy pronto se convierte en el segundo lugar de peregrinaje más importante de España, tras Santiago de Compostela. Su importancia fue tal, que prácticamente no hubo rey que no visitara Guadalupe. Desde Alfonso XI hasta Carlos II, es decir todos los reyes castellanos, y los monarcas españoles de la dinastía de los Austrias. Posteriormente fueron los Borbones menos devotos, realizando menos visitas, hasta que el rey Alfonso XIII acudiría a Guadalupe para coronar a la Virgen de Guadalupe, como reina y patrona de los países de habla hispana, en 1928.

El Monasterio de Guadalupe sufrió con la Guerra contra el Francés, y más si cabe con la desamortización de 1835, y posterior abandono de los Jerónimos. Su recuperación, y rehabilitación coincidió con la denominación de monumento nacional y su entrega a la Orden de los Franciscanos para devenir de nuevo un Monasterio en 1908. En 1965 se construye el Parador Nacional que impulsa el turismo en la localidad.

La Leyenda de Gil Cordero

Cuenta la leyenda que un pastor cacereño llamado Gil Cordero, a la búsqueda de una res extraviada por estos parajes, se desconsoló al hallarla muerta. Pero justo en ese momento, sorprendido descubrió una imagen de la Virgen, que apareciéndose le pidió que fuese presto a contar el hallazgo para que desde ese lugar pudiese interceder para hacer el bien a los hombres. Antes de partir, el pastor presenciaría el primer milagro, pues la Virgen devolvió la vida a su malograda res.

Cuando el pastor llegaba a Cáceres, acudió a contar su hallazgo sin ser creído. Al llegar a su casa pudo descubrir que su mujer sufría por la repentina muerte de uno de sus hijos. Sin embargo a la mañana siguiente, la Virgen obró un segundo milagro, recuperar la vida de su hijo muerto y fue entonces cuando las autoridades le creyeron y pidieron visitar el lugar.

Gil Cordero decidió entonces erigir una primera ermita para alojar la imagen recién encontrada y dedicar el resto de sus días a protegerla y venerarla. El pastor fue enterrado bajo la nave contigua a la actual Sacristía del Monasterio, en el lugar exacto donde la tradición sitúa la aparición de la imagen. 

La Leyenda de la Imagen de la Virgen de Guadalupe

Historia y leyenda se mezclan para explicar y dar lustre a la procedencia de una imagen de estilo románico tardío, que los historiadores del arte fechan entre los siglos XII y XIII, pero que sin embargo tiene su propia rica leyenda.

Esta talla habría sido esculpida por el mismísimo evangelista San Lucas, que fue enterrado en Acaya (actual Turquía) con la efigie de la Virgen. En el Siglo IV, cuerpo e imagen fueron trasladados a Constantinopla, capital Imperial, desde donde el Emperador Bizantino se la mandó a Roma como regalo al papa Gregorio Magno en 590. Se le atribuyen en el trayecto milagros de calmar tempestades, y en Roma de aplacar una epidemia de peste bajo su invocación por dicho papa, apareciendo un ángel sobre el castillo sobre el Tíber (desde entonces llamado Sant’Angelo)

Gregorio Magno a su vez, la envió como presente al Arzobispo de Sevilla, San Leandro a través de su hermano Isidoro de Sevilla. San Leandro la entronizó en la iglesia principal hispalense hasta que con el avance de la conquista musulmana en el año 714, varios clérigos huyeron hacia el norte cargando consigo la imagen y las reliquias de San Fulgencio y Santa Florinda (¡a la postre también eran hermanos de San Leandro…, bendita familia!)

En su pesada huida, a su paso por las Villuercas, intentando aligerar peso escondieron los cuerpos de los santos en un paraje próximo a Guadalupe en Berzocana (pueblo vecino con un templo gótico notable en el que se veneran los cuerpos de ambos santos). La imagen sería también escondida y enterrada poco después junto a una sepultura de mármol encontrada a corta distancia en los parajes en los que más de cinco siglos después, el pastor Gil Cordero la hallaría.

Episodios y Personajes Históricos en Guadalupe

Estos son algunos Episodios Históricos que tuvieron por escenario Guadalupe, y otros tantos Personajes Históricos de primer rango que lo visitaron:

1464 – Reunión del rey Enrique IV de Castilla con Alfonso V de Portugal, para presentar a la entonces Infanta Isabel como futura esposa del rey portugués, y el famoso rechazo de esta a los desposorios. Esta sería la primera de las 23 visitas que se contabilizan de la Isabel la Católica a Guadalupe.

1474 – Guerra Isabelina. Asedio fuerzas Beltranejas de 15 días.

1476 – Nueva Visita de los Reyes Católicos. Fernando firma el decreto de abolición de los malos usos y costumbres para liberar a las remesas y payeses catalanes.

1486 – Durante la visita de los Reyes Católicos en Semana Santa, Cristóbal Colón se reúne con ellos por primera vez para explicar su proyecto.

1492 – El 30 de Junio, de nuevo los Reyes Católicos en visita a Guadalupe, firman el Decreto de Orden de apoyo económico y partida del primer viaje de Colón al nuevo Mundo

1496 – Tras el regreso de Colón de su segundo viaje, se efectúa el Bautismo de los dos primeros indios americanos convertidos al Cristianismo. El bautizo de Cristóbal y Pedro se realiza en la pila que hoy corona la fuente de la Plaza Mayor frente a la fachada principal del Monasterio.

1516 – Muerte de Fernando el Católico en el cercano pueblo de Madrigalejo, tras presidir el último Capítulo de la Orden de Calatrava en Guadalupe.

1528 – Visita de Hernán Cortés. Ofrece Joyas elaboradas por artesanos aztecas valiosísimas como agradecimiento a su invocación y ayuda de la Virgen de Guadalupe en un episodio peligroso de la Conquista de México.

1576 – Encuentro entre Sebastian I de Portugal y Felipe II. En la que el rey portugués pide ayuda al monarca Hispano en la Campaña contra el Reino de Fez. Como consecuencia de esa  Batalla de Alcázarquivir, propuesta matrimonio con hija Isabel.

1577 – Felipe II regala el Fanal de la Batalla de Lepanto (1570), perteneciente a la de la Nave Otomana capitana que es derrotada. Dicho farol naval se encuentra hoy en la preciosa Sacristía del Monasterio, en la Capilla de San Jerónimo.

1580 – Miguel de Cervantes visita el Santuario-Monasterio

1685 – Visita del Rey Carlos II y su esposa Mariana de Austria. Cuadros d ambos se conservan en el accceso a la Sacristía del Monasterio.

1928 – Visita de Alfonso XIII que junto con el Obispo de Cáceres-Coria coronan a la Virgen de Guadalupe como Patrona de la Hispanidad.

Visita de Guadalupe
Escudo de Guadalupe (Cáceres)

La Puebla y Monasterio de Santa María de Guadalupe se encuentran situados entre paisajes de montaña mediterránea, en las estribaciones de la sierra de las Villuercas, a unos 650 metros de altura. Cualquier carretera que se elija para llegar hasta Guadalupe ofrece preciosos paisajes de amplios horizontes de naturaleza y poca población.

Cuando se llega desde Navalmoral, cuatro kilómetros antes de alcanzar nuestro destino, la carretera llega hasta un collado en el que un Humilladero Mudéjar (S.XIV), marcaba el final del viaje para los peregrinos que llegaban desde el norte. Un Mirador ofrece estupendas vistas del Monasterio, el valle y las montañas que lo rodean, la más alta, la cumbre del Pico de las Villuercas (1600 mts),  rasgando las nubes en días cubiertos con su cima rocosa.

Al mirar hacia Guadalupe se ve como destacan los grandes edificios que componen el conjunto monacal y santuario, empequeñeciendo los tejados del caserío que se agolpa alrededor.

La Plaza de Santa María

Toda la vida de «la Puebla» gira en torno a la Plaza de Santa María. Una soberbia composición irregular, en la que uno de los lados presenta la fachada principal del Real Monasterio y su iglesia con decoraciones gótico-mudéjares. Dos torres macizas flanquean la portada del Monasterio, la de la izquierda o Torre de la Portería da acceso al recinto monacal, la de la derecha o Torre del Reloj, alberga un reloj y las campanas (la más antigua data del año 1401)

Esta plaza es como un escenario de teatro, en algún momento hay que sentarse a tomar algo en alguna de sus terrazas y ver la vida pasar mientras contemplas la belleza monumental del Real Monasterio y su contraste con la humildad y gracia de las casas de arquitectura popular que lo rodean. Puedes elegir visitar el  Monasterio antes de tomar algo, y luego descubrir los rincones llenos de encanto de la Puebla, o al revés. De cualquier forma te vas a quedar encantado.

Los Arcos y las Fuentes de Guadalupe

Dos recintos amurallados rodeaban la puebla que se extendía alrededor del monasterio. Los arcos más cercanos a la Plaza de Santa María, son los arcos del Chorro Gordo y de Sevilla (que marcaba el camino que llevaba a Andalucía) pertenecían al primer recinto, junto con el arco de San Pedro (que marcaba la entrada de peregrinos desde del norte) y daba acceso a la Puebla Alta.

Del recinto exterior se conservan los arcos del Tinte y de Las Eras, que marcaban el acceso al barrio gremial de tinteros y a los lugares donde se trillaba la cosecha respectivamente. No hace falta buscarlos en un callejero, un tranquilo paseo por las calles de Guadalupe disfrutando de la tranquilidad será suficiente para dar con ellos.

Lo mismo pasará con las fuentes, hasta trece se contabilizan salpicando de agua potable las placitas que nos encontraremos y llenando de un agradable murmullo, el sosiego a la hora de la siesta o en las cálidas noches de verano. (Si se tiene la oportunidad, aconsejo pasar una noche al menos. Lo más destacable de este complejo sistema e fuentes publicas del que goza Guadalupe, es que fue el resultado de una genial obra hidraúlica medieval, el Arca del Agua. Un aljibe construido en la Peña de las Villuercas recogía el agua de montaña y la canalizaba varios kilómetros hasta el pueblo. Es una de las obras de ingeniería de la Edad Media, más interesantes e importantes de toda la península Ibérica en su género.

No os perdáis la Fuente de los Tres Chorros, uno de los rincones más pintorescos, y centro de la Puebla Baja. Y observad la pila que corona la Fuente de la Plaza de Santa María, ya que fue la utilizada para bautizar a los dos primeros indios americanos traídos por Colón en 1496.

El Real Monasterio de Santa María de Guadalupe

La visita del Real Monasterio se realiza acompañado de un guía y comprende las colecciones de bordados, de códices miniados, de la Sacristía, Claustro y el Camarín de la Virgen. La entrada cuesta 5€ y comprende los diferentes espacios del conjunto salvo la Iglesia, que es de libre acceso y está abierta al culto.

La Iglesia de Santa María de Guadalupe

El estilo gótico de su interior consigue crear un espacio luminoso y de amplitud presidido por un imponente retablo.

En los flancos las Estatuas Penitentes del Rey Enrique IV de Castilla y su madre María de Aragón, anuncian que aquí fueron enterrados.

Claustro Mudéjar

La visita comienza por el Claustro Mudéjar, edificado a finales del siglo XIV y principios del XV, que combina los arcos de medio punto con la decoración de estilo morisco. Como curiosidad, observar que la planta es rectangular y no cuadrada, y que el piso superior tiene el doble de arcos que el inferior. Aunque quizá el elemento más distintivo del claustro sea el templete mudéjar que adorna el centro del mismo. Es un símbolo para Guadalupe, por su gracia y originalidad. Fue edificado en torno al año 1400.

Colección de Bordados

La colección de bordados reúne una de las muestras más ricas en España de Casullas, Dalmacias y Frentes de Altar bordados en hilos de oro y plata, sedas y terciopelos. Muchos de ellos fueron elaborados en la misma localidad, lo que implica el gran desarrollo de los artesanos lugareños durante siglos.

Destacan algunas muy ricas en decoración. A mí particularmente me encantó la que tenía bordados de calaveras en fondo de terciopelo negro.

Algunas piezas tienen una larga historia como el frente de altar que mandó bordar el rey Enrique IV.

Colección de Miniados

La colección de miniados o libros cantorales decorados y pintados a mano, es excepcional también. Producto de una industria artesanal de encuadernadores, y artistas ilustradores por los que Guadalupe también brilló. Estos gigantescos libros (algunos con más de 500 años de antigüedad) servían para los cánticos que en coro, efectuaban los monjes reunidos el la iglesia. Un sólo libro se colocaba en el facistol (una especie de atril gigante y rotatorio) para que todos pudieran seguir letra y notas musicales al unísono.

Se denominan miniados por la abundancia de color rojo que ilustraban sus páginas, y este pigmento se obtenía del «minio». Las páginas eran elaboradas con cuero de terneros no natos, y la encuadernación se realizaba con cuerdas y pegamentos.

Hay que detenerse al menos en uno de ellos para darse cuenta de los exquisitos detalles decorativos, de los excelentes dibujos que flanqueaban los pentagramas y de la calidad de la impresión y encuadernación que hace que hayan llegado hasta nuestros días impecables.

Iglesia y Coro

El Coro de la Iglesia está elevado en el primer piso junto a las cajas de órganos. Fue elaborado en madera de nogal en el siglo XVIII, y cada silla está labrado con imágenes de santos y personajes o pasajes del Antiguo Testamento. Desde lo alto del coro se aprecian muy bien las dimensiones del templo, sus bóvedas de crucería, todavía se conservan algunos de los frescos con los que Juan de Flandes, pintor de cámara de Isabel la Católica, decoró en su día todo el templo (fines del siglo XV) Son muy valiosos estos frescos, pues además de vistosos, coloristas y de perfecto dibujo, se consideran muestras de un prematura renacimiento en España, y no se conservan demasiados ejemplos parecidos.

La Sacristía de Zurbarán

La he querido denominar así, porque son los cuadros que pintó este famoso pintor extremeño (nacido en Llerena y formado en Sevilla) los que dan fama y prestigio a esta sacristía. Quizá una de las sacristías más bellas del mundo. El propio papa Juan Pablo II la denominó «Pequeña Capilla Sixtina» en su visita al Monasterio en noviembre de 1982.

Pinturas de Zurbarán - Sacristía
Pinturas de Zurbarán – Sacristía

El Apoteosis de San Jerónimo corona el retablo de la Capilla, y dicen que es quizá la obra cumbre de Zurbarán. Pero ninguno de los otros diez cuadros que decoran la sala, desmerece al primero. Representan a priores y frailes jerónimos ligados a la historia. Las decoraciones de los techos y paredes de la sacristía, realizados durante el siglo XVII, confieren a toda la sala un ambiente de luz, arte y emoción muy homogéneo, que incluso cuando uno no está demasiado curtido en arte, es capaz de sentir y de apreciar. Y eso para mí, ya es un gran mérito.

Al fondo, la Capilla de San Jerónimo, que conserva el cuadro anteriormente descrito, varias imágenes de santos relacionados con la Orden, y colgado en el centro, el maravilloso Fanal de la Batalla de Lepanto, que perteneció a la Galera Capitana del Sultán Otomano derrotado. Fue un regalo de Felipe II a Guadalupe.

Saliendo de la Sacristía, hay que fijarse en los dos retratos reales de Carlos II y su esposa Mariana de Austria flanqueando el acceso. Últimos visitantes regios hasta 1928.

Tesoro y Camarín de la Virgen

La visita culmina con la subida hasta el Camarín de la Virgen y el Tesoro, sito bajo la cúpula barroca (S.XVIII) que ilumina un amplio espacio en el que se exhiben reliquias de santos, y numerosos regalos que devotos agradecidos han donado a la virgen por concederles sus ruegos o por pura devoción, supongo.

Imagen de la Virgen
Imagen de la Virgen

Hay objetos muy curiosos, de uso muy práctico, pero a mí lo que más me llamó la atención son las Castañuelas de Oro que le regaló a la Virgen la bailaora Lucero Tena.

Un fraile franciscano explica los detalles artísticos de la decoración del camarín, las pequeñas esculturas de las mujeres fuertes del Antiguo Testamento, las pinturas al fresco del pintor de cámara de Carlos II, Lucas Jordán (o Luca Giordano como se prefiera) etc… para luego girar el torno y ofrecer besar la imagen de la virgen… bueno físicamente no se besa ni el manto, pero sí una imagen de la imagen de la misma… vamos un ejercicio de fe, pero que desde luego, se crea o no se crea en estas cosas, no deja impasible. Yo creo que se nota la espiritualidad, la sensación de la gente, las ganas de creer, de invocar a la Virgen Santa o no sé… pero algo de mágico si que tiene.

Guadalupe y las Ciencias: Hospitales y Colegios

Guadalupe fue un centro cultural de primer rango durante siglos, especialmente entre los siglos XV y XVII, cuando sus Hospitales cobraron fama por sus técnicas e investigación de tratamientos para las enfermedades de todo tipo.

En el casco histórico de Guadalupe se puede dar constancia de la abundancia de edificios que en su día fueron hospitales. El Hospital de San Juan Bautista o de Hombres (S.XV), era el más importante junto con el Hospital Nuevo o de Mujeres (S.XV). En el primero estuvo la Escuela de Cirujía, que alcanzo renombre internacional, y fue precisamente aquí donde se realizó la primera autopsia y disección permitida por venia eclesiástica a un cuerpo humano en España. Hoy conjuntamente con el contiguo Colegio de Infantes  o Gramática (S.XVI) forma parte del Parador Nacional de Zurbarán (1966). En este último se impartían clases de gramática, humanidades, canto y teología.

Hubo otros hospitales como el de la Pasión o de San Sebastián (S.XV) en edificios más austeros y más transformados por las reformas sufridas a través del tiempo.

 

En torno a la plaza se encuentran varios restaurantes. También en el Parador hay uno bueno. Aquí os reseño dos que me gustaron.

Restaurante Guadalupe Jorda – Plaza de Santa María de Guadalupe, 27 – Guadalupe (Cáceres) – Tel: 927 367 080

Excelente cocina de platos locales, con carta variada que incluye, como no, la morcilla de Guadalupe en sus guisos. Con un agradable patio en su interior para comer al fresco, y excelente relación calidad-precio. Es posible comer a la carta dos buenos platos por menos de 20€.

Posada del Rincón – Pza. de Sta. Mª de Guadalupe, 11 – Guadalupe (Cáceres) – Tel: 687 949 436 – www.posadadelrincon.com

Cocina regional en un local rústico con bóvedas del ladrillo y mucha solera. El favorito de muchos visitantes exigentes. La presentación no es desdeñada, y la calidad es muy buena. Puedes elegir un menú degustación por menos de 25€ que incluya tres platos típicos, pero hay cosas en la carta más económicas también.

Guadalupe cuenta con bastantes hoteles para su tamaño, ya que al ser un destino de peregrinaciones, recibe muchos visitantes a lo largo de todo el año. Esta es una relación mis sitios favoritos.

Hostal Alba Taruta – C/ Chorro Gordo, 2 – Guadalupe (Cáceres) – Tel: 927 367 151 – www.hostalalbataruta.com

Un hostal impecable, con una situación inmejorable a dos pasos de la Plaza, y un trato exquisito. Las habitaciones son sencillas, pero muy bien equipadas y todos los detalles de un buen hotel. Algunas, tienen un pequeño balconcito para sentarse al fresco observando el paisaje de tejados y montañas. Lo mejor su relación calidad-precio, una doble a partir de 38€.

Hotel Hospedería Real Monasterio de Guadalupe – Plaza de Su Majestad Juan Carlos I, s/n – Guadalupe (Cáceres) – Tel: 927 367 000 – www.monasterioguadalupe.com

La Hospedería ocupa uno de los claustros del Real Monasterio. Un edificio histórico rehabilitado desde el enorme deterioro que sufrió tras las desamortizaciones del siglo XIX. Hoy recuperado, sus habitaciones son bastante funcionales, pero completas y con todos los servicios. Resulta un poco más barato que el Parador, menos lujo pero seguimos ocupando espacios de historia. Una doble a partir de 90€

Parador Nacional Zurbarán – Calle Marqués de la Romana, 12 – Guadalupe (Cáceres) – Tel: 927 367 075 – www.paradores.es

Abierto en 1966, y como la gran mayoría de la Red, es un sitio único para disfrutar de unos días de descanso. Está ubicado entre los edificios del Antiguo Hospital de San Juan y el Colegio de Gramática; edificios históricos sabiamente recuperados y acondicionados para dar un servicio óptimo. Una doble a partir de 125€

Guadalupe se puede escoger como base para realizar excursiones por los alrededores tanto en coche como por sendas, caminos e itinerarios señalizados.

En la Oficina de Turismo (Plaza Sta María Guadalupe, Guadalupe (Cáceres) – Tel: 927 154 128) te ofrecen información sobre las senderos que existen en la comarca y que cruzan o parten dese la Puebla. También puedes mirar este enlace publicado por ellos para obtener información concreta sobre las mismas (http://senderismoenguadalupe.blogspot.com.es/)

En cuanto a Excursiones en coche recomiendo;

la preciosa ciudad de Trujillo, cuna de Francisco Pizarro, con un centro histórico monumental impresionante, se encuentra a 78kms por carretera (unos 45′ al oeste hacia la llanura extremeña) con la posibilidad de continuar hacia el Parque Natural de Monfragüe la comarca de Los Ibores, con la Cueva de Castañar de Ibor (http://www.cuevasturisticas.es/cueva_25.asp?c=29) que posee unas fabulosas formaciones de estalactitas y estalagmitas cristalizadas, o el Templo de Augustóbriga en Bohonal e Ibor a unos 50kms por la carretera de Navalmoral de la Mata O los paisajes del Puerto de San Vicente en la carretera de Talavera de la Reina

Guadalupe en el Cine de antaño

«El Pequeño Ruiseñor» (1956) fue rodada en Guadalupe. Seguir las andanzas de Joselito en su primera película, nos pasea por la España de los 50, y nos enseña rincones que hoy veremos prácticamente idénticos.